Por: Argiro Castaño
Comencemos por decir que: “arrieros somos y en el camino nos encontramos…”
Vivo orgulloso de haber sido descendiente de aserradores de serrucho largo, quemadores de carbón y de arrieros. en mi manera de hablar muchas veces empleo frases y dichos empleados hace muchos años por aquellos recios hombres.
Qué más que “decires” eran frases o dichos llenos de sabiduría. Fue la manera de hablar y de hacerse entender de aquellos sabios campesinos, que fueron los que nos abrieron la trocha a la inmensa mayoría de Antioqueños para que transitáramos por ella por unos caminos menos llenos de pantano. También nos llenaron de valores, de coraje y de ejemplo.
Hombres que forjaron El Progreso de estas tierras y que llegaron a este mundo a darse machete hasta con el diablo para poder sobrevivir y sacar adelante a su familia en medio de terribles adversidades.
Muchas Frases empleadas por los arrieros hace muchísimos años las adoptamos muchos Antioqueños, frases que son ahora las que nos acompañan a muchos de nosotros en nuestra cotidiana manera de hablar.
Ahora les voy a explicar el significado de algunas a mi manera de entenderlas… Porque en realidad son miles de frases y dichos populares las que a través de los años hemos empleado para referirnos a alguna situación. Comencemos con esta:
“Se le fue la carga al culo”
Este dicho se refiere a cuando en tiempos de la arriería en medio de una loma se le iba la carga al culo a la mula. Por culpa de un mal amarre la carga se desamarraba yéndosele al animal hacía la parte de atrás con enjalma y todo. En estos tiempos muchos empleamos esta frase para referirnos a algún tipo de circunstancia adversa en nuestra vida. Una quiebra económica, un romancé que no tuvo éxito, unos cachos bien puestos o algún negocio que no se da en el cual teníamos alguna ilusión.
“En el camino nivelamos las cargas”
Frase muy empleada en tiempos de la arriería. Donde el arriero le decía a su “sangrero” que debía ir pendiente de la carga e ir reforzando el amarre tantas veces como fuera necesario durante el viaje, ya que esta se desnivelaba mucho por culpa de las piedras y los baches de los caminos.
Este dicho lo empleamos muchos Antioqueños, cuando nos tiramos a realizar algún negocio o proyecto sin estar seguros que también nos podrá ir o si tendremos éxito.
Solo arrancamos diciendo: ¡vamos es hacerle papá! que en el camino nivelamos las cargas.
“Arrieros somos y en el camino nos encontramos”
Otra de las frases de arrieros muy empleada por ellos. Hacía referencia a algún tipo de amenaza o advertencia después de tener alguna discusión en alguna fonda o posada.
Se la decían en tono desafiante a su contrincante. Muchas veces se encontraban de nuevo en algún camino y a machete se picaban.
Esta frase todavía la empleamos muchos Antioqueños, pero no para picarnos a machete con nadie. más bien para decirle algún desagradecido que este mundo está dando vueltas todos los días, que lo que sube siempre baja, que el mundo sigue girando y siempre nos volvemos a encontrar.
Podría escribir miles de páginas con dichos populares de nuestra raza paisa que empleamos sabiamente desde las épocas de las bárbaras cavernas.
Esta raza paisa que tanta risa le produce a muchos de los políticos de izquierda que se dedicaron a desprestigiar a nuestra tierra, nuestra gente y nuestros empresarios.
Los tiempos han cambiado y no todo tiempo pasado fue mejor. Pero solo digamos que fueron buenos tiempos en los que nos tocó vivir a muchos de nosotros. Tiempos donde el respeto por Dios, la familia, las buenas costumbres y las tradiciones eran tan comunes que casi ni se percibían.
Ahora en estos tiempos hasta para darle un consejo a un hijo se le tiene que pedir permiso, se les tiene que agarrar con pinzas. Utilizar un lenguaje rebuscado para no ir a causarle un trauma psicológico al muchacho de 20 años que le podría afectar su vida adulta y su libre desarrollo. Mientras el muchacho desayuna cómodamente en la cama a las 10 am.
Yo soy de esos románticos que extraño la jerarquía que tenían nuestros padres…
Donde el papá era el papá y punto. Se le quería o se le respetaba simplemente. Ahora nosotros los padres andamos tratando de ser los mejores amigos de nuestros hijos y por eso las cosas ya no funcionan igual. Es mejor ser el “ejemplo” para tu hijo más que su mejor amigo.
Somos en parte culpables de la descomposición en que está ahora nuestra sociedad, donde muchos jóvenes han perdido el respeto por sus padres y por las buenas costumbres con las que fuimos levantados la inmensa mayoría de nuestra generación.
