Por: Juliana Alvarado
Gustavo Petro uno de los más grandes aliados de Venezuela en el Continente.
Desde la llegada de Nicolás Maduro al poder en Venezuela en 2013, el país ha experimentado un marcado retroceso democrático y un incremento en prácticas autoritarias. Este proceso ha sido caracterizado por una erosión sistemática del Estado de Derecho, la violación de derechos humanos y una creciente concentración del poder en manos del ejecutivo. Además, la situación se ha visto influenciada por el apoyo de líderes políticos internacionales, incluido Gustavo Petro, presidente de Colombia, quien ha expresado una posición conciliadora hacia el régimen de Maduro.
A continuación, se detallan los aspectos más críticos de este retroceso:
Vulneración del Estado de Derecho
Bajo el liderazgo de Maduro, la independencia del poder judicial en Venezuela se ha visto severamente comprometida. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ha sido acusado de actuar en connivencia con el ejecutivo, emitiendo fallos que favorecen al gobierno y limitan la acción de la Asamblea Nacional, quien en apariencia debería ser controlada por la oposición. La reelección de Maduro en 2018 fue ampliamente considerada como fraudulenta, con denuncias de irregularidades y falta de transparencia.
Restricción de Derechos y Libertades
El gobierno de Maduro ha restringido de manera significativa las libertades civiles y políticas. Las manifestaciones de protesta han sido respondidas con represión violenta por parte de las fuerzas de seguridad, lo que ha resultado en detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos extrajudiciales. Organizaciones de derechos humanos han documentado numerosos casos de persecución de opositores políticos, periodistas y defensores de derechos humanos. Hechos que se han evidenciando en la capital Caracas, extendiéndose a varios estados, entre ellos, Táchira, fronterizo con Colombia.
Concentración del Poder
Maduro ha incrementado su control sobre las instituciones del Estado, disminuyendo la autonomía de poderes como la Asamblea Nacional y desplazando sus funciones a la Asamblea Nacional Constituyente, dominada por aliados del gobierno. Esta maniobra ha permitido al gobierno evadir contrapesos y mantenerse en el poder pese a la creciente oposición interna y externa.
Menor Protección Social y Crisis Humanitaria
A pesar de las promesas de una economía socialista y una mayor protección social, Venezuela ha sufrido una crisis económica y humanitaria devastadora. La hiperinflación, el colapso de los servicios públicos y la escasez de alimentos y medicinas han llevado a millones de venezolanos a la pobreza extrema o a emigrar. La falta de respuestas efectivas y la mala gestión han exacerbado estas condiciones, afectando desproporcionadamente a los más vulnerables. Aumentando el problema migratorio con grandes efectos sociales y económicos para Colombia, reflejo de esta realidad se evidencia en Cúcuta donde a diario cientos de venezolanos cruzan la frontera en busca de un mejor futuro.
Críticas y Sanciones Internacionales
La comunidad internacional ha criticado ampliamente la administración de Maduro por sus violaciones a los derechos humanos y la democracia. Organizaciones como las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA) han documentado abusos y han pedido la restauración de la democracia en el país. En respuesta a estas prácticas, numerosos países han impuesto sanciones económicas y diplomáticas contra altos funcionarios del gobierno venezolano, incluidos el propio Maduro y sus colaboradores cercanos.
Apoyo Internacional: El Caso de Gustavo Petro
En este contexto, el apoyo de Gustavo Petro, presidente de Colombia, ha sido significativo. Petro ha adoptado una postura de diálogo y reconciliación hacia el régimen de Maduro, abogando por el levantamiento de sanciones internacionales y el restablecimiento de relaciones diplomáticas plenas. Si bien Petro argumenta que este enfoque busca aliviar la crisis humanitaria y facilitar una transición democrática pacífica, sus críticos sostienen que podría legitimar a un régimen acusado de graves violaciones de derechos humanos y socavar los esfuerzos internacionales para presionar por reformas democráticas.
En resumen, bajo el liderazgo de Nicolás Maduro, Venezuela ha experimentado un claro retroceso hacia un régimen autoritario, marcado por la concentración del poder, la violación de derechos humanos y la erosión de las instituciones democráticas. El apoyo internacional, como el expresado por Gustavo Petro, agrega una dimensión compleja al escenario, subrayando los desafíos en la búsqueda de una solución pacífica y democrática para el país.
Llegados a este punto y en pleno ejercicio de mi creencia, considero que solo mediante la fe en Dios se puede reconstruir desde los cimientos un pueblo que renace del dolor y debe derrocar la mentira.