Si bien es cierto que un juez de primera instancia negó la demanda civil de Abelardo De La Espriella contra la directora de Noticias Uno también es verdad que el mismo juez negó una contrademanda que interpuso la periodista conta el jurista con la que se quería ganar $132 millones de pesos. Una suma considerable si se tiene en cuenta que la firma De La Espriella solicitó cerca de $45 millones de acuerdo con la tasa de indemnizaciones y prejuicios que regula la justicia.
La denuncia de Abelardo De La Espriella se basa en una serie de falsas noticias publicadas por ese noticiero y que la señora Orozco no ha desmentido de fondo en los estrados judiciales.
La directora de Noticias Uno esgrimió el argumento del acoso judicial a su ejercicio periodístico y a la Libertad de Prensa, sin tener en cuenta que los periodistas y medios de comunicación tienen la obligación constitucional de preservar la verdad y probar todas las afirmaciones e imputaciones que se hagan contra terceros, como es el caso del abogado y sus clientes permanentemente emboscados con falsas noticias por ese medio, que para nadie es un secreto, tiene una clara línea editorial. En el sentido del fallo del que ya se dio lectura el juez niega la demanda por difamación pero también niega el supuesto acoso judicial contra la periodista.
El acoso judicial contra la prensa no se puede ocultar. Con tutelas y demandas penales y civiles algunos abogados intentan silenciar a periodistas de las regiones o a humildes reporteros que no tiene como acceder a una defensa o no tienen mayor pretensión que defender su trabajo periodístico.
No es propiamente el caso de la Señora Orozco y De La Espriella.
Ella dirige un medio de comunicación con tentaculos empresariales que utiliza para azotar a un solo sector de la política en un abierto enfrentamiento más que una labor informativa imparcial y veraz. También tienen derecho los ciudadanos a reclamar el derecho a su buen nombre y a su honra cuando los ve vulnerados. Son las reglas de la democracia y la libertad de prensa no ed absoluta ni patente para hacer falsas imputaciones como acostumbra ese noticiero con agenda política.