Gustavo Petro tiene una guerra casada con los alcaldes de Medellín y Barranquilla y ahora la emprendió contra la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, a quien culpó de sabotear, a través de su influencia política, la votación de la consulta popular que le propuso al Congreso de la República y que fue rechazada en el Senado. Petro incluyó al Valle del Cauca en la lista negra de ciudades y departamentos a los que el gobierno nacional no les facilita el presupuesto para las obras.
La controversia comenzó el pasado 14 de mayo de 2025, cuando la plenaria del Senado rechazó la consulta popular impulsada por el presidente Petro, con 49 votos en contra y 47 a favor. Esta iniciativa buscaba ratificar, mediante voto ciudadano, temas clave de la agenda social del gobierno, incluyendo derechos laborales. Tras el fracaso, Petro señaló directamente a Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle del Cauca y exdirectora del Partido de la U, como una de las responsables, acusándola de influir en la bancada de su partido para que no respaldara la propuesta. En un mensaje publicado en su cuenta de X el 18 de mayo, el mandatario afirmó: “En el partido de la U, la actitud anticonsulta de la gobernadora del Valle partió las aguas. No era necesario impedir la voz de la sociedad completa porque desde la COP16, el gobierno ayudaba a la gobernadora del Valle en sacar adelante la sociedad vallecaucana. Lástima que el mundo laboral vallecaucano se quede sin gobernadora”.

El señalamiento de Petro se vio respaldado por la filtración de un chat atribuido al ministro del Interior, Armando Benedetti, publicado por la revista Cambio. En el mensaje, Benedetti habría pedido al ministro de Hacienda, Germán Ávila, “pararle todo a la gobernadora del Valle del Cauca” como represalia por el resultado en el Senado, acusándola de “traición”. Estas declaraciones generaron una fuerte reacción en el ámbito político, con críticas que acusaron al gobierno de intentar condicionar el presupuesto de las regiones en función de apoyos políticos.
Dilian Francisca Toro respondió de inmediato a las acusaciones. En una carta abierta dirigida al presidente Petro, publicada el 18 de mayo en la página oficial de la Gobernación del Valle y difundida ampliamente en redes sociales y medios de comunicación, la mandataria rechazó los señalamientos y defendió su trayectoria en la promoción de los derechos laborales. “Presidente, los derechos de los trabajadores no son una lucha exclusiva suya; han sido una lucha mía también, la he dado desde el Congreso, como gobernadora y como jefa que fui de un partido político”, afirmó Toro. Además, cuestionó la insinuación de que el Valle se quedaría “sin gobernadora” y pidió aclaraciones sobre si el gobierno planeaba frenar las obras en el departamento: “¿Está usted publicando la nota en la que hay unos supuestos chats ordenando que le frenen todo a la gobernadora del Valle del Cauca? ¿Avala usted esa orden?”.
Toro también enfatizó que, como gobernadora, no tiene voto en el Congreso y que las decisiones de la bancada del Partido de la U fueron autónomas. Subrayó que su partido presentó una ponencia alternativa para fortalecer la reforma laboral, lo que, según ella, demuestra su compromiso con los derechos de los trabajadores. En una entrevista con El País, la gobernadora insistió en que los recursos públicos “no son de los gobernantes” y llamó a los vallecaucanos a unirse para defender los proyectos del departamento.
El Partido de la U, en un comunicado oficial, respaldó a Toro y calificó las declaraciones de Petro como un “atentado contra el bienestar de los vallecaucanos” que vulnera los principios de descentralización consagrados en la Constitución. La colectividad aclaró que la votación en el Senado fue una decisión independiente de la bancada y que Toro no tuvo injerencia directa en el resultado. Asimismo, el presidente del Congreso, Efraín Cepeda, salió en defensa de la gobernadora, acusando a Petro de “amenazar” al Valle del Cauca y recordándole que los recursos presupuestales “no son para extorsionar ni arrinconar a los colombianos”.
Posteriormente, el 18 de mayo, Petro moderó su postura, afirmando que no culpaba directamente a Toro del hundimiento de la consulta popular. En un nuevo mensaje en X, señaló: “No culpo a Dilian por una razón; la consulta no fracasó, tiene mayorías en el Senado, por eso suspendieron la votación a los dos minutos. La consulta fue hurtada”. En este comentario, el presidente apuntó al presidente del Senado, Efraín Cepeda, como responsable de un supuesto “fraude” en el trámite legislativo.
La polémica con el Valle del Cauca se suma a las tensiones previas de Petro con los alcaldes de Medellín, Federico Gutiérrez, y Barranquilla, Alejandro Char, a quienes ha criticado por su oposición a ciertas políticas del gobierno nacional. En el caso de Medellín, Petro ha cuestionado la gestión de Gutiérrez en temas de seguridad y desarrollo, mientras que con Char ha habido desencuentros por el manejo de recursos para infraestructura. Estas disputas han alimentado la percepción de que el gobierno está condicionando el apoyo a las regiones en función de su alineación política, una práctica que ha sido ampliamente rechazada por líderes regionales y sectores políticos.
En el Valle del Cauca, la controversia ha generado preocupación sobre el impacto en proyectos clave como el Tren de Cercanías y otras obras de infraestructura que requieren apoyo del gobierno nacional. Toro, en su carta, hizo un llamado a la “cordura” y a resolver las diferencias con institucionalidad, subrayando que “los proyectos y obras son de los ciudadanos, no de los gobiernos”. Por su parte, Petro ha anunciado que presentará una nueva versión de la consulta popular, incluyendo una pregunta relacionada con la salud, lo que sugiere que el debate político seguirá candente en los próximos meses.