Por: Fernando Torres Mejía
Conversaba con un gran amigo sobre la forma en cómo se desarrollan las campañas políticas en nuestro país, y quisimos compartirles un poco nuestras conclusiones, porque las consideramos de gran utilidad para quienes incursionan en este campo tan complejo y lleno de dificultades pero que también sabemos, brinda satisfacción y recompensa.
Los tiempos han cambiado y por ende la forma de hacer política no podía ser indiferente a estas transformaciones, por eso se hace necesario tener en cuenta la elaboración de un “Diagnóstico Preciso” y contar con un “Enemigo Necesario”, si se quiere tener éxito.
En el complejo mundo de la política, dos principios fundamentales distinguen a los profesionales de los que improvisan: la estrategia basada en datos y la construcción inteligente de adversarios. Quienes ignoran estas dos reglas no solo pierden elecciones, sino que suelen convertirse en estudios de caso sobre cómo no hacer política.
Primer Mandamiento: La Política no es Fe, es Ciencia
El estratega político opera con la precisión de un cirujano, no con la esperanza de un creyente. Las herramientas son claras:
Encuestas rigurosas como radiografías del momento político
Análisis de tendencias que van más allá de los números
Diagnóstico de terreno para identificar demandas reales, no supuestas
Segmentación estratégica de audiencias y mensajes
Quien lanza una campaña sin investigación previa comete el equivalente político a navegar sin brújula. Como bien señala el texto, «en política, la suerte no gana elecciones. La estrategia, sí».
Segundo Mandamiento: El Enemigo como Herramienta
La construcción de adversarios sigue siendo un recurso válido, pero de alto riesgo. Un enemigo políticamente útil debe ser:
- Creíble: Encarnar una amenaza tangible para la ciudadanía
- Contrastante: Representar lo opuesto a los valores del líder
- Vulnerable: Ser derrotable sin costos políticos excesivos
Sus funciones estratégicas son múltiples:
Unificar bases de apoyo ante un «mal común»
Justificar decisiones difíciles («luchamos contra obstáculos»)
Redirigir atención de crisis internas
Fortalecer la narrativa de liderazgo
Precauciones Estratégicas
- El enemigo equivocado fortalece al rival: Elegir adversarios con mayor capital político es suicidio
- Sin acciones, solo hay retórica: Señalar enemigos sin medidas concretas genera desgaste
- El exceso de confrontación cansa: El justiciero no debe convertirse en agresor
Conclusión: El Triunfo de la Metodología
La política moderna premia a quienes combinan:
Ciencia: Investigación sistemática y lectura de datos
Arte: Construcción narrativa inteligente, incluida la selección estratégica de adversarios
Los casos históricos muestran un patrón claro: los líderes perdurables son aquellos que miden antes de actuar, eligen sabiamente sus batallas y transforman adversarios en catalizadores de su proyecto. En este juego de poder, como concluye el texto original, «improvisar es perder». La victoria pertenece a quienes entienden que la política es, ante todo, el arte de la estrategia aplicada.
Reflexión Final
En tiempos de electores críticos y redes sociales impredecibles, solo sobreviven quienes dominan esta ecuación: datos para entender, estrategia para decidir, táctica para ejecutar. El resto queda como nota al pie en los manuales de lo que nunca se debe hacer en el complejo mundo de El Arte Estratégico en la Política