Porque ahora desde el padre más rico hasta el más pobre quiere tener sus hijos metidos en una urna de cristal, y decimos estas palabras llenos de orgullo y de callos en nuestras manos: yo trabajo duro para que a mi hijo nunca le falte nada. Aunque en el fondo les falte todo. “SE NOS FUE LA CARGA AL CULO”
Lo que temíamos que pasara pasó y ahora la izquierda está en el poder en Colombia. ¡Contra todos los pronósticos! y a pesar de una férrea oposición, que por muchos años dimos los viejos que vivimos aferrados a nuestras creencias, costumbres y tradiciones.
Y también muchos jóvenes que crecieron sin dejarse contaminar de la tal nueva ola que se está apoderando del planeta.
Pese a tanta lucha y resistencia dada por nosotros, la tal nueva primavera llegó a nuestro país. Con millones de jóvenes sintiéndose con todo tipo de derechos pero están bien seguros que no tienen ninguna obligación.
Llegó Petro con su discurso de la Paz, el amor y la reconciliación. Pero llega rodeado de todo tipo de lagartos y caciques políticos que nos han gobernado desde siempre.
También con los nuevos modelos de cambios económicos donde pretende cambiar el de todos menos las comodidades de sus discípulos que lo ayudaron a subirse al poder.
Hablar de oposición y de vigilancia al gobierno Petro, por algunos senadores de la oposición solo produce risa. Gustavo Petro escasamente le tiene miedo a su mujer y llegará al poder a hacer lo que se le antoje por encima del que sea.
Ahora él es el que manda… Y el que manda, manda así mande mal.
SE NOS FUE LA CARGA Al CULO.
Con la elección de Gustavo Petro quedó claro que la torta burocrática de este país es lo que en realidad le importa a mucho político.
Mientras nosotros nos rasgábamos las vestiduras y nos agarrábamos con familiares, amigos y vecinos por temas de derecha o izquierda, ellos hacían sus acuerdos y se acomodaban en la mesa a comerse el pastel.
Nada nuevo vendrá con el nuevo y cacaraquiado gobierno del cambio. El único cambio que veremos será el de algunos nuevos ladrones en el poder y otros que lo llevan haciendo por muchos años.
Solo basta con mirar el día de la posesión de los nuevos senadores; como llegaron los nuevos parlamentarios de izquierda vestidos cuál estrella de cine pisando la alfombra roja. Y otros haciendo el show llegaron hasta con tacones.
Qué ganas de hacerse notar y que narcisismo tan verraco la de estos señores. ¡Al desayuno se sabe lo que será el almuerzo! ¡Coronaron! Y no hay nada que hacer.
Toca esperar que dejen algo que recoger cuando su fórmula socialista y progresista deje a Colombia en el atraso más grande. Así como han quedado muchos países de la región que tenían unas economías sólidas y eran ejemplo para nosotros como CHILE.
No les voy a mencionar a Venezuela porque ese es un caso aparte, porque a ese país se lo raponiaron los bandidos.
¡ARRIEROS SOMOS Y EN EL CAMINO NOS ENCONTRAMOS!
Sería el dicho para aplicarle a muchos políticos oportunistas que se montaron en la vaca loca del gobierno PETRO solo para no perderse su pedazo de torta burocrática. Muchos abrimos los ojos tarde, pero nos dimos cuenta de los oscuros intereses que se manejan detrás del poder en este país. Hay políticos buenos, como curas buenos hay. Pero hoy se pueden contar en los dedos de una sola mano.
¡EN EL CAMINO NIVELAMOS LAS CARGAS!
Los colombianos nos hemos salido de huecos muy oscuros y acá estamos firmes como unos robles. A los que nos tocó correrle a las FARC, la ELN, a los PARAMILITARES, a las bombas de PABLO ESCOBAR y bandidos de todos los pelambres en este país, estamos seguros que de esta también salimos.
Seguramente ahora seremos más críticos al momento de entregarle nuestros “urras” a algún candidato. Estaremos atentos a no servir de idiotas útiles a ningún partido político mientras ellos caen acomodados en todo el centro de la torta burocrática. Qué bueno ver líderes nuevos, que salgan de la necesidad del cambio real que necesitamos en este país y no politiqueros baratos acabando de llenar sus bolsillos; llámense de derecha o de izquierda.
Aunque el viaje será largo y la trocha estará dura con la llegada de este nuevo gobierno, estaremos ahí listos a recuperar el terreno perdido y comenzar el camino de nuevo. Si al final abrimos los ojos y no le seguimos comiendo cuento a los encantadores de serpientes.
Algún día podremos tener de verdad un país sin politiqueros acomodándose en el poder con el único fin de seguir comiéndose el pastel llamado Colombia. Entonces estoy seguro QUE EN EL CAMINO NIVELAMOS LAS CARGAS.
Aunque con la elección de Gustavo Petro Urrego como presidente de Colombia, se nos haya ido LA CARGA AL CULO.
Argiro Castaño.