Por: Fredy Garzón @ELDENUNCIANTE
El senado de Colombia debe rechazar de forma tajante la solicitud de consulta popular presentada por el presidente Gustavo Petro, pues no es más que una plataforma política con miras a las elecciones del congreso nacional y presidenciales de 2026.
Al igual que la timadora de Claudia López utilizó la Consulta Anticorrupción como una herramienta para su propio proyecto político; ahora aún más grave, Petro está recurriendo a los recursos del Estado para tal fin, cerca de 1 billón de pesos, para fortalecer la campaña electoral progresista y de extrema izquierda, mientras los colombianos enfrentan necesidades mucho más urgentes.
En lugar de destinar estos recursos a una consulta populista, el país requiere inversiones prioritarias en áreas clave. Los estudiantes siguen con costosos créditos del ICETEX, los pacientes enfrentan escasez y altos precios en los medicamentos, los alcaldes y gobernadores luchan solos contra la creciente delincuencia sin apoyo financiero del Gobierno Central y el resto de los colombianos ven cómo el costo de los servicios públicos sigue aumentando, mientras los subsidios se reducen.
Este tipo de maniobras no solo desvían recursos esenciales, sino que reflejan una clara intención de usar el poder para fines electorales cuando la aprobación del presidente está por el piso. El senado debe poner por encima el bienestar de la nación y evitar que el país se vea atrapado en un juego político que no ofrece soluciones concretas.