Por: Fernando Torres Mejía
“Por eso se emberraca más de uno, ¿pero esto qué?, no, esto es que no, la constitución ordena quitar y por eso necesitamos la movilización popular para decirle al congreso que necesitamos plata para salir de esta” Alfonso Prada, ministro del interior. En esta misma tónica están el presidente de la Cámara, David Racero, y la senadora Clara López, quienes también apoyan la movilización convocada por el ministro del interior para presionar la reforma tributaria, que, dicho sea de paso, acaba con la clase media y vuelve más pobre al pobre.
Pero es que se ve en las redes sociales y en los medios de comunicación, a los colombianos en general, preocupados, tratando de entender hacia donde vamos, incluso algunos incautos optimistas, piden darle un compás de espera, pues solo lleva 25 días, pero me pregunto, ¿qué más debemos esperar?, o será que, ¿tenemos que esperar y cuando reaccionemos ya sea demasiado tarde?.
Quien, me pregunto, puede estar tranquilo cuando estamos frente a un presidente diciendo cómo va a expropiar tierras, “que paguen la valorización en tierra, que eso implicaría que al menos el 30% de esa tierra, hoy en su poder, pase al estado”.
Un presidente que autoriza a los alcaldes y gobernadores a dar órdenes al ejército, pasando por alto el artículo 189 de la constitución, que dice. “Corresponde al Presidente de la República: (…) 3- Dirigir la fuerza pública y disponer de ella como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de la República. Por lo que es inconstitucional pretender que alcaldes puedan dar órdenes al Ejército Nacional”.
Un presidente que incita al pueblo a organizarse, según él, “para los días que están por venir, donde se debe aumentar la cantidad y la calidad de la organización popular, donde sea, hay que tener organización, con el nombre que sea, así sean culturales, popular es, sindicarles, gremiales, sociales, políticos, necesitamos más y más organización”, ¿para qué?, estará buscando qué estos grupos se enfrenten contra el resto de colombianos que no están de acuerdo, o no aceptan esas políticas y reformas que les quieren imponer?.
El próximo 26 de septiembre habrá una marcha de la oposición y se espera que no vaya a terminar en un nuevo estallido social, o sea un preámbulo de una guerra civil, algunos dirán que soy extremista, pero la forma como se está gobernando y se envían los mensajes son provocadores y muchos los entienden o los interpretan a su manera, o es que cuando Petro hablo de democratización o expropiación e indico que los bienes en poder de la SAE pasarían a los campesinos, ¿esto no dio origen a los intentos de tomas como en el Cauca y el Caribe?.
Un presidente que ahora llama “presos políticos sociales” a los delincuentes de la “Primera Línea”, para lograr sacarlos de las cárceles e incluso premiarlos. Un presidente que frente a una nueva masacre, por cierto, perdí la cuenta de cuantas van en lo corrido de este gobierno y cuantas personas han perdido la vida, esta vez contra 8 policías, solo atina a decir, “estos hechos expresan un saboteo a la paz total”.
Un gobierno que decide, No erradicar ni asperjar con glifosato cultivos ilícitos, o bombardear territorios controlados por grupos criminales donde se encuentren menores de edad, no enviar a la cárcel a criminales de guerra, no al “fracking”, no al carbón, no al petróleo, no a las bebidas azucaradas, no a la extradición, que incluso algunos de los senadores de su partido de gobierno, aseguran que, “la participación política del ELN, ya está formulada», que anuncia participación política, que pretende radicar una reforma laboral con consecuencias nefastas para la economía que apenas se está recuperando.
Dijeron que seriamos “potencia mundial de la vida”, pero Colombia se está convirtiendo en potencia mundial del crimen organizado donde la delincuencia son los únicos que van a vivir sabroso. Esta es la nueva forma de gobernar, mediante chantajes y amenazas, así que el que no quiere entender o apoyar, que se atenga a las consecuencias, con la diferencia que ahora es el gobierno que está atizando el fuego, por lo que se puede concluir que el ministro del interior Alfonso Prada tiene razón al decir, “El que entendió, entendió”.