Por: Diana Perafán
El martes 3 de agosto se celebró en Popayán capital del departamento del Cauca, el encuentro regional de la Comisión de la Verdad presidida por el padre Francisco de Roux, en el marco de diálogos para la no continuidad y la no repetición del conflicto armado.
En el panel de invitados pudimos ver el mismo libreto manejado al amaño de la dirigencia de izquierda que se aprovecha de los relatos de post verdad, como si estos fueran la única y última palabra sobre la violencia en nuestro país.
En sus recorridos por diferentes zonas del país de la comisión de la verdad con el cura De Roux a la cabeza, siempre vemos el mismo libreto de incriminación a determinado actor armado y culpando desde luego a entidades castrenses (fuerzas militares y policía), sin qué vayamos ex culpar a estos últimos de graves violaciones a los DD HH, ni omitiendo relatos de los hechos perpetrados por muchos grupos armados algunos afines a las identidades políticas e ideológicas de los panelistas, llegando al punto incluso de romantizar y justificar las acciones terroristas de esos actores armados.
Sobre la comisión de la verdad, no esperaremos nada que visibilice a las verdaderas víctimas dándoles el lugar que les pertenece en la historia, donde se visibilicen los crímenes y actos de salvajismo cometidos por determinados grupos armados y algunos líderes muchos de ellos, amparados por la jurisdicción indígena para dar impunidad a los encartados en diferentes delitos
La comisionada Alejandra Miller preguntó sobre el por qué, la fuerza pública no actúa con contundencia en el departamento del Cauca, paso seguido le dio la palabra al consejero del CRIC, Edwin Mauricio Capaz Lectamo, en la intervención de éste, sólo justificó la mal llamado autodeterminación y ancestralidad indígena, pero omitió las acciones donde ellos impiden la acción legitima de las autoridades judiciales y militares en estas zonas.
Nada dijo sobre las acciones y vinculación de éstos con el narcotráfico, cultivos ilícitos y demás actos que se cometen en territorios indígenas, donde atribuyéndose cierta superioridad y gobierno autónomo, con la mal concebida jurisdicción indígena, apelan a la custodia de capturados responsables de graves hechos y, a la expulsión de las autoridades castrenses y judiciales, dejando así, el camino libre para los actores armados y narcotráfico en muchas zonas de mi departamento.
Se desconoce por parte de la comisión de la verdad, que el Cauca tiene muchos liderazgos más allá de los denominados por los libretos de cierto sector que ha cooptado a esta comisión, y qué, cada día tiene menos legitimidad en nuestros territorios apartados y a nivel nacional.
El ex miembro de las FARC, Luis Eliecer Rueda alias Martin Aldecoa, a la pregunta de la comisionada Alejandra Miller, sobre la responsabilidad de las antiguas FARC en el rearme de las disidencias, éste básicamente respondió que el acuerdo de la Habana es integral y qué cómo no se les ha cumplido a ex FARC, estos han tomado la decisión de irse a los nuevos grupos y qué debido a la no implementación del acuerdo, esto ocasiona una inestabilidad que conducido a muchos ex FARC al rearme, poniendo de presente los más de 251 ex miembros de las FARC asesinados.
De acuerdo al raciocinio y respuesta de alias Martin Aldecoa, me pregunto.
¿Qué dirán los ex miembros de las Autodefensas que no se han rearmado, a pesar de las limitaciones impuesta por la justicia a éstos donde les han coartado todos sus derechos civiles y políticos y, qué además no tienen acceso a la banca, ni tampoco son aceptados en ninguna empresa desterrándolos de la cadena laboral y productiva de la nación y donde a fecha 30 de abril de 2021 se conoce por parte de informe de la (ARN) que han asesinados a 4902 ex miembros de las AUC?
Eso es un genocidio que la Comisión de Derechos Humanos del congreso de la republica le debe poner atención de manera inmediata, y donde la comisión de la verdad debe realizar una audiencia para visibilizar y denunciar esta cruel realidad que se esconde con la complicidad de las instituciones encargadas de la preservación de la dignidad e integridad humana de estos ex combatientes.
Últimamente hemos mirado la puesta en escena o show de Mancuso y Timochenko, pero de verdad poco. Mancuso siempre hablando de muchas cosas que judicialmente no se pueden probar y que sus ex compañeros lo desmienten públicamente.
En mi condición de líder de víctimas, tengo muchísimos casos donde los perpetradores son las Autodefensas, Farc y de las fuerzas militares y de policía. Uno de los casos emblemáticos, es la masacre del Nilo en Caloto donde murieron más de 20 personas, entre ellos tres menores de edad, las víctimas de esta masacre, al igual que las víctimas de la masacre de los Uvos, merecían estar en el encuentro de la comisión de la verdad en Cauca, pero estas nunca fueron tenidas en cuenta por esta comisión.
En búsqueda de esa verdad, ingresé a varias cárceles buscando a esos victimarios de las AUC que perpetraron esa cruel masacre contra comuneros indígenas, el paramilitar Orlando Villa Zapata alias RUBEN, nos contó todos los pormenores pre y post a la masacre, sin dudas fue una masacre perpetrada por las AUC, pero el tribunal de justicia y paz de Bogotá, alude o dice, que este hecho no fue perpetrado por las AUC, pero hay un paramilitar condenado por esta masacre.
Solicitamos a todos los entes judiciales, que nos explicaran cómo se digiere eso, pero a la fecha no hemos tenido respuesta, y las victimas sobrevivientes de esta masacre reconocen a las autodefensas como sus perpetradores, no sabemos que manos oscuras hay al interior del tribunal de justicia y paz con un colectivo de abogados para ocultar la verdad sobre esta horrible masacre.
Las verdaderas víctimas no han tenido ECO en la comisión de la verdad, al igual que siguen sin reparación, pero sí, muchos victimarios que desean darse cierta vitrina incluso mintiéndole al país y a las víctimas, congraciándose con los relatos de la post-verdad desviando sus propias responsabilidades por miles de crímenes.
Diana Perafan Hurtado
Líder de victimas Cauca