Cali, capital del despilfarro y de la corrupción

Por: Fernando Torres Mejía

¡Cali es conocida como la capital mundial de la salsa, recuerdan aquella parte de la canción del Grupo Niche, “Oiga, mire, vea, vengase a Cali para que vea! ¡Oiga, mire, vea, goce la feria para que vea!”, sí, en esto nos quedamos, la gente de esta hermosa ciudad le sucede lo mismo que al famoso héroe Superman, que cuando está cerca de la «criptonita», se vuelve un completo “idiota” y eso exactamente le está pasando a los caleños, les dieron la sede de la COP16 y con eso se olvidaron de todo los problemas que aquejan la ciudad, y claro, la estrategia funciono, se hizo una pre-feria donde hubo rumba y licor y con eso los “idiotizaron”, convenciéndolos de nuevo que están viviendo en “la sucursal del cielo”. Cali merece una verdadera transformación, Cali es de verdad una ciudad espectacular, su gente, así un gran porcentaje sean migrantes, casualmente muchos de estos traen sabrosura, alegría, tesón y ganas de “comerse” el mundo para salir adelante, pero el problema precisamente no son ellos, son la clase dirigente, la que la han administrado en los últimos 20 años, porque su gestión no ha estado acorde a las necesidades de la ciudad, y más bien se han dedicado engordar su patrimonio personal, el de su familia y amigos.

El fracaso de las tales 21 mega obras que para nadie es un secreto, esa plática en un altísimo porcentaje se perdió, el MIO, otro «baloto» de algunos pocos, pero en Cali como sucede en el país, no aprendemos que la alcaldía así como la presidencia del país, sé la van rotando los mismos con las mismas y entonces como si fuera poco lo que nos viene sucediendo, ahora les dio a los Concejales por aprobarle a esta administración un endeudamiento de $3.5 BILLONES, y lo pongo en mayúscula para ver si algún día entendemos que las cosas se necesitan escribir así para que despertemos.

¿Si, así como lo están leyendo, le aprobaron a la actual administración $3.5 BILLONES de pesos dizque para ejecutar 32 proyectos, de verdad, en Colombia o mejor en alguna ciudad de este país, se ha logrado en periodos de 3 años que es lo que le resta a la actual administración, ejecutar al menos un proyecto completo?, la pregunta es por qué tan solo por mencionar un par de ejemplos les recuerdo, la vía Cali – Buenaventura, más de 50 años y sigue sin terminar y la ampliación Cali Jamundí que por cierto no fueron escasos 4 kilómetros y no se hizo como inicialmente estaba proyectada con puentes y retornos para evitar los trancones que hoy son permanentes en algunos tramos.

No sé cómo los miembros de una corporación aprueban por aprobar sin tener en cuenta lo mínimo que se debe tener en cuenta, como lo son la viabilidad jurídica, técnica y económica qué es lo mínimo que exige el marco fiscal de mediano plazo, que nos indica que para cualquier proyecto se deben evaluar las obligaciones fiscales, bancarias entre otras, pero más grave aún, no sé si es que no se han tomado la molestia de revisar los estados financieros de la ciudad, donde claramente se ve la quiebra fiscal en la que nos encontramos, bueno, pero es que tampoco le podemos pedir peras al olmo, si tampoco «leen» nuestros “honorables” congresistas, así que esta es una práctica común de estos servidores públicos.

Ahora viene la parte curiosa, confusa y extraña, bueno es un decir porque esto se veía venir, y es que cuando se empezó a dar a conocer la iniciativa del empréstito, la gran mayoría de concejales se oponían y de repente 17 de los 21, dieron su voto positivo, la aprobaron, y entonces nos preguntamos, no será que ese “cambio” tan repentino obedeció a que unos días previos recibieron 21 vehículos Mazda CX-5, cada uno por un valor aproximado de $100 millones, raro no, pero coincidió, así que acá también funcionan los Bonilla, los Velasco, los Olmedo, los Sneyder, claro en menor proporción, pero funciona.

Ahora bien, es que en Cali, no se logra culminar ni siquiera su propia estructura organizacional y de funcionamiento, para meterse en más cosas, cuando lo primero es la primaria, y es que no es hablar por hablar. Con la Ley 1933, de agosto 1 de 2018, se creó el DISTRITO ESPECIAL, DEPORTIVO, CULTURAL, TURÍSTICO, EMPRESARIAL Y DE SERVICIOS, Santiago de Cali, y a hoy esto sigue igual, aún ni siquiera se ha podido normalizar las alcaldías locales, el mes pasado les dio el embeleco de crear junto con otros 6 municipios el área metropolitana, y solo 2 apoyaron la idea quedando conformada por tan solo 3, y es que no estamos en desacuerdo con estas buenas causas, sino que antes de estas iniciativas, deben organizarse, saber que quieren, para donde van, tener un plan de desarrollo mínimo para los próximos 5 años, pero no, les encanta la improvisación, y salir como vacas golosas cuando les abren el broche del corral.

Volviendo a los $3.5 Billones que «son» para proyectos que en su gran mayoría no cuentan con estudios de factibilidad, por lo que con toda seguridad no se ejecutarán eficazmente en el tiempo y con los presupuestos previstos, porque como todos sabemos se enfrentarán a entidades paquidérmicas, donde se van a tomar un tiempo no menor a un año para terminar estudios, para que luego sean aprobados por las entidades que obligatoriamente tienen que intervenir, sumémosle a esto, los tiempos de licitación, etc., etc., etc., entonces ¿en qué tiempo piensa la administración Eder y los que le aprobaron este crédito que le van a cumplir a la ciudad?, ah, pero no importa, verdad que los caleños pagaron con impuestos las mega obras, el dinero se perdió y no paso ni pasará nada.

Complejo futuro y panorama para una ciudad donde ni siquiera se ha logrado bajar los índices de inseguridad, que al cierre de noviembre de 2024, muestra una realidad de 877 homicidios, donde siguen sin un norte claro de lo que realmente se puede y en las actuales circunstancias se pueda hacer, así esta, Cali, capital del despilfarro y de la corrupción.

Entre tanto…………. Ahora que el gobierno del Cambio de Petro quiere adicionar una palabra en el escudo de nuestro nacional, para que en este se lea “Libertad y Orden Justo”, lo que falta es que la bandera de Colombia que nos representará de ahora en adelante sea la del grupo terrorista M-19 como sucedió en el acto protocolario en Uruguay, donde se trató de exhibir y no el tricolor amarillo, azul y rojo.

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