Por: Fernando Torres Mejía
Ese refrán que dice «Más sabe el diablo por viejo que por diablo» es el que hoy está aplicando Alejandro Gaviria, de la Coalición Centro Esperanza, quien como un “viejo zorro” les jugó “sucio” a sus aliados, que confiados en que las reglas de juego estaban claramente definidas y aceptadas por todos, este, como buen politiquero, los traiciono y empezó a formar tolda aparte, componendas y arreglos con expresidentes, exvicepresidentes, congresistas, excongresistas y políticos, muchos de ellos cuestionados por sus prácticas non santas, por lo cual también le aplicaría, “el que pega primero pega dos veces”.
Primero fue Ingrid Betancourt, que independientemente de su forma de proceder, no acepto lo que ella llamó, una traición por parte de Gaviria, quien se había comprometido al igual que los demás, de no aceptar políticos tradicionales o cuestionados por sus prácticas clientelistas, pero este se dejó seducir por algunos barones electorales del liberalismo, con lo cual, fiel y coherente con su promesa, la señora Ingrid, prefirió renunciar a la coalición, antes de traicionar la confianza y las promesas que ya había hecho a sus seguidores, quienes le reconocen que ha dado la batalla en contra de estas prácticas y sobre todo contra la corrupción.
Después Gaviria se reunió con Germán Vargas y posteriormente con Cesar Gaviria, y ahí fue Troya, vinieron los reclamos por parte de los demás integrantes quienes incluso amenazaron una hora antes, con no participar en el debate programado por Noticias Caracol, pero debido a la importancia del mismo y a la exposición mediática que esto genera, finalmente decidieron aceptaron, no sin antes comprometerse a no volver a estar en más foros donde fueran invitados todos como coalición, pero además en el debate, vino el episodio bochornoso donde Juan Manuel Galán y Sergio Fajardo echaron sus puyas contra Gaviria y este último lanzo “ataques” duros contra Fajardo.
Lo que si ha quedado claro y demostrado es que la conformación de este colectivo, no tiene trabajo en grupo ni mucho menos que están apuntando a un solo propósito, pues la forma como Alejandro Gaviria está haciendo las cosas, demuestra que su único interés es llegar a ganar la consulta del próximo 13 de marzo al precio que sea, y si esto implica “venderle” el alma al “diablo”, perdón a cualquier político, lo está logrando, ya que es de los de la teoría que el “fin justifica los medios” y así está quedando demostrado.
¿Recuerdan lo que sucedió en noviembre del año pasado, cuando César Gaviria le tiró el teléfono a Alejandro, y lo acusó de traicionarlo?
rompiendo cualquier relación política y personal?, en la que la conversación que sostuvieron se dio en medio de gritos por el hecho que el candidato llamó al director del liberalismo para decirle que asistiría al llamado “cónclave” de la Coalición de la Esperanza, para hablar de las reglas de juego sobre cómo se podría unir al centro, pues bien, esto enfureció al expresidente quien recibió la noticia como una “traición”, pues se trata de una invitación que le hacen dos de sus más duros enemigos, Sergio Fajardo y Juan Fernando Cristo.
Como ya sabemos, la política es dinámica y es por eso a pesar de los gritos y tirada del teléfono de Gaviria, Alejandro aceptó nuevamente reunirse con el expresidente, y aunque por ahora no conocemos lo que realmente sucedió en esa reunión, el candidato manifestó que “no hubo ni apoyos, ni acuerdos, ni alianzas, ni nada, fue una conversación primero sobre un tema personal, sobre limar asperezas personalmente”. Ahora bien, frente al encuentro con el exvicepresidente Germán Vargas, explicó que “fue casual y no tuvo algún propósito político”, aunque para la opinión pública, queda claro que no importa el precio que se tenga que pagar para lograr el triunfo.
Otro episodio que nos corrobora la teoría que se está planteando y que no tiene justificación, es ver como a la campaña de Gaviria aterrizo Rodrigo Lara, el otrora amigo de los Galán y que ahora no pueden ni verse, no solo a brindarle todo su apoyo, sino que será su jefe de debate, y entonces en que quedaron los compromisos donde los que pierdan, trabajarían para el ganador y buscar la presidencia?, a no ser que vaya a pasar lo mismo del Pacto Histórico, donde Petro no le dará la candidatura a la vicepresidencia al segundo mejor votado, como fue el compromiso acordado.
Finalmente, Jorge Enrique Robledo hizo público un comunicado en el que rechaza estas prácticas clientelistas y politiqueras, manifestando “Es un hecho notorio entonces que Alejandro Gaviria violó los acuerdos y destruyó la confianza en los que se fundamentó la Coalición Centro Esperanza, con lo que también le dio fin a los compromisos adquiridos”, en otras palabras,
ALEJANDRO GAVIRIA, ACABO CON EL SUEÑO DE LA COALICIÓN DE LA ESPERANZA.