Por: Fernando Alvarez
En una búsqueda con diferentes fuentes por interpretar el significado de algunas actuaciones del presidente Gustavo Petro, en las que incluso se ha notado cierto estado de alucinación o enajenamiento, se ha encontrado el “Plan patriota”.
Fuentes de inteligencia artificial han confirmado el plan B de Gustavo Petro para quedarse en el poder, ahora en cuerpo ajeno. Según este runrún, secreto a voces, la idea consiste en generar un caos internacional con ribetes nacionalistas con el fin de victimizarse en el ámbito mundial y urdir resentimiento nacional frente al “imperialismo yanqui” para tratar de provocar la solidaridad ciudadana en “defensa de la soberanía” y de esta manera apuntarle a construir un clima de nación agredida propicio para exacerbar el sentimiento patriótico e intentar inclinar el fiel de la balanza en las próximas elecciones presidenciales a favor del Pacto Histórico.
La idea es jugársela en paro para garantizar el continuismo de su proyecto político y dejar montado un heredero, no importa su orientación política, ideológica o sexual con tal de que se comprometa a continuar el “gobierno del cambio”. Es decir, seguir con desmembramiento del sistema de salud iniciado con el el Chu chu chu de Petro, arruinar el Icetex y lograr que los jóvenes pobres lo vean como un instrumento para estudiantes ricos, apoderarse de las pensiones de los colombianos y sobre todo continuar con la idea de atizar la lucha de clases, a base de desempolvar deudas ancestrales con los indígenas y reivindicaciones de toda clase de manifestaciones gay, como antesala para prolongar el proyecto petrista, mas allá del 2030.
El trasfondo del “Plan Patriota” implica madrugarle a una constituyente para reformar el articulito que sea necesario con el fin de que Gustavo Petro pueda volver a ser reelegido después del siguiente periodo o incluso en la mismísima mitad del próximo. En esta dirección se enmarcan las acciones que van desde la de inventarse actos que puedan provocar la ira del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, exasperar los ánimos republicanos y en general “torear” al gobierno norteamericano para que se produzcan medidas económicas o retaliaciones de algún tipo contra Colombia que siembren en el hipotálamo colectivo la idea de que hay un imperio que quiere entrometerse en los asuntos internos de nuestro país.
El plan incluye mostrar a la comunidad internacional que los dueños del capital mundial promovidos por los “amos del norte” tienen proyectos para producir hasta un atentado contra Petro. Se trata de exhibir al presidente Gustavo Petro como un líder planetario o intergaláctico que estorba a los intereses gringos. Este proyecto no ha sido diseñado por Sebastian Guanumen, como parece, sino por sus sucesores, porque el rey de “correr las líneas éticas” está por estos días concentrado en lograr enfrentar a Vicky con Abelardo y a Paloma con María Fernanda, ya que en este terreno la consigna es “dinamitar” y si se puede “implosionar al Centro Democrático”.
Hay que hacer mucho ruido “sin tener en cuenta líneas éticas ni un carajo para poner a todas esas viejas de la derecha a que se agarren de las mechas”, dice la información de inteligencia. Hay que recordar que no hay peor enemigo de una mujer que las propias mujeres, dice la consigna emanada al parecer desde una bodega en el sur de Bogotá. En este sentido las acciones dirigidas a que descertifiquen a Colombia, la castiguen con aranceles, le impongan sanciones, a él o a Colombia, no importa; que le quiten la visa, a él o a los suyos, sus seguidores, sus ministros, sus áulicos, sus lavaperros, sus cargamicas, sus lame b o c, en fin, a todos los petristas, clase a, b o c, que quepan en este concepto, hacen parte de este objetivo.
