Por: Andrés Villota
Se está publicando información sobre la presencia de extraterrestres en la Tierra, información que había permanecido oculta durante muchos años. Aumentó el avistamiento de naves interplanetarias y se volvió común ser astronauta. Ya no se exige el conocimiento y la experiencia que tenía Steve Austin, ni se le da el trato de actores de cine que se le dio a los astronautas del Apollo 11 que fueron a la luna, reconocidos con una estrella en el Hollywood Walk of Fame. Se volvió tan familiar el tema de los extraterrestres que las imágenes del lejano Marte, algunos las ven iguales a las de un lugar lleno de piedras en Canadá.
Hasta, en Estados Unidos, se creó la U.S. Space Force en el año 2019 aunque, al parecer, no tiene relación con el espacio sideral sino con el ciberespacio y por eso, hoy, tienen todas las ciber pruebas que incriminan a cientos de miles de malandrines de alto nivel en el mundo. Pruebas de delitos atroces perpetrados por políticos, burócratas, banqueros, científicos y periodistas que estaría precipitando su renuncia, su captura, el embargo de sus cuentas bancarias en paraísos fiscales, su desaparición de la vida pública para siempre o su colaboración para atrapar a los peces igual de gordos a ellos.
La intensa labor promocional de los servicios de Mafe Walker, la primera traductora simultánea de marciano-español y de español-marciano, hace pensar que los extraterrestres van a llegar a Colombia en el futuro cercano. Si llegaran y vieran todo lo que está pasando, a pesar de poseer mentes altamente evolucionadas y herramientas sofisticadas de análisis de datos y de inteligencia artificial, se les dificultará poder entender el entorno y la realidad colombiana. Se harían demasiadas preguntas, probablemente, para tratar de entender el comportamiento de los terrícolas colombianos.
Lo primero que se preguntarían, sería, ¿de dónde sacó Gustavo Petro los votos para poder llegar a la presidencia de Colombia?. Los alienígenas con sus amplios conocimientos sobre estadística y análisis de big data, no entenderían cómo hizo Gustavo Petro para aumentar su votación el 24,40%, en solo 3 semanas, pasando de 8’527.768 de votos en la primera vuelta el 29 de mayo del 2022 a 11’281.013 de votos en la segunda vuelta el 19 de junio del 2022, mientras que, durante más de 200 semanas de campaña política que empezó en junio del 2018, solo aumentó sus votos el 5,78%, pasando de 8’034.189 votos en junio del 2018 a solamente 8’527.768 de votos en mayo del 2022. En realidad, eso no lo entienden ni los terrícolas que trabajan en INDRA y en la Registraduría Nacional del Estado Civil.
A los extraterrestres les causará extrañeza que Gustavo Petro, sin haberse posesionado como Presidente de Colombia, gobierne desde ya. Pero más extrañeza les causará, cuando vean lo que anunció que va a hacer, que es lo mismo que hacían los Nazis y los Fascistas, como deportaciones masivas, expropiaciones selectivas, intervencionismo estatal a ultranza, privilegios solo para los afines al régimen, censura y persecución a la prensa libre, control de las empresas, saqueo a las arcas de los más ricos, manejo centralizado de la economía y combate a muerte contra el enemigo del líder supremo del régimen que ya no será el pueblo judío sino el cambio climático.
Los extraterrestres no entenderán, entonces, la razón por la que los fanáticos seguidores del líder supremo del Pacto Histórico le dicen “Nazis” y “Fascistas” a todos los que no piensan igual a ellos, si al final, los Nazis y los Fascistas resultaron ser ellos mismos (los Petristas). Esa contradicción tan absurda, no la entienden ni los terrícolas con cerebros más evolucionados.
No entenderían que Alejandra Barrios, la “Comandante Barrios” como le decían sus compañeros de pregrado porque militaba en las juventudes del grupo M-19 de Gustavo Petro, sea la propietaria de la Misión de Observación Electoral (MOE), una oenegé que se dedica a velar por la transparencia de los procesos electorales en los que participa su ídolo de juventud. Y menos, entenderían su presencia (la de Barrios) en el proceso de empalme del nuevo gobierno comunista.
Si el periodo presidencial en Colombia es de tan solo cuatro años, no entenderían la razón por la que el pre director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), Luis Carlos Reyes, dijo que en el año 2072, dentro de 50 años, los colombianos que hoy están huyendo del régimen de Gustavo Petro se mantendrán en el exilió forzoso en Miami, Estados Unidos. Se preguntarán, los extraterrestres, sí la Dinastía Petro llegó para quedarse y perpetuarse dominando a Colombia. Los Petro son la versión cienaguera equivalente a la Dinastía Kim de Corea del Norte, podrían pensar los alienígenas.
