Por: Joan Sebastián Moreno
El 28 de octubre de 2019, la Sala de Reconocimiento de Verdad, Responsabilidad, y Determinación de los Hechos y conductas de la JEP, había citado a los miembros del secretariado de las FARC para que entre el 09 de diciembre de 2019 y el 30 de enero de 2020 dijeran todo lo que sabían acerca de los lineamientos de reclutamiento de niños en el conflicto, abusos de orden sexual y practicas de aborto forzado en las filas de ese grupo guerrillero. La respuesta de las FARC a ese llamado fue la interposición de 28 recusaciones, como así lo manifestó la presidenta de la Jurisdicción Especial para la Paz, Patricia Linares, en entrevista que le hicieran en el portal periodístico Blu Radio el día 28 de julio de 2020. La intención de interponer esa cantidad ingente de recusaciones tiene un fin especifico, el de dilatar un proceso judicial so pretexto de escudarse bajo el manto del debido proceso para negarse a aportar verdad en uno de los tantos casos deplorables que cometió este extinto grupo guerrillero. O de sostener posturas como la que mencionó la congresista Griselda Lobo, compañera sentimental del sanguinario Manuel Marulanda Vélez, en la que afirmó que la guerrilla no tenia una política de reclutamiento, “los que estaban en la guerrilla lo hacían de manera voluntaria”.
Transcurridos más de siete meses desde la resolución del último recurso, el 24 de julio de 2020 la JEP citó a 14 miembros de las FARC para que rindieran versión individual dentro del caso 007. Hasta el momento han rendido versión voluntaria, Jesús Mario Arenas Rojas “marcos”, Edgar López Gómez “Pacho Chino”, Pastor Lisandro Alape Lascarro “Pastor Alape”, Jorge Torres Victoria “Pablo Catatumbo”, Rodolfo Restrepo Ruiz “Víctor Tirado”, Martin Cruz Vega “Robin Morro”, Julián Gallo Cubillos “Carlos Antonio Lozada”, Jaime Alberto Parra Rodríguez “El medico”, y Rodrigo Londoño Echeverri “Timochenko”. Por lo que ha llegado a saberse, estas personas no solo no han aportado verdad, sino que categóricamente han negado un hecho públicamente conocido, el del reclutamiento forzado de menores, y el abuso sexual de niños dentro de las filas de este grupo terrorista y narcotraficante.
Por ejemplo, Timochenko manifestó en su red social de Twitter que, “Quiero informarle a Colombia que no dudaré en narrar con total transparencia los hechos por los que fui convocado hoy a la JEP. Mi compromiso es trabajar por la paz con justicia social y ésta sólo es posible de la mano de la verdad y la reconciliación”, mas tarde se confirmo que durante 7 horas de interrogatorio se encargó de negarlo todo, demostrando que su único compromiso con la paz es el de lavar su historial delictivo, y su patrimonio económico, logrado gracias al narcotráfico, el secuestro, la extorsión y el despojo de tierras.
Lo dicho por Julián Gallo Cubillos, Alias Tornillo
El 18 de septiembre de 2020, el señor Julián Gallo Cubillos “alias tornillo”, rindió diligencia de versión voluntaria en la Jurisdicción Especial para la Paz. Su testimonio fue tan deleznable que en mas de tres horas de diligencia no fue capaz de admitir la practica del reclutamiento forzado como una actividad común de la guerrilla. Manifestó que la acción de reclutar niños para la guerra era un delito dentro de la organización, y que dicha practica era castigada con un trabajo de atención, o la elaboración de un trabajo que tuviera una autocrítica.
También mencionó, que reclutar menores no era una práctica sistemática, pero no dudaba en que esa práctica si pudo haberse dado, concluyendo por demás, que se presentaba violando normas de reclutamiento y la concepción ideológica y política de las FARC. Aun a sabiendas que Lorena Murcia, niña de la Corporación RosaBlanca en entrevista con Vicky Davila, lo señaló de ser un violador de niños y adolescentes.
Los más perjudicados: las victimas.
A tal punto de cinismo e inverosimilidad han llegado los comparecientes de esta antigua guerrilla, que hasta aquellas personas que los han defendido, hoy manifiestan “Los excomandantes de las FARC deben abandonar este falso, vergonzoso e insostenible relato”, esta frase, atribuida a José Miguel Vivanco demuestra el nivel de degradación al que han llegado estos comparecientes en la JEP. El problema no solo radica en que dicho órgano judicial avale este marco de impunidad, sino que las victimas como centro del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantía de no Repetición, tengan que soportar una vez más, el terrorismo moral de aquellos que se atreven a negar la infamia de sus actos.