Marcha opositora en Venezuela: una convocatoria que quedó corta

Por: El Expediente

La convocatoria realizada por la oposición venezolana el 9 de enero de 2025 para desafiar la investidura de Nicolás Maduro y respaldar la proclamación de Edmundo González Urrutia no logró reunir a la cantidad de manifestantes esperada. A pesar de una intensa campaña previa y la esperanza de movilizar a grandes masas, la participación ciudadana fue significativamente menor a lo esperado.

A pesar de que la convocatoria constituía un momento histórico y se había realizado varios meses atrás como una oportunidad para que la oposición llevaran contra las cuerdas a Nicolás Maduro y lo forzaran a reconocer la victoria de Edmundo González Urrutia, lo cierto es que la marcha no fue lo que la oposición esperaba y las calles no le respondieron a la líder opositora Maria Corina Machado.

La cruda realidad para los venezolanos es que la asistencia, especialmente en Caracas, la capital de Venezuela, fue muy limitada. Contrario a las expectativas de ver «ríos de gente» marchando hacia el Palacio de Miraflores, las calles no reflejaron el apoyo masivo que se esperaba.

Según diversas fuentes en redes sociales y medios digitales, la marcha de la oposición no logró el impacto deseado, con algunos usuarios describiendo la convocatoria como «pírrica» o un «fracaso total» en términos de asistencia y visibilidad pública.

La marcha no tuvo ningún efecto concreto y, por el contrario, se generó un debate sobre el supuesto secuestro de la líder opositora María Corina Machado. Varios medios de comunicación informaron que había sido retenida por el régimen de Nicolás Maduro; sin embargo, pocos minutos después se filtró un breve video en el que ella misma afirmaba que estaba bien, libre y a salvo. Esta contradicción ha dado lugar a cuestionamientos sobre la veracidad del supuesto secuestro y se ha convertido en el centro del debate post-marcha, distrayendo de los objetivos iniciales de la manifestación.

Según publicaciones en línea, el evento no únicamente falló en mostrar la fuerza de la oposición sino que también fue superado en magnitud por las contramanifestaciones del chavismo, que lograron una presencia significativa en la capital. Un análisis de medios como BBC Mundo, CNN en Español y Reuters, indica que mientras la oposición esperaba consolidar una narrativa de victoria electoral fraudulenta, la realidad de la asistencia limitada y las controversias sobre la detención de Machado contribuyeron a una percepción de desorganización y falta de fuerza política.

La cobertura mediática también ha destacado la respuesta del gobierno, que no sólo mantuvo su apretón sobre el poder sino que, a través de su control sobre las fuerzas de seguridad, logró enmarcar la jornada como una de «normalidad» en contraste con las expectativas de la oposición. La oposición, por su parte, enfrenta ahora el desafío de reevaluar sus estrategias de movilización y comunicación, ya que este evento ha puesto en duda su capacidad de convocatoria y cohesión.

Lo cierto es que la marcha de la oposición en Venezuela no logró su objetivo de presionar a Maduro ni de reafirmar la victoria electoral de González Urrutia. En cambio, ha abierto un debate sobre la efectividad de la oposición venezolana para movilizar a sus seguidores. La marcha, vista por algunos como una oportunidad fallida, deja a la oposición en una posición difícil.

Los líderes opositores calificaron la convocatoria como un éxito, a pesar de la baja asistencia, y reiteraron su compromiso con la lucha por la democracia.

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