Por: Fernando Torres Mejía
Aun es temprano, pero es que no vemos la hora de que Petro se vaya a sus “galaxias” para que no termine de acabar con lo poco que queda de la “Intergaláctica” Colombia.
Por esta época en 2022 sonaban algo así como 48 precandidatos; ahora para 2026 van 43, es decir, 5 menos. Podríamos decir que vamos mejorando y que están entendiendo que una cosa es el deseo y otra, la verdadera posibilidad de ganar, aunque esta cantidad sigue siendo una cosa “loca” y eso que la consigna es “arrebatarle” la posta a la izquierda.
Trataré de ilustrar con el “poco” conocimiento político que tengo, los que al final se disputarán o estarán en la final de la “Colombian Champions League”, porque muchos serán los invitados, pero solo uno(a) será el (la) elegido(a). Además, lo que se va a comentar es el resultado de amplias conversaciones y opiniones de analistas y personas a quienes les apasiona la política, les gustan las tertulias, los mentideros políticos para comentar y hacer apuestas sobre la realidad, con base en lo que estamos viviendo, así que este artículo es una radiografía de lo que muy seguramente sucederá en mayo de 2026.
Concentrémonos en los 8 que hoy tienen una figuración y un reconocimiento significativo y que tienen una verdadera opción para ocupar la “fría y aburrida” Casa de Nariño, como dice quien al parecer solo lo tiene contento el “café” y sus viajes a Panamá. Vicky Dávila: Sin duda, una inmejorable alternativa con un mar de conocimiento, pero un milímetro de profundidad en todo lo relacionado con lo público, aunque esto podría “remediarse” con un nutrido equipo de asesores.
De una personalidad y carácter recio, que solo se hace lo que ella dice y quiere, así que su temperamento no le ayuda mucho en un cargo tan complejo donde es necesario escuchar y dejarse asesorar.
Cuenta a su favor que no es política y, al menos por ahora, no tiene compromisos que la obliguen a cogobernar con la corrupción. La llegada de Alicia Arango se interpreta como una jugada del expresidente Uribe porque no quiere tener todos los huevitos en un solo “canasto”.
María Fernanda Cabal: Tiene un conocimiento envidiable del país y una vasta experiencia. Goza de reconocimiento a nivel nacional e internacional. Es templada y tiene mano firme, lo que la convierte en una opción para un país que necesita volver retomar su seguridad y, sobre todo, la confianza perdida, cuyo camino de recuperación no se ve claro.
Sus dos debilidades: su radicalismo y que, mientras esté el expresidente Uribe en el CD, jamás será candidata. Qué bueno sería verla como la primera mujer presidenta de esta sufrida Colombia. Claudia López: “Felicitaciones al nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, y a la nueva vicepresidenta de todas y todos los colombianos”. “Carajo, pero al fin ganamos”. “Volvería a votar por Petro sin ninguna duda”.
Así piensa y actúa la versión femenina de Roy Barreras; es la típica camaleón, dice lo que los demás quieren oír, pero su corazón está dividido entre Santos y Petro. Es una hábil vendedora, con capacidad y gran dinamismo político; igual es una persona falsa que se acomoda a todas las circunstancias con tal de lograr sus propósitos. En 7 oportunidades ha lanzado “feroces” ataques en contra de Petro, pero más temprano que tarde, la veremos abrazándolo y sonriéndole tan solo para alcanzar sus objetivos.
Miguel Uribe: Joven, buen orador, una de sus grandes ventajas es que, sin duda, dentro de los 5 que compiten por la candidatura del CD, es el consentido del «pre», pero no le alcanzará a pesar del derroche que viene haciendo desde su precampaña.
No cuenta con el liderazgo que se requiere para llegar; no es una revelación como Bukele, Noboa o Justin Trudeau; aún le falta mucho kilometraje para lograr tener un mejor reconocimiento. Llama la atención que es uno de los que más insiste en la unión de los candidatos de los otros partidos y movimientos para derrotar a la izquierda, pero solo parece que fuera un simple deseo, porque no se le ve una intención real de que así sea.
German Vargas: “Es totalmente falso que los miembros de las FARC irán al Congreso sin haber cumplido con las penas que les serán otorgadas”. “Este es el mejor acuerdo posible”. Esto decía cuando era vicepresidente en el gobierno de Santos; además, tiene serios problemas de personalidad, no se deja ayudar, es altanero y grosero, pero todos estos defectos no opacan su gran capacidad de gerenciar.
De todos los que aquí se mencionan, es el que mejor conoce el país; su personalidad recia y fuerte pareciera necesaria para erradicar de una vez por todas el flagelo de la inseguridad que nos tiene azotados, pero con sus comentarios del pasado, donde se alineó con Santos para mentirle a los colombianos sobre el destino de las FARC, deja mucho que pensar, pero no se puede descartar como uno de los favoritos, sin duda el mejor preparado.
Sergio Fajardo: Esta será su cuarta vez y tal vez la última. Sin duda, continuará con su desgaste, con un problema adicional, esa moralidad tan alta que tiene, la cual no le va a funcionar y menos en estos momentos en los que Colombia atraviesa una situación de guerra, donde se han perdido los valores y los principios.
Acá se necesita una persona con mano dura, que logre estabilizar los horrores a que se tendrá que enfrentar quien será el próximo presidente, para tratar de medio ordenarnos y ahí sí que entre alguien con la personalidad y el don de gente y buena persona como lo es Sergio; de lo contrario, será un desastre total tratando de gobernar en medio de todo el caos que desde hace 2.7 años nos está dejando el intergaláctico Petro.
Roy Barreras: Continúa y continuará sobreviviendo a pesar de todas sus movidas perversas; es como las “cucarachas” duras de extinguir y su recuperación es tal que siempre estará presente en todos los gobiernos y esta vez en el que pareciera será el suyo.
Contará con un respaldo único, donde estarán con él los de la izquierda y los de la derecha; ya todos conocemos el talante y el poder de convencimiento que tiene. Si a usted no le gusta Roy, no le aconsejo que le acepte una invitación, así sea de 5 minutos, porque le aseguro que sale hasta aportándole a su campaña; es una persona con un poder de convencimiento extremo.
Excelente orador y sin duda será uno de los que hay que tener en cuenta porque tiene muchas posibilidades. Gustavo Bolívar: Lo único cierto es que con la gestión de Petro, la izquierda no volverá a la Casa de Nariño. Por eso solo me voy a referir a Bolívar, porque de entrada descarto a María José Pizarro, a Susana Muhamad y a Carolina Corcho, que nada pero absolutamente nada tienen que hacer.
Bien, aunque Gustavo hoy puntea en las encuestas, es porque no olvidemos que es el petrista más fiel, quien recibe insultos y desplantes y ahí está, firme de primero; no en vano dice “amar” a su jefe. Es una persona que habla sin filtros, pero no quiere ver más de lo que Petro le dice que vea.
Sus votantes hacen parte de ese 30% que aún conserva su jefe, pero no le alcanzará. Finalmente, si Bolívar aparece de primero en las encuestas, es porque es el único de la izquierda que tiene algún favoritismo, y los seguidores de esas colectividades le apuestan, mientras que en la derecha y el centro con ese abanico para escoger, induce a que a cada uno le toque un pedacito y entonces pareciera que no hay uno fuerte para pelearle a la izquierda, así que por ahora solo nos queda continuar analizando ¿quién para el 2026?