Por: Andrés Villota Gómez
La República de China fue fundada en 1912, tras la caída de la Dinastía Qing que duró desde el año 1644 hasta el año 1911. En el año 1949, los comunistas chinos al mando de Mao Tse-tung dan un Golpe de Estado al gobierno legitimo de la República de China y se toman el poder de manera violenta, tumbando al presidente Chiang Kai-shek del Partido Nacionalista que se establece en la Isla de Formosa con su equipo de gobierno, los chinos que no lograron esclavizar los comunistas de Mao y todo el acervo cultural que pudo salvar de la destrucción que emprendería Mao, posteriormente, durante la Revolución Cultural.
El presidente Chiang Kai-shek se estableció en el territorio del archipiélago de Taiwán y mantuvo a la República de China, mientras que el resto del país fue bautizado por Mao como Republica Popular de China, creando un nuevo país que no fue reconocido por la gran mayoría de la comunidad internacional, que solo reconocía la existencia de la República de China fundada el 1 de enero de 1912. La República de China fue uno de los miembros fundadores de la ONU, que tuvo asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas desde el día de su fundación hasta que, en el año de 1971, su lugar fue tomado a la brava por la dictadura comunista de la China Popular. Ese cambio insólito fue la consecuencia del cumplimiento de una de las varias exigencias que le hizo el dictador Mao Tse tung al Secretario de Estado de los Estados Unidos de América, de ese entonces, Henry Kissinger, como condición para establecer relaciones diplomáticas. La otra, fue reconocer la existencia de una sola China.
El reconocimiento y posterior establecimiento de relaciones diplomáticas con la dictadura comunista de la China Popular por parte de varias de las naciones, trajo como consecuencia el detrimento de la posición y de los intereses de la República de China (Taiwán) que resultó siendo marginada de la ONU y de todos los organismos multilaterales. La República de China (Taiwán) fundada en 1912, la original, terminó siendo relegada de su puesto privilegiado en la comunidad internacional ante la usurpación de la que fue víctima.
Colombia solo reconocía y mantenía relaciones diplomáticas con la República de China (Taiwán). Desde el año de 1947, se estableció la misión diplomática de la República de China (Taiwán) en Colombia que, posteriormente, fue promovida a Embajada permanente en 1961. Años después se abrió un Consulado General en Barranquilla.
El gobierno de Colombia nombró a su embajador en Japón como embajador concurrente ante la República de China (Taiwán) en 1961. La Embajada de Colombia en Taipéi fue establecida formalmente desde el año de 1965.
La República de China (Taiwán) rompió relaciones diplomáticas con Colombia en 1980, por considerar como un acto inamistoso el que Colombia hubiera reconocido y establecido relaciones diplomáticas con la China Popular en febrero de 1980.
Colombia, como es usual, después de la pérdida de Panamá, no tiene una política exterior definida que se limita a ir al vaivén de los gustos y preferencias del Presidente de la República de turno. La visita a la República de China (Taiwán) de la presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, la Speaker, Nancy Pelosi, es un reconocimiento de facto a la existencia de dos Chinas. La original y la usurpadora.
La molestia de Pekín es grande porque la Speaker de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, es la que asumiría el poder en caso de que Joe Biden y Kamala Harris, renunciaran o les hicieran un impeachment o fueran destituidos por fraude electoral.
Por las paradojas de la geopolítica, de la diplomacia y de las relaciones internacionales, así como un disminuido y debilitado presidente Richard Nixon, rompió con el orden mundial establecido para ganar algo de aire en una difícil situación interna, es muy probable que los asesores de un muy débil y errático Joe Biden, en lo interno y externo, le aconsejaran revertir las relaciones diplomáticas con la comunista China Popular para tratar de ganar algo de aire y tiempo en lo local, y tratar de salvar de la catástrofe que se avecina, en las elecciones parlamentarias de noviembre del 2022, para el partido de gobierno, el Partido Demócrata de Joe Biden y de Nancy Pelosi.