Por: Roberto Trobajo
La desforestación en Colombia está disparada y a los ministerios de agricultura y del ambiente no les interesa pararla y menos reforestar al país.
Ya hace un año que a ambos ministros se les hizo llegar una excelente propuesta que va más allá de repoblar árboles, pues la novedosa iniciativa protegería fuentes hídricas y hasta propiciaría empleos.
Los ministros de Agricultura y Ambiente no le dieron ni el saludo a Pedro Neftalí Rodríguez Fernández, un humilde campesino, que desde Villavicencio anhela un mejor campo para todos los colombianos.
En mi opinión: como Don Pedro no llegó de la mano de congresistas ni pide dinero a cambio de su genial iniciativa, por eso no le han puesto atención.
Va y hasta les dolió la honestidad de este conocedor del campo que sustentó su propuesta exponiendo el abandono del Estado y hablando muy claro, directo, conciso, aboga por una real atención integral a la tierra en pos de un eficaz accionar agrícola, forestal, protegiéndose ecosistemas.
Desde escritorios en Bogotá, sin untarse de campo, creyéndose que se las saben todas, jamás se impulsará el crecimiento agroeconómico que requiere Colombia.
Don Pedro, además de proponer metodologías ¡aterrizadas! y realizables ¡realistas!, enfatiza en brindársele oportunidades laborales a jóvenes campesinos y abrírseles posibilidades a los talentos que están egresando de las universidades del país.
Y ahora que esos ilustrísimos ministros del ambiente y de la agricultura no digan, para justificar, que no le contestaron a Don Pedro (ni dándoles gracias) porque sus ministerios no cuentan con presupuesto para impulsar la estrategia que ese sabio ingeniero, muy humilde a pesar de ser genial, les propuso: es que el señor Pedro, pensando en todo, máxime en un pretexto de falta de dinero, propone la creación de una “estampilla forestal” que sea cargada a todos los actos públicos o privados susceptibles de registros que se lleven a cabo ante las notarías de Colombia.
Como ven la plata está ahí, se consigue, y se dispondría con creces, sin afectar presupuestos que tienen ya “amarrados” los ministerios de Ambiente y Agricultura.
Y si a los señores ministros se les refundió, entre tanto papeleo, o se les “perdió” en medio de laberintos burocráticos: díganme para hacerles llegar tan valiosa propuesta, pero con la condición de que reciban y escuchen al señor Pedro Neftalí Rodríguez Fernández, un sabio del campo que sólo quiere ver muy bien a nuestro país.
Voluntad es lo que hace falta y que a esos ministros les duela el campo. Colombia merece una alborada campesina.