Por: Germán Senna Pico
En los catálogos e idearios de las organizaciones armadas y de narcotráfico, siempre hay un común denominador para todos sus integrantes y, es el de (muerte al delator) de la estructura o de sus colaboradores. Eso reza en todas las intervenciones de adoctrinamiento y convencimiento a sus integrantes y, es una orden a cumplir de carácter permanente para activos y retirados, pero parece que en estas organizaciones últimamente, eso sólo se aplica para los de bajo rango o combatientes rasos, mas no, en la jerarquía de comandantes o jefes.
Siguiendo esa lógica, creería que todos los “jefes” de organizaciones armadas y narcotráfico, merecen que se les aplique la pena de muerte, la misma que ellos aplicaban a sus subalternos cuando por alguna razón, desertaban o delataban a sus jefes o comandantes ante alguna autoridad policiva o judicial o ante un grupo rival. Digo eso teniendo en cuanta las “delaciones” o dichos de alias Otoniel ante la JEP y comisión de la verdad.
Al interior de la estructura armada que se conoce como clan del golfo o urabeños, hay una guerra a muerte desde hace más de cuatro años por divisiones internas que se presentaron después de la captura de Carlos Antonio Tuberquia “alias Nicolás”, capturado en agosto de 2018 en San Rafael Antioquia y quién para Otoniel y su séquito más cercano, Nicolás es un traidor y debe ser dado de baja al precio que sea, de hecho, a Nicolás le tocó sacar a su familia de Urabá y Córdoba hacia Panamá para evitar que fueran asesinados.
En ese sentido, y respetando los principios rectores de la orden permanente de (muerte al sapo o delator), Darío Antonio Usuga “alias Otoniel” debe aplicársele la pena de muerte, ya que después de su captura, le dieron una cachetada para que hablara y tres para que se callara, sobre todo de cosas que ha dicho y que sabemos son inverosímiles que hayan sucedido como él las ha decantado en la JEP o ante la “comisión de verdad” del curita Francisco de Roux.
El extraditado Darío Antonio Usuga alias Otoniel, vinculó con hechos criminales ante la JEP en una cantidad de ex funcionarios en su mayoría ex miembros de la fuerza pública en diferentes grados de la policía y ejército, esto lo hizo cuando él fue parte de la estructura armada desmovilizada de las AUC Bloque Centauro y héroes del llano, estructura que estuvo bajo el mando de Jorge Piraban conocido como “alias Jorge Pirata”, debemos tener en cuenta qué los antes mencionados del Bloque Centauro, que se desmovilizaron y se acogieron voluntariamente a la ley de justicia y paz, hicieron delaciones dando cumplimiento a lo pactado en la ley 975 de 2005 o ley de justicia y paz, todos vimos los extractos de audiencias de Jorge Piraban y Arlex Arango “alias Chatarro” y donde aclararon todos los vínculos de miembros de la fuerza pública, donde podemos ver que fueron los primeros en esclarecer el tema de ejecuciones extra judiciales o mal llamados falsos positivos. hechos que después fueron expuestos ante la JEP, pero que primero fueron aclarados en justicia y paz.
Son muchas las audiencias y diligencias judiciales donde los jefes del Bloque Centauro de las AUC, dan a conocer cómo era el manejo interno y externo, y no hacen alusión a las afirmaciones que hace Otoniel a cerca de oficiales superiores de brigadas que por arte de magia, este menciona o vincula a hechos criminales y, debemos tener en cuenta, que alias Otoniel no tuvo un mando representativo en esa estructura y, tampoco manejó información reservada, luego será difícil para él y sobre todo para las autoridades judiciales, probar con argumentos e indicios serios lo que éste ha dicho a la JEP y, a otros despachos judiciales, vemos que Otoniel habló en varios eventos del General Leonardo Barrero Gordillo, ex comandante del ejército y lo vinculó con la estructura de las AUC conocida cómo (Casa Castaño) cuando éste fue comandante del batallón Junín en Montería entre los años 1996 y 1997.
Dijo Otoniel, “el General Barrero cuando fue jefe del batallón Junín de Montería, nos ayudó ilustrar y ambientar la siembra de cultivos ilícitos en la zona de Urabá y Córdoba”
Desde luego un analista de inteligencia, fiscal o investigador judicial, le quedará fácil corroborar dicha afirmación ya que es muy fácil consultar a la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), quienes han monitoreado las plantaciones y aumentos de producción de cultivos ilícitos y narcóticos desde hace más de 30 años en Colombia y corroborarían que en la zona o jurisdicción de ese batallón, no había cultivos ilícitos en las fechas referidas; pero en caso contrario y lo pueden consultar ante los informes judiciales de decomiso de drogas y estupefacientes, el entonces coronel Leonardo Barrero Gordillo quien fue jefe de inteligencia y comandante del batallón Junín, hizo gran cantidad de incautaciones de drogas que superan las doce toneladas de cocaína y sus derivados al igual que de mariguana.
Esto indicaría que los operadores judiciales que escucharon a alias Otoniel, deberán coger con lupa todas y cada una de sus afirmaciones ante diferentes despachos; reconozco en los ex comandantes del Bloque Centauro y héroes del Llano de las AUC, a personas que han aportado enormes resultados de índole judicial al proceso de justicia y paz y, sobre todo, al proceso de pacificación en los llanos especialmente, Meta, Guaviare, Casanare y Vichada. Luego, si es importante analizar el porqué, una persona que se desmovilizó pero que abandonó el proceso y se rearmó para seguir delinquiendo con estructuras del narcotráfico como Otoniel, ahora que fue capturado, sí se volvió adalid de la verdad plena y verdad verdadera, y es por lo menos sospechoso, cómo a Otoniel le salieron tantos defensores de oficio, como el fabricante de falsos testigos de las cárceles Iván Cepeda, Piedad Córdoba, Danilo Rueda y hasta “periodistas” como Daniel Coronel presuntamente vinculado a narcos como Justo Pastor Perafan sirvió de defensor de oficio en este caso.
Como lo había afirmado en un artículo anterior, le decía a alias Otoniel que no se dejara utilizar más y, que pidiera una extradición exprés y no gastara más dinero en abogados y tinterillos que sólo se estaban aprovechando de él, ya que al final su extradición era inevitable. Todos sabemos del escaso nivel académico de Otoniel, igual que de sus nulos conocimientos en temas de derecho penal, esto fue aprovechado por muchos abogados para sacarle enormes cantidades de dinero, ojalá nos enteremos algún día cuanto recibieron esos defensores de oficio para trancar su envío prometiéndole que no sería extraditado a EE UU.
Pero al ver como se portó Otoniel estando capturado en Colombia, creo que deben estar muy preocupados aquellos que hicieron negocios de narcóticos con él o con miembros de su estructura, porque sin duda alguna, los va a delatar en EE UU, y esas delaciones podrían llevar a un ajuste de cuentas y capturas en Colombia y centro américa que, pondrían en declive total al clan del golfo. Estructura que no tiene ningún ideario político e ideológico ya que lamentablemente, sólo se han dedicado al manejo del narcotráfico en todas las zonas donde tienen presencia e influencia.
La verdad más apremiante que debe contar Otoniel, es quiénes son sus socios, testaferros y colaboradores en el narcotráfico dentro y fuera de Colombia y no lo dudo que lo hará ante las autoridades federales de EE UU.