Por: Germán Senna Pico
En la semana anterior escuchamos otra declaración fantasiosa de uno de los ex directores del fondo ganadero de Córdoba, el señor Benito Molina Velarde, quien en la misma línea de otro ex gerente del fondo ganadero de Córdoba Benito Osorio, quienes en el ocaso de sus vidas, han ido tejiendo un mundo de artilugios de hechos de posverdad lógicamente que sólo existe en la maquiavélica mente ya desgastada de estos sujetos y que ahora posan de epilogo de la verdad histórica del sector ganadero del departamento de córdoba.
Al escuchar las declaraciones de estos dos personajes, uno se sorprende, más porque los que vivimos en Córdoba y Antioquia departamentos donde nos tocó padecer en los años 80 y 90, los hechos de secuestro y actos de terrorismo cometidos en el Urabá cordobés y Urabá antioqueño por parte del EPL y los frentes 18, 57, 5 y 58 de las FARC. Pero se hace necesario ahondar en todos los temas referidos por estos dos personajes, sin dudas en la zona de Urabá antioqueño y cordobés hubo compra de terrenos a bajo costo y muchos de ellos con presiones de las AUC, eso no tiene discusión. ¿Pero se debe aclarar cual es la razón para direccionar eso sólo al fondo ganadero de córdoba?
Lo que se presentó, fue un negocio de interés personal y particular de Mancuso con sus dos amigos del fondo ganadero de córdoba Benito Osorio y Benito Molina con Vicente Castaño, quien era desde luego uno de los máximos jefes de las autodefensas campesinas de córdoba y Urabá (ACCU)-AUC, ya que en estos negocios, jamás se benefició la organización armada AUC o antes ACCU, puesto que el aporte económico de los hermanos castaño Carlos y Vicente, al igual que Mancuso, era mínimo y se puede decir que eran unas remoras viviendo de los aportes de otras fuentes de financiación para su enriquecimiento personal e ilícito.
Luego, sería bueno que se investigue y aclararen ante la justicia, si los beneficios económicos de estas actividades ilícitas cometidas por estos personajes, ingresaron a las arcas de la organización armada, o sí, mas bien, se persigue los fondos y patrimonio injustificado de familiares de mancuso, de los Castaño y de los dos ex gerentes del fondo ganadero, quienes sí disfrutaron del pecunio ilícito de estas actividades.
En el mundo político vemos como la burocracia de los partidos, llena los puestos o vacantes con una manada de inexpertos e inescrupulosos que sólo van a presumir que ellos son jefes, cuando en realidad son un trabajador más, así lo vemos en el mundo de los gremios y empresas, colocan a un mandadero que ejerza como jefe de una entidad, cuando en realidad, se percibe que detrás de él hay un jefe que no aparece en el aviso pero, es al que se le rinden cuentas. Ese puesto de jefe del fondo ganadero de Córdoba siempre ha sido así, y ustedes lo pueden ver en las declaraciones de sus supuestos jefes, creo que el único y verdadero hombre jefe del fondo ganadero y de GANACOR, fue el Doctor Rodrigo García Caicedo, persona que de verdad dejó un vació inmenso en la región.
Pero vemos que desde la época del ex fiscal Alfonso Gómez Méndez, se inició una estigmatización y ofensiva mediática judicial, contra el gremio ganadero de Colombia y en especial del gremio ganadero de Córdoba y Antioquia. De hecho, en 1997 se produjo unos operativos en Córdoba y Antioquia con la excusa de buscar las finanzas de las AUC en el sector ganadero, operativo que no produjo los resultados esperados y, más bien trajo una serie de demandas al ente acusador en cabeza del ex fiscal Gómez Méndez, recordemos que en ese operativo miembros del CTI y fuerza pública, mataron a un celador de una casa y que además se perdieron muchas cosas que no fueron reportadas en los allanamientos.
Nos debemos hacer una pregunta que debe responder la fiscalía o los investigadores judiciales que tanto hurgan en personas pertenecientes al sector ganadero de Córdoba y Antioquia, teniendo en cuenta que se habla del despojo de tierras solo del 95 al 2005. ¿Pero se han dignado a preguntar sobre el despojo realizado por las FARC y EPL desde los años 80 y hasta el 2000? No lo hacen porque se les caería el argumento del supuesto despojo de tierras del gremio ganadero a campesinos en Urabá.
Desde 1980 y hasta el año 2000 el EPL y FARC, desplazaron, asesinaron y despojaron a muchas familias de Urabá Antioqueño, Chocoano y Cordobés; fuimos víctimas de homicidio, desaparición, desplazamiento y despojo de nuestra propiedad por parte de los dos grupos armados en esta región, de hecho, hace un tiempo en mi condición de víctima y en representación de mi familia, acudí a la JEP para obtener respuesta del paradero de mis seres queridos, sin que a la fecha haya habido algún pronunciamiento.
Dice Benito Molina ex gerente del fondo ganadero de Córdoba, que hubo un direccionamiento desde Bogotá y desde montería, para crear latifundios en la zona de Urabá y se va hasta el año 96 y pone de presente una reunión en la brigada del ejercito de montería donde conoció a Carlos Castaño y, donde según él, se direccionó todo para crear un plan conjunto de despojo en esta zona, nada mas alejado de la verdad pero el señor haciendo uso de la posverdad para beneficio propio, crea o recrea eventos para que este relato se vuelva acusación y llegue a verdad jurídica mediática, aunque en verdad todo eso esté alejado de la verdad verdadera, verdad judicial y verdad histórica.
Si vamos hablar de despojo en Córdoba y Urabá, no podemos dejar de mencionar a Gerardo Vega Medina, antiguo integrante del EPL, quien ahora posa de adalid de la moral y supuesto líder de restitución de tierras, quien con su ONG forjando futuros, ha presentado informes a la comisión de la verdad del curita de Roux y a la JEP hablando del despojo de tulapas y otras zonas de la región, pero omite todo lo que tenga que ver sus responsabilidades en los miles de asesinatos y despojo que ellos como miembros del EPL realizaron en Urabá y Córdoba.
Ojalá Benito Molina y Benito Osorio, en vez de direccionar falsos testimonios sobre hechos que no ocurrieron, mejor entreguen los bienes mal habidos que ellos y sus familias obtuvieron con actividades ilícitas cuando se beneficiaron del poder militar de las AUC de la mano de Mancuso y Vicente Cataño, enriqueciéndose a costillas de campesinos pobres y ahora con el efecto posverdad, pretenden reescribir la historia a beneficio propio para obtener subrogados penales.