El diseño le había apostado incluso a que lo mejor que pudo pasar era que hubieran arrestado a Petro por sedición en Estados Unidos cuando decidió jugar al mitin estudiantil disfrazado de Santrich. Porque según estas instrucciones se necesita construir la imagen un líder que se la juega a muerte ya sea por Gaza, por Ucrania o por Venezuela o cualquier conflicto que se vea antiyanqui. Volver a la simbología del Che “Patria o muerte. Venceremos”. Visualizar a Petro como un revolucionario universal que se atraviesa a los planes expansionistas de los norteamericanos. Usar banderas Roja y negra, de la muerte, la del M19 y todo lo que simbolice volver a tomar las armas porque eso sensibiliza a los jóvenes anarquistas y a los que aspiran a configurar equipos de presión como el de la Primera Línea en 2021.
Pensar por ejemplo en llevar la espada de Bolívar a Gaza y a Venezuela en señal de belicosidad independentista. Nación, Patria, muerte, armas, poder popular, son palabras que hay que asociar a Petro y a su candidato para ganarle a la derecha la contienda electoral. Si es necesario generar algunos hechos de sangre y mostrar violencia revolucionaria como respuesta a la violencia reaccionaria, hay que hacerlo con inteligencia, incluyendo la artificial. Hay que estar preparados para la batalla, dice la información de los organismos de inteligencia. Hay que montar la contrainteligencia artificial. Esta es una tarea de agitación, propaganda y movilización que sean caldo de cultivo de un estado psicológico de preinsurrección .
La idea es exacerbar una especie de patriotismo fanático, jactancioso e irracional para victimizarse frente el imperialismo norteamericano. Utilizar redes sociales, oficinas de comunicaciones de las entidades estatales y bodegas contratadas por RTVC para que se produzca una ola de rechazos y manifestaciones insistiendo en que llegó la hora de salvaguardar la dignidad nacional, para lo cual hay que utilizar todas las formas de lucha y todos los símbolos antiyanquis. Se trata de movilizar las conciencias juveniles con todo argumento o relato que vaya destinado a azuzar a los jóvenes para que se levanten en defensa de la soberanía. No es necesario que comprendan, sino que sientan, dice la directriz. Entre menos se explique y menos entiendan, más sienten.
De esta manera, si fuera necesario patrocinar asaltos a transmilenios o epas Colombia 2.0 no habría que escatimar esfuerzos, solo “darles cuerda”. Así Petro volcaría su discurso hacia Europa y los países socialistas para conseguir el respaldo de la humanidad entera, que entre cadenas gime. Se hará necesario orquestar manifestaciones de colombianos y comunistas en todas las principales ciudades europeas con el propósito de generar el ambiente propicio para despertar el más rastrero chovinismo con mirar a alborotar el ambiente electoral con una horda universal patriótica teñida de zozobra que invada los espíritus juveniles en una causa por la defensa a muerte de la nación, con apología a la lucha armada por la soberanía nacional, que incluso permita a Petro victimizarse al lado de su homologo venezolano, Nicolás Maduro.
Aquí, según los organismos de inteligencia y sus algoritmos, está la clave. Incluso dicen las fuentes que el proyecto considera que sería ideal conseguir unos muchachos menores de edad para que embarquen una lancha con paquetes de almidón de yuca con el propósito de que los artilleros norteamericanos los bombardeen con misiles y poder dejar a los gringos como asesinos de niños. De acuerdo con esta información la indicación radica en que urge construir un ambiente de exasperación nacional que consiga su pico más alto hacia principios de marzo para que el fervor nacionalista logre el efecto bumerán que consiguió la medida del procurador Alejandro Ordoñez cuando tomó la decisión de destituir a Gustavo Petro de la alcaldía de Bogotá.
En resumen, se trata de concitar el sentimiento de solidaridad con el único presidente que les ha parado el macho a los gringos y buscar el apoyo electoral de la ciudadanía para luchar por la independencia nacional y conseguir el respaldo incluso de la burguesía nacional. Hay que buscar a Jorge Robledo para que se solidarice con la defensa de la soberanía y se ponga al lado de las victimas del imperio y sus agresiones, dice uno de los apartes de la inteligencia artificial. Es necesario inventarse un afiche de Petro que permita una reproducción en sombra al estilo de la imagen del Che Guevara que circula por el mundo en las camisetas. Eso da una idea subversiva que gusta a los jóvenes y puede conseguir aumentar la masa electoral.