Por: Fernando Torres Mejía
Hoy se está celebrando las elecciones presidenciales en Costa Rica, en donde reina la confusión porque en la baraja hay 25 candidatos, en un país de tan solo 5 millones de habitantes, mientras que en Colombia llegamos a tener 59 precandidatos y a hoy contamos con 19, tras la renuncia el pasado jueves de Juan Fernando Cristo, con la diferencia que los Ticos son de lejos, menos burócratas y derrochadores que nosotros, pues no pagan consultas innecesarias que lo único que buscan es publicitar candidatos que nada tienen que hacer, y de paso pagarles una millonada por la reposición de votos.
Es claro que muchos de los que hoy aspiran a la presidencia lo hacen de manera “inoficiosa” porque saben que nada tienen que hacer, otros, porque con los escasos votos que logran alcanzar podrán “canjearlos” por puestos y prebendas, y finalmente tenemos los que jamás llegarán a tan alta dignidad.
Vamos a mirar los que aún suenan y los que tienen posibilidad de ganar.
Óscar Iván Zuluaga: En 2014, gozaba del apoyo total del Centro Democrático, de hecho gano en primera vuelta y extrañamente perdió en segunda con Santos, que por cierto, muchos aseguran que se las “robaron”, hoy un número importante de militantes y congresistas de su colectividad, le han quitado su respaldo. Le paso su cuarto de hora para llegar a la presidencia.
Sergio Fajardo: Su falta de coherencia entre lo que dice y hace no lo deja ver como una persona que toma posiciones frente a los problemas del país. Hoy no cuenta con el apoyo de hace cuatro años, tiene muchos escollos jurídicos que resolver y la falta de sustancia de sus intervenciones vuelven esa opción imposible. Tiene una posición carente de ideas críticas, de propuestas y de plantear verdaderas soluciones y reformas, es sus intervenciones, se le nota distante o mejor desconectado y sin conocimiento real de los problemas que nos aquejan. Posiblemente, gane la consulta, pero de ahí no pasara.
Juan Manuel Galán: uno de los tantos delfines que por cuenta de su apellido, quiere sacar réditos electorales sin mayor éxito. A pesar de la lucha frontal de su padre contra las drogas, insiste en su legalización impulsándola a toda costa, de otra parte junto con su familia se dedicaron a vivir y enriquecerse por cuenta del estado con jugosos contratos. Posa de ser adalid de la moral, de luchar contra la corrupción, de acabar con el continuismo y el clientelismo, pero hace parte de una coalición que no ofrece nada distinto a lo que están promoviendo. No pasará nada con él en esta oportunidad.
Alejandro Gaviria: “Yo soy el candidato que mejor está preparado para ser presidente de este país”. Una persona arrogante y prepotente, que se cree el “mesías” que llego para solucionar todos los inconvenientes del país. Además, con sus enfrentamientos con Ingrid Betancourt, quedo demostrado que es más de lo mismo, y aunque pose de independiente y de no aliarse con las maquinarias y politiqueros, sus últimos actos demuestran que, por el contrario, no tendremos cambios importantes en la forma de hacer política y ganar al precio que sea, con el agravante que parece desconectado de la realidad de lo que sucede con el vecino país, e insiste en retomar las relaciones diplomáticas y haciéndole guiños como “me gustaría tomarme un café con Nicolás Maduro”. Si bien es cierto ha logrado algún reconocimiento, no le alcanzara para ganar la consulta.
Alejandro Char: Sin duda, viene de una familia muy poderosa que es capaz de comprar y conseguir lo que sea, y muestra de esto, fue llegar a la registraduría con más de 2.5 Millones de firmas en tiempo récord. En sus dos alcaldías en Barranquilla lo hizo bien y así lo reflejan las encuestas y su gestión, aunque le falta reconocimiento nacional. Su casa política por cuenta del escándalo de la Merlano se ha visto salpicada por corrupción y malos manejos. Se especula que sería una de las tantas cartas del jugador de “póker” que en los próximos días podría destapar. No presenta propuestas y no ha despertado el interés nacional. Con todo y su poder económico, no tiene ninguna opción, al menos por ahora.
Federico Gutiérrez: Recio, frentero, que fija posiciones y con carisma, pero no logra despegar en las encuestas, cuenta con el respaldo de una fracción importante del Centro Democrático porque ven en él, firmeza y determinación en sus decisiones de la lucha contra los grupos delincuenciales y como lo demostró en su paso por la alcaldía, no le tembló la mano para enfrentar los grupos armados que mantenían azotado a Medellín. Sin duda, Fico como se le conoce, es un líder, pero falta verlo en otros espacios de la vida pública. Podría ganar la coalición y de ser así, es una de las alternativas de la derecha, para enfrentar en segunda vuelta a la izquierda.
Rodolfo Hernández: Su altanería, grosería y falta de “glamour” no le ayudan a conectarse y despertar el apoyo de los sectores de clase media y alta, pero ese estilo desfachatado, sin tacto, lo ha llevado a conquistar a muchos colombianos que le están brindando su apoyo y así lo reflejan las encuestas que ya lo ubican en el segundo lugar en la intención de voto. Con más de 280.000 seguidores en TikTok, se pueden considerar el “rey” de esta red social, si lo comparamos con los demás que están en contienda, y es que la base de su campaña son las redes sociales. Es candidato independiente y como van las cosas, podría estar en segunda vuelta.
Gustavo Petro: Aunque es economista, es claro que este no es su fuerte por las salidas en falso que está anunciando, para mejorar la reactivación, incrementar el empleo y mejorar la condición de vida de los colombianos. Su historial delincuencial y su cercanía con las FARC, el ELN, Maduro y el gobierno cubano, le juegan una mala pasada, pero también debemos reconocerle su capacidad de oratoria, su estrategia que buenos réditos le están dejando, y sus jugadas internacionales como la reciente visita al pontífice Francisco, y es claro que a hoy, es el único que ha presentado un programa con propuestas, mientras que los demás, se han enfrascado en peleas internas, egos que solo los está desdibujando del espectro político. Sin duda, estará en segunda vuelta.