Tampoco entenderían la razón por la que la Comisión Independiente del Gasto Público de Colombia no pudo determinar el verdadero tamaño del gasto en burocracia y demás gasto inútil, si ellos (los extraterrestres), ya saben que del total del Presupuesto General de la Nación para el año 2022 (COP$350,4 billones) se van a gastar COP$210,1 billones en cubrir los enormes gastos de funcionamiento del aparato burocrático estatal que, sumado al servicio de la deuda por COP$78 billones, solo dejan COP$62,3 billones para “inversión social”, lo que hace innecesaria una reforma tributaria y se deberían concentrar, mejor, en reducir el gasto inútil y el tamaño inmenso del Estado colombiano, dirán los extraterrestres.
No entenderían la razón por la que los terrícolas pagan tanto por el petróleo, si es un producto tan abundante que se encuentra en todas partes. Ellos lo saben porque viajan en el tiempo y vieron cuando los países productores de petróleo tuvieron que crear un cártel, la OPEP, para limitar la oferta y poder subir el precio porque había tanto que, por la Ley de Oferta y Demanda, al petróleo lo tendrían casi que regalar. Los extraterrestres se acordaron que en el Siglo XX, antes de que se inventaran los de los fósiles derretidos y del cambio climático, los más ricos del mundo eran Onassis y Getty, los que transportaban el petróleo, no los que lo producían.
Tampoco entienden la razón por la que dicen que el petróleo es un fósil de dinosaurio derretido. O que toca “exprimir” a las piedras para sacarles el petróleo con el fracking. Al parecer, eso se lo inventaron terrícolas como los Rockefeller para que percibieran al petróleo como un commodity escaso y el precio subiera mucho más que con el sistema de cuotas establecido por el cártel de la OPEP. Además, sus sensores altamente sofisticados, nunca encontraron en el petróleo rastros de fósiles de dinosaurio. De hecho, no saben bien el significado de dinosaurio.
En ese mismo sentido, los extraterrestres, no entenderían la tozudez de Gustavo Petro por acabar con Ecopetrol por culpa del cambio climático. En Europa ya se están devolviendo a las fuentes de energía tradicionales o de lo contrario se van a morir de frío y de hambre, sin gas, sin carbón y sin petróleo. La narrativa del cambio climático fracasó, se autodestruye. Entonces, los extraterrestres lo entenderán como la disculpa de Petro para expoliar el patrimonio de todos los colombianos, sin mayor resistencia de la opinión pública.
Por eso, los alienígenas podrían creer que Gustavo Petro hace spoofing para que se caiga el precio de la acción de Ecopetrol y pueda volver a comprar el 15% que pertenecía al Estado. Su par, Daniel Quintero, el hoy suspendido alcalde de Medellín, le demostró que no tener socios molestos, en EPM, le permitió apoderarse de los flujos de caja de la compañía sin mayores reparos o voces en contra. Petro pretende hacer lo mismo que Quintero, pensarán los marcianos.
Es obvia la intención que tiene Gustavo Petro de convertir el patrimonio de Ecopetrol en su caja menor, como en su momento lo hizo su gran mentor, Hugo Chávez Frías, con el patrimonio de PDVSA. El Cambio Climático de Petro es la Paz de Santos, el parapeto para el saqueo inclemente del patrimonio de todos los colombianos sin control, sin oposición y sin castigo.
Si el Pacto Histórico, de verdad, estuviera interesado en proteger el medio ambiente, los alcaldes comunistas de Bogotá, Cali y Medellín hubieran aceptado la tecnología, que parecía desarrollada por los marcianos, que les ofreció un fondo asiático para generar energía eléctrica a partir de la basura orgánica.
Se terminaba con los rellenos sanitarios, se elimina la contaminación, se abaratan los costos de generación de energía y los municipios podían montar ese sistema sin poner un solo peso porque el fondo financia todo el proyecto. Paradójicamente, el único alcalde que sí quiso llevar a su municipio esa tecnología, digna de los extraterrestres, fue el ingeniero Rodolfo Hernández que hoy está siendo perseguido por haber tratado de hacer eso.
Ojalá lleguen pronto los extraterrestres a Colombia y le ayuden a los colombianos a entender, lo que les va a pasar con Gustavo Petro de presidente.