El columnista del periódico El Espectador Yohir Akerman juega a dos bandas desde la ciudad de Miami donde alterna su condición de opinador con la de investigador privado, al servicio de una firma llamada ‘Guidepost Solutions’, compañía que se promueve a si misma como un “equipo de investigadores, consultores expertos en seguridad y tecnología y cumplimiento”.
De acuerdo con la información pública, esa empresa de investigaciones privadas tiene su oficina principal en la ciudad de Nueva York, con filiales en Bogotá, Boston, Chicago, Dallas, Honolulu, Londres, Los Ángeles, Miami -donde trabaja Akerman-, Oakland, Palm Beach, Phoenix, San Francisco, Seattle, Singapur y Washington.
Desde hace unos meses, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos incluyó a las cabezas del régimen dictatorial venezolano en su lista de objetivos de alto valor. De acuerdo con la investigación adelantada por las justicia norteamericana, Nicolás Maduro y Diosdado Cabello son las cabezas visibles de una estructura narcotraficante de la que hacen parte distintas unidades del chavismo.
El 26 de marzo de este año, a través del Departamento de Estado, se fijaron millonarias recompensas contra la estructura chavista, empezando por Maduro cuya cabeza fue tasada en U$15 millones de dólares.
Entre las pesquisas que adelantan las autoridades, está la de determinar si los agentes chavistas involucrados en las operaciones de lavado de activos fruto de la corrupción o de actividades de tráfico de estupefacientes han contado con el apoyo de firmas estadounidenses o de expertos.
Y en ese punto es donde empieza a figurar el señor Yohir Akerman quien ejerce como “investigador experto” de ‘Guidepost’.
Según las informaciones preliminares que están bajo evaluación en investigaciones reservadas a las que tuvo acceso El Expediente se han encontrado relaciones laborales de Akerman con tres fichas claves del chavismo: Alejandro Betancourt, Nervis Villalobos y Samark José López Bello quienes habrían sido asesorados y asistidos profesionalmente por el soberbio columnista de ‘El Espectador’.
Estos son los perfiles y prontuarios de los clientes de Akerman que, con habilidad, ha evitado a toda costa que el país conozca sus actividades profesionales al servicio de la dictadura corrupta venezolana:
• Alejandro Betancourt: Es considerado como uno de los más poderosos ‘bolichicos’, que malversó más U$2200 millones de dólares a través de contratos asignados a dedo por la dictadura. Contra él, pesa una acusación -indictment- por conspirar para lavar dinero.
• Nervis Villalobos: Desde 2017, el gran jurado de la corte del distrito sur de Houston, Texas, emitió un Indictment contra 5 fichas claves del chavismo, entre los que está el señor Villalobos por el desfalco a la empresa estatal petrolera de Venezuela, PDVSA. En la acusación, aparece detallado el esquema utilizado para mover el dinero que le fue robado al pueblo venezolano a través de una compleja red de bancos en Suiza y Curazao. Contra él, pesan cargos de ‘conspiración para lavar dinero’, ‘conspiración’ -que es el equivalente al delito de concierto para delinquir en Colombia-, ‘conspiración para cometer lavado de dinero’ y ‘lavado de dinero’. Si es sentenciado, puede pagar hasta 50 años de condena en una prisión federal estadounidense.
• Samark José López Bello: De lejos, el más peligroso de los clientes de Yohir Akerman. Desde el año 2017 fue incluido en la tristemente célebre ‘Lista Clinton’, luego de que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos recabara las evidencias que confirman su participación en actividades de narcotráfico. Por él, el gobierno americano ofrece una recompensa de U$5 millones de dólares y tiene cuentas pendientes con la corte del distrito sur de Nueva York, donde deberá responder por 8 delitos, entre ellos narcotráfico y lavado de dinero. Se expone a cadena perpetua.
El Expediente intentó comunicarse con el columnista Akerman para obtener su versión y saber en que ha consistido su asesoría a esos tres miembros del cartel chavista, todos ellos con cuentas pendientes con la justicia de los Estados Unidos.