Henry Kissinger cuyo verdadero nombre fue Henry Kissinger falleció el 29 de noviembre de 2023 a los 100 años de edad. Fue uno de los judíos más importantes de la política internacional de los Estados Unidos.
Como secretario de Estado y consejero de Seguridad Nacional de los presidentes Richard Nixon y Gerald Ford, Kissinger tuvo un papel decisivo en el diseño y la ejecución de la política exterior estadounidense durante la Guerra Fría.
Sus logros diplomáticos le valieron el reconocimiento mundial y el Premio Nobel de la Paz en 1973, pero también le generaron numerosas críticas y controversias.
Kissinger nació en Alemania en 1923 y huyó con su familia del nazismo en 1938. Se nacionalizó estadounidense en 1943 y sirvió en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Se graduó en Harvard y se convirtió en un reconocido académico y experto en relaciones internacionales.
Su origen judío y su experiencia como refugiado marcaron su visión del mundo y su compromiso con la paz y la seguridad, pero también le hicieron adoptar una actitud pragmática y realista, que a veces rozaba el cinismo y la amoralidad.
Kissinger fue el artífice de la apertura de Estados Unidos a China en 1971, una jugada maestra que cambió el equilibrio de poder mundial y debilitó la alianza entre Moscú y Pekín. Sin embargo, esta apertura se hizo a costa de sacrificar a Taiwán, el aliado democrático de Estados Unidos en Asia, y de ignorar las violaciones de los derechos humanos del régimen comunista chino.

También fue el negociador del fin de la guerra de Vietnam, el mediador en la guerra de Yom Kippur y el impulsor de la política de distensión con la Unión Soviética.
Kissinger defendió los intereses de Estados Unidos, pero también buscó el diálogo y la cooperación con sus adversarios, basándose en el realismo y el pragmatismo.

Sin embargo, sus negociaciones se hicieron a espaldas de los aliados de Estados Unidos, como Israel, y de los movimientos de liberación nacional, como los de Chile, Angola o Timor Oriental, que sufrieron las consecuencias de las intervenciones encubiertas o el apoyo a dictaduras militares por parte de Estados Unidos.
Kissinger fue también un defensor de Israel y de la causa judía. Apoyó el suministro de armas y ayuda económica a Israel, y presionó a los países árabes para que reconocieran su existencia y su derecho a la seguridad. Kissinger intervino personalmente para lograr el alto el fuego entre Israel y Egipto en 1973, y para facilitar los acuerdos de desvinculación entre Israel y Siria en 1974.
Kissinger fue un judío orgulloso de su identidad y de su herencia. Participó activamente en la vida de la comunidad judía estadounidense, y recibió numerosos premios y honores de organizaciones judías, como el Premio de la Libertad de la Liga Antidifamación en 1974, el Premio de la Hermandad de B’nai B’rith en 1975, y el Premio de la Paz de la Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judías Americanas en 1982.
Kissinger también contribuyó a la educación y la cultura judías, donando parte de su archivo personal a la Biblioteca del Congreso y al Centro de Estudios Judaicos de la Universidad de Georgetown.
Kissinger fue un judío que dejó una huella imborrable en la historia de Estados Unidos y del mundo, pero también una sombra de duda y de polémica. Su legado es el de un hombre que dedicó su vida al servicio de la diplomacia y la política internacional, pero que también cometió errores y excesos por los que siempre será recordado.