La activa visita del presidente Iván Duque a israel, con oración en el muro de las lamentaciones, plantación de un árbol en tierra santa y homenaje al monumento de las víctimas del Holocausto, marcó distancia de lo que fuera la atropellada relación de su antecesor, el expresidente Juan Manuel Santos con la comunidad judía en Colombia y con Israel.
Mientras el expresidente Santos es de ingrata recordación en la Comunidad judía en general; el presidente Duque se la jugó de frente con Israel, un estado con gran influencia política y económica en todo el mundo y aliado primordial de Colombia en distintos frentes.
Nos honra esta #VisitaAIsrael, que alcanza el punto más alto de nuestras relaciones bilaterales, gracias a instrumentos como el TLC, que ha contado con un importante respaldo por parte del PM, @naftalibennett. Seguiremos trabajando por el bienestar de nuestros pueblos. pic.twitter.com/wlHYstQDUX
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) November 8, 2021
El gobierno Duque no sólo selló importantes alianzas comerciales y abrió una oficina de INNPULSA en Jerusalén, sino que fue más allá en una declaración, que luego fue corregida por las vías diplomáticas, en la que el ministro de la Defensa de Colombia, desde Israel, calificó al grupo terrorista Hezbolla y al Estado de Irán,-amenazas para Israel-, como enemigos de Colombia.
Duque salió a bajarle el tono a las declaraciones de Molano pero la posición quedó marcada y la declaración hecha y registrada por medios de todo el mundo.

Israel es el principal aliado de Colombia en materia militar, al punto que su cooperación tecnológica es tan importante como la del gobierno de Estados Unidos. Colombia es la primera potencia en tecnología con drones militares gracias a Israel y es su principal aliado estratégico en la región.
Con cooperación en casi todos los organismos de inteligencia, de cara a potenciales amenazas contra sus ciudadanos tanto en su país como en la región, Israel mantiene activo el radar ante la presencia de milicias terroristas en la región especialmente en Venezuela donde se han entregado pasaportes y nacionalidad a más de tres mil ciudadanos sirios e iraníes. Todo lo anterior se marcó como prioridad en la reunión con el gobierno de Duque.
Con Santos la relación fue distinta. Al comienzo de su gobierno el expresidente se hizo rodear de la comunidad judía, se mostró como su amigo, concurrió a reuniones, foros y hasta cultos a sabiendas del valor del respaldo de la comunidad y de Israel a su gobierno y a su proceso de paz con el grupo terrorista de las Farc.
Todo marchaba sin contratiempos en el plano diplomático hasta que Santos mostró una faceta desconocida. Antisemita para algunos y simplemente traidora para otros.
72 horas antes de terminar su segundo periodo en la Presidencia, Juan Manuel Santos dejó envenenadas las relaciones diplomáticas con Israel y sin consultar a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores reconoció a Palestina como un Estado.
Esa decisión sorprendió pues en distintas oportunidades el mismo había dicho ante la comunidad judía en Colombia y en otros escenarios que el reconocimiento del Estado de Palestina debía surgir de una negociación entre las partes: Palestina e Israel. La decisión tomada horas antes de su salida de la Presidencia sólo se vino a conocer cuando ya había abandonado su cargo.
Santos se había mostrado como un amigo de Israel y los traicionó a sabiendas de la importancia del pleito diplomático con Palestina que constituye una cuestión fundamental para la nación Hebrea.
En mayo se 2019 Santos retomó contra Israel y declaró en una entrevista en radio: ‘: «el Parlamento israelí pasó una ley oprobiosa donde les da un tratamiento a los palestinos que viven en Israel parecido a la ley que los alemanes pasaron contra los judíos en los años 30». Su comentario fue repudiado por la Comunidad Judía en Colombia y aunque posteriormente se disculpó, su impronta quedó marcada para siempre en la comunidad judía de Colombia e Israel.
Aunque en 2014 firmó el Tratado de Libre Comercio que hoy permite las alianzas que logró sellar el Presidente Iván Duque y actualmente forma parte de la junta directiva de la fundación Rockefeller lo cierto es que el expresidente Santos también traicionó a la Comunidad Judía y dejó maltratadas unas relaciones de estado que con su viaje y sus movidas tácticas frente a Israel, Iván Duque logra recomponer.