Crecimiento económico de la mano del sector privado

Por: Duván Idárraga

Soy un convencido de la relevancia que tiene el sector privado productivo de Colombia en la reactivación y desarrollo económico del país, su contribución por décadas ha significado no sólo importancia en temas del crecimiento del Producto Interno Bruto del país sino adicionalmente en la generación de los recursos que demanda el Estado, a través del pago oportuno de los impuestos (muy altos, por cierto), que sirven para la atender programas sociales (salud, educación, seguridad, entre otros) con los que se benefician millones de colombianos. Sin ingresos no hay Estado; sin empresas que generen utilidades y a partir de estas paguen impuestos, no hay recursos para los programas sociales. Es simple, aún así hay muchos que los ven como enemigos.

Después de resultados muy importantes en temas de crecimiento del PIB en el lapso 2003-2010(4.6% en promedio, pese a que en 2009 fue solo del 1.7% por la crisis mundial), no tan buenos del lapso 2011-2018 (3.67% en promedio); nos encontrábamos en proceso de recuperación después del perverso 1.4% de 2017 y del regular 2.5% de 2018. Para 2019 alcanzamos una cifra del 3.3% de crecimiento de la economía (una de las mejores de la región). Las perspectivas para el 2020 eran muy buenas, se estimaba un crecimiento por encima del 4%, se habían generado las estrategias y acciones necesarias para ese resultado. En el primer trimestre lastimosamente se empezaron a observar dificultades para el país en materia económica y solamente se alcanzó un 1.1% de crecimiento; lo peor estaba por venir, llegó el covid-19 que arrasó con los resultados económicos en el mundo, Colombia no fue la excepción; para el segundo semestre de 2020 el PIB decreció un 15.7%, no obstante, sigue siendo uno de los menos malos de la región. El sector productivo padeció las consecuencias, muchas empresas cerraron, millones de empleos se perdieron.

En las cifras de desempleo la pandemia generó un importante impacto y la pérdida de posibilidades de ocupación para millones de colombianos llevando la cifra de desempleo a su nivel más alto del 22.5% en mayo del 2020, uno de los más grandes en años recientes. El desbordado desempleo afectó el ingreso y por ende la capacidad de consumo de millones de colombianos lo que aumentaba aún mas el impacto en la economía del país.

Por el lado del déficit fiscal el panorama no es el mejor y está plenamente justificado. La caída de los ingresos por recaudo de impuestos del Estado, más el incremento del gasto generado por las estrategias implementadas por el gobierno del presidente Duque para aminorar el impacto de la pandemia (que han beneficiado a miles de empresas pequeñas y medianas, también a millones de colombianos que han recibido ingresos a través de los programas asistenciales) tendrían impacto importante en este indicador. El Ministerio de hacienda ajustó la proyección del déficit fiscal para 2020 al 8.9% del PIB, pese al 8.2% del PIB que había definido en el Marco Fiscal de Mediano Plazo. Debemos recordar que a diciembre del 2019 fue solamente del 2.5% del PIB, es contundente el impacto que la pandemia ha tenido.

En cuanto a la Deuda Externa, es claro que la caída de los ingresos por recaudo de impuestos, unido al mayor gasto para atender el incremento en la demanda de recursos para atender las necesidades generadas por la pandemia, ha tenido que ser financiado con recursos del exterior llevando este indicador a us$146.642 millones a junio de 2020, equivalentes al 49.7% del PIB.

En mi concepto, haber puesto en funcionamiento del aparato productivo colombiano de manera controlada y paulatina, tema cuestionado por muchos y valorado por otros, ha sido una medida acertada; era prioritario garantizar la salud y la vida de los colombianos; después realizar la reincorporación de los diferentes sectores a la economía conforme se fuera evaluando el nivel de riesgo y la potencialidad de controlar el contagio. Esta decisión ha tenido un impacto considerable en las variables macroeconómicas del país, el mayor impacto indudablemente lo ha asumido el Estado en sus finanzas públicas y en su deuda externa, a nivel social el desempleo ha afectado a millones. Las cifras hablan por sí, era indispensable garantizar que la mayor parte de empresas se pudieran reactivar, eso tendrá su compensación en el corto plazo. Si a las empresas colombianas les va bien, al Estado le irá bien y por ende al país en general le irá bien; con mejores cifras en los estados de resultados de las empresas, llegarán los recursos vía impuestos para los diferentes programas sociales del Estado. Es lo mejor para Colombia, no cómo plantean algunos que desean la destrucción del aparato productivo, fue lo que vivieron Cuba y Venezuela, las consecuencias saltan a la vista. Toda acción en beneficio de la iniciativa privada y de la reactivación del aparato productivo colombiano beneficia al país entero, quien no lo vea esa manera no conoce de economía o, más grave aún, desea lo peor para el país en busca de réditos políticos personales.

 

DUVÁN EDUARDO IDÁRRAGA LÓPEZ
Creador Blog – La Opinadera

Administrador de Empresas de Univalle, Especialista en Finanzas de ICESI, actualmente cursando último semestre de Maestría en Administración en la Universidad Pontificia Bolivariana sede Palmira – Valle; amo al glorioso Ejército Colombiano.

Chaparraluno de nacimiento, Caleño por adopción; opinador por gusto y por convicción sobre la realidad política y económica consciente de la necesidad de proteger al país de la izquierda que lo amenaza.

 

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