Por: Fernando Torres Mejía
Me ocuparé de un tema que sin duda es maravilloso y que nos tiene con mucha ilusión y alegría, pero que también nos demuestra que tan “grandes” e importantes son sus protagonistas, y aclaro que siempre he manifestado que me gustaría y que no quisiera irme de este mundo sin tener el privilegio de ver a una de ellas como presidente de este país, me refiero a las mujeres.
Como muchos de ustedes, he venido observando los partidos de la selección femenina de futbol en el mundial que se está celebrando en distintas ciudades de Australia y Nueva Zelanda y sin importar la hora, me despierto porque de verdad es gratificante y emocionante lo que están haciendo y ni siquiera esto, es que de verdad la están “metiendo” toda, no solamente en lo físico y deportivo, sino en su fortaleza mental, que quedó demostrado cuando Catalina Usme una de sus integrantes manifestó “No vinimos a ganarle a Alemania, vinimos por el Mundial”.
Las ganas como están enfrentando cada partido, su entrega, ver a Linda Caicedo, a Catalina Pérez, Natalia Giraldo y en general a todas correr con orden no como sucedía en años anteriores que lo hacían de manera ansiosa, desordenada, todas corrían a donde iba el balón, hoy vemos algo totalmente diferente, todas recuperan la esférica cuando lo pierden, bajan para defensa a sus compañeras, en fin de verdad que sin exagerar y sin querer menospreciar a la selección de jugadores, estas mujeres se están robando el corazón de todos los colombianos y lo que es más importante, en un mediano plazo y gracias a su compromiso, jerarquía, naturalidad, y la exquisitez de su juego va a ser más interesante ir a ver un partido de futbol femenino que el masculino, pues ellas no están pensando en“quemar” tiempo, están realmente entregadas a jugar para ganar, pero con respeto a la hinchada ofreciendo un lindo espectáculo, donde no vamos a ver juego brusco ni tosco, sino que nos van a brindar un juego bonito, elegante, táctico, con disciplina, organizadas y con el compromiso de ganar.
En la historia en general e incluso en algunos países siguen tratando a la mujer como un simple objeto de trabajo o como una figura decorativa que ni siquiera se le permite estudiar ni muchos menos superarse, en nuestro país por ejemplo hace apenas 66 años se les permitió el derecho al voto a través del acto legislativo No. 3 de la Asamblea Nacional Constituyente, bajo la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, el 25 de agosto de 1954, lo que se consolidó como un gran triunfo, aunque en ese momento no era época de elecciones, por lo que tan solo el 1º de diciembre de 1957, votaron 1.835.255 mujeres en un proceso electoral por primera vez.
Cuando tiempo se perdió por ese machismo estúpido, ignorante que llevó a la humanidad a maltratar a la mujer, pensar que ellas eran inferiores y que debían permanecer en casa dedicadas a las labores del hogar, lavar, planchar hacer aseo, la comida, etc., pero es que además se les sigue llamando el “sexo débil”, cuando ha quedado demostrado que, por el contrario, son más fuertes, inteligentes y con una serie de virtudes de las que carecen los hombres, por eso lo que tenemos que entender es que tanto el hombre como la mujer son complementos y que unos tienen lo que otros no, pero al final se les debe respetar y valorar por igual y por ningún motivo discriminar.
Afortunadamente y a pesar de todos los obstáculos que les ha tocado enfrentar a la mujer, hoy podemos ver que gracias a su tesón y ganar de salir adelante, las tenemos en posiciones envidiables, como jefes de estado, ministras, presidentes de grandes corporaciones, integrantes de juntas directivas, empresarias, magistradas de las altas cortes, astronautas, científicas, oficiales y suboficiales de las fuerzas armadas, igual prestando servicio militar, líderes políticas, sociales, en fin, en diferentes cargos y posiciones que en el pasado parecían imposibles para este género que cada día se merecen el respeto y la admiración de todos, solo nos resta y como lo mencione al inicio de esta columna, ver a una de ellas como presidente de Colombia, y estoy seguro de no equivocarme en que sería lo mejor que nos podría pasar, y es que ahora no digan que no es el momento por la situación de violencia y despelote que estamos viviendo, por el contrario, es el momento apropiado para que asuma este roll tan importante y necesario para lograr la verdadera transformación que se requiere.
No olvidemos que grandes mujeres llegaron a ser primeras ministras en momentos cruciales como en Inglaterra, o cancilleres como en Alemania, o que tal la defensora de los derechos de la mujer Malala Yousafzai, pues bien eso es algo que nos tiene que llamar a la reflexión y entender que hoy más que nunca gozan y tienen todo el reconocimiento y nada ni nadie las podrá detener, y que seguirán luchando para que no se les discrimine y no solo por su condición sino en todos los campos, pues ya sabemos que por motivos que aún no se entiende, se les reconocen menos salarios en cargos a los que a los hombres se les paga mejor.
Este martes volveremos a madrugar para que desde la distancia sigamos haciendo fuerza para ver un nuevo triunfo de nuestra selección, de nuestras damas de “hierro”, y aprovechar para hacer un llamado a los órganos rétores del futbol en Colombia, para que entiendan que se les debe brindar todos los recursos necesarios, no solo para participar en torneos internacionales, sino que se apoye la liga profesional femenina, para que no sigamos dándonos golpes de pecho tratando de contestar ¿Cuánto tiempo se perdió?