Por: Germán Senna Pico
Desde 2004 en el gobierno Uribe, pasando por el de Santos y Duque se han producido importantes desmovilizaciones en el país que han disminuido significativamente las violencias políticas y sociales, pero desafortunadamente para los campesinos y pobladores de estas regiones no habido ningún cambio estructural en seguridad ni en acciones que disminuyan la pobreza, arreglo vías, electrificación rural para elevar su calidad de vida.
Todos los campesinos y pobladores de estas zonas alejadas donde se han producido los actos de desarmes y desmovilización de grupos armados ilegales se preguntan…
¿Por qué el dinero que los últimos gobiernos destinaron a los territorios donde se produjeron procesos de paz nunca llegaron a sus territorios?
Pongamos en contexto a los lectores para entender mejor las dinámicas. En 2006 se produjo la desmovilización del Bloque Sur Andaquí del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (BCB-AUC), estábamos en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, se hicieron muchas promesas para los campesinos de estas zonas, aunque nunca se incluyó en el CONPES del Departamento Nacional de Planeación, presupuesto para la inversión en estos territorios inmersos en grandes violencias políticas y sociales por actores armados cómo FARC, AUC, narcotráfico y minería ilegal y BACRIN.
Por el lado de los desmovilizados AUC, se aportó gran cantidad de tierras y bienes para la reparación, de parte del gobierno, estaba presupuestado que se realizaran las inversiones prometidas que nunca llegaron, y de parte de las víctimas no alcanzan a imaginar cuán grande ha sido su aporte a estos procesos, realmente la mayor lección viene de ellos.
En Valparaíso, Milán, Curillo, San José del Fragua, Belén, Albania, Solano, Solita Caquetá; regiones donde la crispación por la confrontación armada entre AUC, FARC y Fuerzas Militares fue más álgida, tenemos para hacer visible la arrogancia de las instituciones y del gobierno para con estas regiones.
En los gobiernos de Juan Manuel Santos y el de Iván Duque, se asignaron unas partidas para estos municipios, designados como recursos para territorios de Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), a fecha julio 2022, los campesinos de estos municipios (PDET) están a la espera de las ayudas prometidas, las vías del Caquetá están en pésimo estado, los proyectos productivos agrícolas e inversión en el agro para las regiones nunca llegaron. Pero esos presupuestos si salieran del ministerio de hacienda de acuerdo al CONPES Nacional, luego creo que los gobiernos de Juan Manuel Santos y de Iván Duque, les deben muchas explicaciones a los campesinos y pobladores de estas regiones y al país entero.
Porque no llegaron las partidas asignadas para desarrollo rural e inversión en el agro a los territorios PDET en Caquetá, creo que se hace necesario que todas las (ÍAS) echen un vistazo al presupuesto asignado para territorios PDET en Caquetá, especialmente Valparaíso y Milán, región afectada por todos los actores armados ya desmovilizados y hoy por los reductos llámese Rastrojos, Comandos de Frontera, BACRIN o disidencias FARC.
La RESILIENCIA de las víctimas en Caquetá nos han dado una lección de vida a todos los actores armados desmovilizados en los últimos años. Todas esas personas que les fue arrebatada su paz, su tranquilidad, sus seres queridos, hacen parte de estos procesos y son a ellos a los que le debemos poder reencontrarnos con nosotros mismos y con la sociedad que nos rodea.
En Valparaíso y Milán con profundo respeto ponemos presente en este escrito a víctimas afectados doblemente por FARC y AUC, son ellos:
Leónidas Polanía Murillo y Félix Palomares, seres humanos extraordinarios que hoy en día son líderes sociales que, a pesar de haber padecido la confrontación, nunca se fueron de sus territorios y hoy siguen sembrando desarrollo para sus veredas y en la búsqueda de recursos para arreglar vías y mejorar la calidad de vida de toda la región, espero que a futuro la ciudadanía les dé la oportunidad a estos ejemplares seres humanos, de llegar a un cargo público y que desde esa ventana puedan hacer más por su región.
Esperamos que en este próximo gobierno donde se habla mucho de desarrollo rural e inversión para el agro en territorios apartados, no se les haga conejo a estas regiones y que las partidas asignadas para las zonas en conflicto, no se queden en los bolsillos de Roy Barrera o de cuanto lagarto delincuente está hoy en eso que llaman Pacto Histórico.
Hace más de ocho (8) años solicitamos a los entes judiciales e informamos al congreso a través de varios congresistas entre los que está el ex Senador Luis Fernando Velasco hoy ficha clave en el gobierno entrante de Gustavo Petro, que las tierras entregadas por ex AUC, no fueran monetizadas sino entregadas a campesinos y victimas en una especie de reforma agraria, pasaron los gobiernos de Santos y Duque, pero esto nunca se hizo, ojalá que esas más de 25 mil hectáreas que entregó el (BCB-AUC), lleguen a las víctimas y a los campesinos, como reparación directa por el daño causado.
Otra actuación que esperamos de las autoridades, es que las tierras incautadas al narcotráfico se utilicen como reparación directa a campesinos, tenemos en Caquetá miles de hectáreas incautadas al narcotráfico y no se hace nada para que estas tierras queden en manos de quienes la necesitan para subsistir y producir cultivos lícitos, después de la desmovilizaciones de AUC y FARC, vimos una avalancha de narcotraficantes que se volcaron a Caquetá a comprar tierras abandonadas por efectos de violencia a bajo costo, eso pasó en Valparaíso donde narcotraficantes ya extraditados se hicieron a la compra de más de diez mil (10.000) hectáreas de tierras que anteriormente eran de campesinos y colonos de la Paujila, La Florida, Curbinata y la Yumal en Valparaíso.
Los narcotraficantes enjuiciados Álvaro Camacho, Baltazar Rodríguez, Carmelo Rodríguez y Fernaín Rodríguez, se hicieron a muchas tierras de campesinos y ahora estas tierras están siendo utilizadas para laboratorios para el procesamiento de cocaína como vimos hace menos de dos meses una incautación de droga y posterior quema de un laboratorio en una finca en la vereda la Florida de Valparaíso Caquetá.
Es ahí donde las autoridades deben mirar cómo se le arrebata el poder al narcotráfico para recuperar tierras productivas y dárselas a los campesinos y victimas que deseen trabajar la tierra en cultivos lícitos. Recalco lo de cultivos lícitos, porque el Estado no puede, ni debe permitir que les sigan haciendo conejo como es el caso de las tierras que se les han entregado a los indígenas especialmente en Cauca, donde son utilizadas para la siembra de cultivos de coca y mariguana a la vez que se instalan en funcionamiento y construcción de laboratorios para el procesamiento de cocaína.
Germán Senna Pico
Email: germansennapicko@gmail.com