Uno de los eslabones entre el gobierno nacional y la posible infiltración de la campaña de Óscar Iván Zuluaga por parte de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) en Colombia es el hacker español Rafael Revert. Está comprobado que este espía cibernético trabajaba desde el pasado con la DNI como lo reconoció el almirante y director de la DNI Álvaro Echándia Durán en su declaración al Congreso de la República consecuencia de la investigación del HackerGate que publicó el portal Las2Orillas y también fue señalado por el condenado hacker Andrés Sepúlveda en su entrevista de este 8 de mayo con Vicky Dávila donde se refirió a él como una de las personas que deberían estar pagando cárcel. (Ver: ¿Quién está detrás de la intención de Andrés Sepúlveda para ingresar a la JEP?)
Pero Rafael Revert está blindado con un grueso caparazón y nada ha logrado hacerlo responder por sus actividades en Colombia y en otros países donde ha trabajado con la agencias de inteligencia como es el caso Ecuador bajo el gobierno del expresidente Rafael Correa. Los secretos que tiene Revert de operaciones de inteligencia militar y su complicidad y trabajo conjunto con ambos gobiernos le han permitido mantenerse tranquilo sin que la justicia lo haya requerido al menos a dar explicaciones.
Rafael Revert fue la persona que, a espaldas de su entonces socio Andrés Sepúlveda, grabó el vídeo de Óscar Iván Zuluaga recibiendo un reporte en las oficinas del hacker y asesor en publicidad y redes que había sido contratado por la campaña presidencial del uribismo. Revert, un verdadero hacker con amplia experiencia, fue reclutado en paralelo por la DNI bajo el esquema de gastos reservados, para tenerle un anzuelo a Sepúlveda y a Zuluaga, documentarlo y presentar toda la evidencia ante la Fiscalía de Eduardo Montealegre y Jorge Perdomo. Siempre fue un testigo anónimo y protegido por la agencia de inteligencia del Estado que reemplazó al DAS y que sólo le reporta al Presidente de la República.
Andrés Sepúlveda fue capturado por el CTI en mayo de 2014, comenzó el proceso judicial en su contra, se decantó la campaña presidencial en favor de Juan Manuel Santos, y entre tanto Revert, desde el anonimato, movía los hilos para inculpar a la campaña de Zuluaga. Su tranquilidad estaba garantizada como protegido de la Fiscalía y de la DNI y su futuro inmediato era claro: ya tenía un viaje organizado a Quito. Despegó de Colombia bajo el más grande misterio y sigilo y ya en Ecuador consiguió un contrato entre su empresa Cyttek Group Internacional y la Secretaría de Inteligencia de Ecuador en cabeza de Rommy Vallejo Vallejo durante la presidencia de Rafael Correa.
El contrato número SIN-G-029-2014 por valor USD 642 mil dólares fue firmado el 10 de Diciembre de 2015 con el objeto de realizar una estrategia de Monitoreo y Análisis de Redes en Internet para contrarrestar y realizar ataques cibernéticos así como identificar opositores del gobierno que promovieran protestas y marchas en contra del Presidente Correa en fechas especiales como el primero de Mayo y la visita del Papa Francisco a Ecuador entre el 5 y el ocho de julio de 2015.
Revert realizó el trabajo con la presentación de informes periódicos y con el cumplimiento de un cronograma de trabajo entregado por la inteligencia de Ecuador de la misma manera que lo hizo en Colombia donde dejó muchos cabos sueltos que aún son materia de investigación en la Corte Suprema de Justicia en el marco del proceso que se sigue contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez pero que en los últimos meses dio un giro ante las múltiples evidencias de la participación del Estado y la inteligencia en Colombia que desequilibraron el resultado de la elección presidencial que le dio la reelección al candidato-presidente Juan Manuel Santos.

