Por: Fernando Álvarez
La senadora María Fernanda Cabal parece que será el palo en el uribismo. En la primera encuesta sobre la intención de voto que hizo Semana y con sólo dos meses de campaña supera a Oscar Iván Zuluaga, a Paloma Valencia, a Rafael Nieto y a Edward Rodríguez. Comparte ese liderazgo con Federíco Gutiérrez, quien lleva casí un año de campaña y viene de ser gobernador de Antioquia.
Todo indica que la senadora Cabal entró con pie derecho, literalmente, porque su distintivo en el uribismo es que ella se ubica en la derecha y no cree que el palo esté para cucharas en materia de definiciones frente a la izquierda y al peligro que representan las fuerzas mamertas de todos los pelambres.
Precisamente el presidente Iván Duqe parece haber metido basa en la discusión de cara al 2022 este fin de semana, cuando dijo que el candidato del Centro Democrático saldrá del centro y no de la derecha, con lo cual confirmaría porque el uribismo de base puede estar pensando en alguien radical más que en los que por esta época de pisar pianito y de poner paños de agua tibia, comienzan a pulular.
Los uribistas son radicales en torno a los Acuerdos de La Habana y al tumbado que le pegaron los santistas al plebiscito, con lo cual va a ser dificil que los tibios uribistas se ganen el favor de los electores que aún no se reponen inclusive de que a Oscar Iván Zuluaga le hayan arrebatado el triunfo con toda clase de marrullas.
Duque es el presidente y tiene el poder pero muy pocos uribistas creen que él esté en condiciones de poner presidente. El guiño que hace sutilmente a Oscar Iván puede terminar con el efecto contrario porque los índices de popularidad del presidente donde están más bajos es en las bases uribistas.
Una de las razones por las que la aspirante vallecaucana ha pasado a puntear las encuestas en el uribismo es porque justamente se ha apartado del gobierno de Duque en temas como la seguridad y la autoridad, los cuales son para ella las claves si se quiere seguir con el legado del expresidente Alvaro Uribe, es decir, de los tres huevitos. No para de recordar la seguridad, la confianza inversionista y la cohesión social.
Otra de las razones porque Cabal ha destacado es porque no le tembló la voz para oponerse a los paros y los bloqueos que protagonizó la izquierda y llegó incluso a calificarla como una “toma guerrillera”. Ha enfrentado sin complejos de derecha el populismo de Gustavo Petro y denucnia permanentemente la manipulación que se ha hecho a partir de los Acuerdos de La Habana. No tiene pelos en la lengua para llamar al pan, pan y al vino,vino y no se le arrodilla a los guerrilleros, ni a los narcos, ni a los organismos internacionales que los defienden.
Uno de los senadores que salió a darle palo a la candidata María Fernanda Cabal es Ernesto Mácias, cuya popularidad es a la inversa. La opinión pública y las bases uribistas lo ven como un manzanillo típico de la politiquería y eso es justamente lo que no quieren los uribistas que buscan alguien con autoridad pero con distancia de las prácticas tradicionales. Famoso por las “jugaditas” cuando fue presidente del Senado y porque desde varios flancos le cuestionan hasta sus títulos académicos.
Que Duque y Macías inviten a no pensar en Cabal puede darle réditos a la candidata, que no tiene cuotas que defender en el gobierno ni quiere ganarse la medalla de ser políticamente correcta. Es más probable que los uribistas escojan el que no diga Duque.
El Centro Democrático ya se puso de acuerdo en que escogerá a su candidato único a través de encuestas y María Fernada Cabal ya picó en punta. Luego de la reunión de los 5 precandidatos con el expresidente Alvaro Uribe, como jefe del partido, se llegó a la conclusión de que se harán cinco foros regionales y tres encuestas para definir la candidatura única del partido.
Al paso que van y si se juega limpio Maria Fernanda Cabal puede terminar siendo “la que diga Uribe” porque aunque todavía falta mucho trecho, lo que si va necesitar el uribismo es alguien con pantalones y Cabal ha mostrado que los tiene bien puestos. Y para derrotar a Petro es posible que las bases uribistas sientan que se necesitan una mujer con pantalones, como dice la canción de Nicolas Tovar. Después de los episodios de los paros y bloqueos los colombianos pueden pensar más en una dama de hierro que en un hombre que pele el cobre.
Incluso hay quienes le recomiendan a la candidata que modere el tono pero ella siente que en estos momentos no se puede bajar la guardia frente a la izquierda, que finalmente terminará en causa común con las extrema izquierda.
Maria Fernanda Cabal considera que la pelea hoy contra la extrema izquierda incluye enfrentar a los narcoguerrilleros, a sus aliados los narcos y a todos los que por ser políticamente correctos le hacen el juego al Socialismo del Siglo XXI y al comunismo internacional. No cree que las buenas maneras son la manera de derrotar a los mamertos ni considera que las posiciones vergonzantes sean la forma de enfrentar al radicalismo de izquierda y sus negocios. Y eso es lo que le gusta a las bases uribistas.