La exmagistrada Ruth Marina Diaz amenazó con demandar a todos los periodistas y medios de comunicación que se atrevieran a relacionar su nombre con el detenido exfiscal Luis Gustavo Moreno, y está cumpliendo su sentencia. Gracias a su poder vigente en la rama judicial ha conseguido acelerar las acciones interpuestas contra El Expediente y otros medios de comunicación que también la han mencionado dentro de las personas que rodeaban y apadrinaban a Moreno.
Llama la atención que el 27 de junio EL Expediente publicó una nota titulada »Los padrinos y los defendidos del fiscal anticorrupción que será extraditado a EEUU» que describía la telaraña de Gustavo Moreno ante la Corte Suprema por conducto de los entonces magistrados Ruth Marina Diaz, Francisco Ricaurte y Leonidas Bustos; y a solo dos días la exmagistrada había presentado una demanda que ya fue asignada en reparto y tiene al CTI de la Fiscalía trabajando para presionar a los medios de comunicación.
El pasado viernes 30 de junio el director de este portal, Gustavo Rugeles, recibió dos llamadas del número de celular 3174392258 de una persona que se identificó como Andrés Martínez, investigador del CTI, y manifestó su interés en reunirse personalmente con él para solicitar información de parte de la fiscal 361 seccional de la URI de Puentearanda, en el marco de la denuncia que interpuso la exmagistrada contra El Expediente.
La investigación de El Expediente, publicada horas después de la captura con fines de extradición de Luis Gustavo Moreno, está basada en fuentes fidedignas y hechos que la magistrada no puede negar:
¿No es cierto que durante el 2015 usted y Francisco Ricaurte compartieron oficina con Gustavo Moreno en la Calle 84 entre carreras 7 y 7 junto al hotel El Portón?
¿No es cierto que en virtud de su amistad con Gustavo Moreno asistió al lanzamiento de su libro de Falsos Testigos en Cartagena, o que que estuvo como invitada especial, entre un selecto grupo de colegas, en el lanzamiento del libro Nuevas Tendencias del Derecho, firmado por Moreno y presentado por el exmagistrado Humberto Sierra Porto?.
¿No es cierto que coincidió con Gustavo Moreno en el grupo de abogados contratistas de la Fiscalía en la época del Fiscal Eduardo Montealegre?
Son muchas más las evidencias que vinculan a la exmagistrada Ruth Marina Díaz y a sus colegas Ricaurte y Bustos, todos expresidentesde la CSJ, con Gustavo Moreno. El modus operandi era sencillo: Gustavo Moreno litigando, aprovechando el nombre y poder sobre la libertad de los altos dignatarios del Estado de los magistrados, cobrando millonarios honorarios que sirvieron para lograr un cambio de estilo de vida difícil de ocultar.
La justicia de Estados Unidos, protagonista de la operación contra el ex fiscal, también tiene en la mira varias propiedades de Gustavo Moreno y de sus socios con la sospecha de encontrarse con un caso de lavado de activos y corrupción transnacional.