Por: Roberto Trobajo
El régimen cubano, cínico y mentiroso, tilda de fraudulenta la calificación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo, anunciada por el gobierno de Trump, administración gringa que catalogan de hipócrita.
En Colombia la “mamertada” criolla, alineada con sus camaradas latinoamericanos, obedecen a lo ordenado desde la Habana, a través del Foro de São Paulo, para que cacareen mentiras en pos de que se conviertan en “verdades” digeribles por los zombies “progres”.
Lo peor es que el gobierno colombiano, siga jugando a “quedar bien con todos”, entibiándose hasta congelarse, y que tanto la Canciller Blum como el presidente Duque, callen, en un mutismo que huele a silencio cómplice.
Ese no decir, no opinar, del gobierno Duque, refuerza a la andanada de mentiras mamertas.
Entendible que Duque y la Blum callen para evitar futuros roces, que temen serían choques con un Joe Biden que pronto dejará de tener a Cuba como patrocinador de terroristas, pues “gobernando” a lo Obama, volverán a ser “amigos” de los gobernantes cubanos.
Cómo puede ser tan iluso Duque al pensar que con el nuevo gobierno gringo tendrá buenas relaciones, y que Biden ayudará a que Cuba entregue a los cabecillas elenos o que el régimen venezolano dejaría de ser cómplices con las FARC y el ELN.
Si bien es cierto que Trump demoró en apretar a Cuba, pues nunca imaginó que perdería la reelección y que a la actual administración estadounidense sólo le quedan días en el poder, el gobierno colombiano –con ésta postura mutista- quedará para la historia como cobarde cómplice por omisión.
Cuba sí es un claro patrocinador de terroristas, y hasta más, peor, en un régimen cínico e hipócrita: mientras dicen “rechazar el terrorismo de Estado, por quienquiera, contra quien quiera y dondequiera que se cometa” resguarda y protege a los cabecillas del ELN, esos que aprobaron el asesinato de los jóvenes cadetes de la Escuela General Santander, por sólo citar un caso.
Para la dictadura castrista, manipuladora de dolores, el ser o no terroristas es selectivo, según convenga al régimen y sus compinches.
Hipocresía y cinismo, doble rasero, de los castristas que se las dan de estar contra el terrorismo y realmente amparan a los terroristas que quieren utilizar para sus intereses mezquinos de sabotear gobiernos democráticos.
Cuba engaña al mundo: idiotiza ideologizando.