Por: David Meza-Pretelt
La Goldman Foundation viene del dinero de multimillonarios que contaminan ríos y explotan personas étnicamente afro en sus multinacionales. Son los mismos que premiaron con el Golden Prize conocido como “Nobel ambiental” a Francia Márquez.
Para los colombianos no es ajeno el modus operandi del progresismo a través del cual legitiman su discurso y actos a través de permios internacionales hechos a la medida o entregados bajo dudosos criterios.
Corría el 2018, dos años después de que le fuera entregado a Juan Manuel Santos un premio que presuntamente provino de un intercambio de favores, al entregar concesiones petroleras a empresas noruegas. La autodenominada “lideresa social” Francia Márquez era desconocida en el ámbito nacional y recibir este premio no solamente la lanzó al estrellato de la política, además se quedó con un botín de casi 800 millones de pesos que la lleva a formar parte del segmento de personas de la clase alta en Colombia.
¿Cómo lo obtuvo?
El hecho por el cual recibió este galardón y la jugosa suma que bordea los U$$ 200.000 se reduce a una caminata de unos cientos de kilómetros junto a un pequeño grupo de mujeres desde el Cauca hasta Bogotá, que los jurados del premio interpretaron como la razón de la decisión del Gobierno colombiano para detener la exploración minera de oro en la zona.
Las multinacionales que exploraban estos territorios estaban llevando empleo, carreteras, donaciones para niños e insumos para la minería y la agricultura, al expulsarlas mantuvo el podio de la economía local el narcotráfico, que sostiene en parte a las Farc, el ELN y otros grupos al margen de la ley en esa parte del Cauca, a estos no les convenía la llegada de un operador formal y reglamentado como lo es una empresa minera porque perdían poder.
Esta inestabilidad y consideraciones ambientales, llevaron al Gobierno de Iván Duque a establecer acuerdos para erradicar la minería ilegal en la zona y privilegiar la protección del ambiente, una decisión gubernamental que se endilga Márquez en tarimas y plazas del país mientras hace campaña.
Los territorios étnicos en Colombia son los verdaderos terratenientes improductivos, siendo propietarios de más de una cuarta parte de las tierras cultivables en el país que ascienden a los 30 millones de hectáreas, bajo regímenes especiales que les permiten básicamente, hacer lo que quieran al interior de estos territorios. En La Toma (Cauca) hay uno de estos casos de propiedad colectiva.
La astucia de Francia la llevó a capitalizar como un éxito personal la causa que cientos de líderes locales llevaban promoviendo por años, debido a su descontento por la formalización de la exploración minera en territorios que consideran “ancestralmente” de su propiedad, donde venían teniendo un monopolio sobre el oro en convivencia con grupos al margen de la ley que regulaban dichas exploraciones y mercado.
Esto aunado a su discurso fundamentado en la lucha de clases, le permitió salirse con la suya y ganarse el botín millonario del Premio Goldman en la subdivisión Centro y Sudamérica, ya que se entregan 6 al año y cabe destacar que el pasado ya había sido ganado por colombianos.
De ahí que resulte peculiar que en entrevistas siempre busca proyectar una imagen de pobreza para generar cercanía con el votante, cuando han pasado por sus arcas centenares de miles de dólares.
En el municipio de Mercaderes, las autoridades han verificado la presencia del ELN y su relación con la presencia de maquinaria pesada para minería en la zona, es decir, a Francia le molesta que multinacionales exploren los recursos del Cauca pero calla ante hechos comprobados de injerencia de las guerrillas en la actividad minera.
Esta región comprendida por municipios como Suarez, Guapi y Buenos Aires, se caracteriza por ser un corredor importante del narcotráfico y son los cultivos de Coca los principales destructores del medio ambiente, por factores como la deforestación, de la cual el narcotráfico es culpable del 24% anual en el país y el uso de sustancias tóxicas en sus procesos. Pero esto a la técnica agropecuaria Francia Márquez parece no importarle, ya que jamás se le oye promoviendo la erradicación de cultivos ilícitos ni planteando soluciones para combatir las drogas.
¿Qué hay detrás de este premio con el que han intentado poner a Francia Márquez en un pedestal moral?
La Goldman Foundation que entrega el mencionado “Premio Nobel Ambiental” fue creada por Richard Goldman y Rhoda Haas, una pareja de multimillonarios norteamericanos, que desde los años noventa han logrado llevar a cabo una de las más grandes estrategias de “greenwashing” a sus verdaderas fuentes de ingreso, escudándose en la fundación y sus premios.
Rhoda Haas es la heredera multimillonaria de la empresa Levi’s, líder en el mercado de la ropa y que no se caracteriza por dar importancia a políticas sostenibles, partiendo de los 1.500 litros de agua que gasta un jean promedio en su vida útil y con denuncias particulares como la hecha por ambientalistas mexicanos en 2012; donde han contaminado ríos y afectado comunidades que fueron señaladas por la misma Green Peace International cuando denunció que “se han encontrado productos químicos peligrosos en vaqueros y camisetas, que se descomponen en el ambiente provocando contaminación tóxica”.
Además la empresa Levi’s tiene una pobre calificación en materia laboral con un puntaje entre el 41-50% en el Fashion Revolution’s Transparency Index, debido a que su cadena de insumos no se encuentra certificada en cuanto a sus estándares laborales y muchos trabajadores de estas empresas proveedoras no tienen condiciones justas acorde al marco legal internacional.
Un par de casos que deberían bastar para que Francia Márquez abandone el pedestal moral en que se siente por recibir premios financiados por multinacionales norteamericanas, es el escándalo de trabajadores en Haití donde Levi’s los despidió por sindicalizarse o el de Sudáfrica aún más grave, donde mujeres que trabajaban cosiendo jeans de la reconocida marca denunciaron prácticas de acoso y violencia sexuales como parte de una práctica generalizada al interior de tres plantas de esta empresa.
Uno de los herederos de la millonaria familia es el abogado Daniel Goldman quien fue acusado por filtrar documentos bajo reserva de las autoridades estadounidenses a medios de comunicación, durante el proceso de revocatoria del mandato que avanzó contra el ex-Presidente Donald Trump así que no son solo las empresas de este grupo las que juegan sucio, también lo hacen a nivel personal.
Hay que analizar bajo qué criterios una persona que enarbola las banderas de la lucha por su “ancestralidad” africana, la defensa del medio ambiente y los derechos laborales, se ufana a diario del premio entregado por una fundación que nace de recursos de empresas multinacionales que cometen justamente estos atropellos.