Por: Duván Idarraga
Con el aceleramiento del proceso por la carrera presidencial y la presencia de gran variedad de pre candidatos para ocupar la Primera Magistratura del país, considero importante recordar la famosa frase de un asesor económico de la campaña de Bill Clinton, hace un par de décadas, cuando dijo la “es la economía, estúpido” (a la que me he referido en ocasiones anteriores).
En su momento y de ahí su importancia, reflejaba en el fondo la relevancia que tiene la economía del país para un candidato presidencial, la necesidad de tener un claro manejo del tema y los mejores asesores posibles en la materia.
Como he expresado de manera reiterada, el panorama económico del país es demasiado complejo, cada vez se incrementa la crisis en diferentes aspectos: Por un lado, la deuda total del país ha alcanzado niveles inimaginables, superando los $1.000 billones, más del 60% del PIB (este gobierno la ha incrementado en un 37%, aproximadamente); pero no solo las cifras son muy graves, adicionalmente, ha encarecido esos créditos ya que se están pagando tasas de interés muchísimo más altas (superiores al 11%) lo que hace que el servicio de la deuda cada vez sea más costoso; por otro lado, se estima que para diciembre el 2025 podría estar en el 8%, cifra que ni siquiera en pandemia se dio. También, van a heredar un vencimiento de pagos de deuda en cifra cercana de $160 billones en agosto de 2026.
Ante este complicado panorama se esperaría que los precandidatos presidenciales tuvieran, por un lado, presente esta difícil situación y, por otro, empezarán a generar una estrategia clara, con planes de trabajo, acciones plenamente analizadas y con un esquema de implementación una vez sean electos (la situación es tan compleja que requiere se empiece a gestionar desde el momento de la elección para que una vez posesionados, inicien su ejecución). Es lo que se requiere para enfrentar con éxito el muy complejo panorama económico y fiscal que dejará el gobierno actual; adicionalmente, con un agravante, algo simple y contundente: Sin dinero no habrá como ejecutar las iniciativas que los pre candidatos plantean en sus programas de gobierno.
He tenido la posibilidad de escuchar algunos pre candidatos para conocer que opinan sobre este tema y cuál es su propuesta frente al mismo. Hay algunos que me han sorprendido por su ingenuidad o populismo, como quien propuso que en tema de impuestos iba a tener el 10 -10- 10 (10 de impuesto de renta a empresas, 10% impuesto renta a personas y 10% de IVA). Me pregunto si ese pre candidato es plenamente consciente que en la muy complicada situación fiscal del país esa propuesta es totalmente inviable, al menos en los dos primeros años de gobierno; con esa reducción tan significativa, de entrada, el déficit fiscal se aumentaría mucho más.
Otro pre candidato plantea una acción concreta para la reducción del déficit fiscal, habla de la reducción del Estado en un 40% mediante la declaratoria de una emergencia económica que le permita actuar de manera inmediata.
Como planteamiento es muy interesante, quisiera conocer más en detalle cómo se piensa ejecutar. Así sea con un decreto de emergencia económica, necesitaría presentar al congreso un proyecto de ley que le dé las facultades para esa reducción; ese proceso, si le va bien, implicaría los primeros seis meses de gobierno; adicionalmente, como todo proceso de ajuste significará que muchas personas deben salir de los cargos del Estado lo que implicará el pago de indemnizaciones. ¿De dónde se van a obtener todos esos recursos de manera inmediata para poder ejecutar esa iniciativa?
Tuve la oportunidad de preguntar directamente a otro pre candidato cuál sería su manejo para la situación que va a heredar el próximo presidente: Un altísimo déficit fiscal, un muy elevado nivel de endeudamiento y el vencimiento de esa importante cantidad de deuda para agosto del 2026.
En su respuesta observé que es plenamente consciente de la compleja situación, además que tiene un plan concreto que me pareció lógico y ejecutable; dijo que recurriría al Fondo Monetario Internacional (FMI) para reactivar la línea de crédito flexible que el gobierno Petro suspendió y que le permitiría contar de manera inmediata con una cifra cercana entre los US $8.000 y los US $10,000 para, a partir de esos recursos, generar el resto de iniciativas que incluyen el ajuste del tamaño del Estado y adicionalmente generar la caja que requiere el país para las demás necesidades de su gobierno. Realmente me pareció mucho más aterrizada esta respuesta y sus planteamientos.
Hay otros pre candidatos que de manera tangencial hablan del tema, se están dedicando más a sus propuestas, pero se les olvida lo más simple, pero a su vez lo más importante: Sin dinero será materialmente imposible ejecutar cualquier iniciativa, menos con el difícil panorama que entregará este gobierno. Me inquieta y mucho, que no tengan en el radar la necesidad de un muy claro y bien planteado manejo económico que permita enderezar las finanzas públicas y a partir de ahí generar los recursos en el mediano plazo para atender el resto de propuestas de. En conclusión, totalmente, desenfocados.
Como analista económico me he interesado en conocer de los precandidatos con verdadera opción, cuál es su visión de la situación económica del país; espero y deseo que tengan muchísima más claridad, contundencia y, en especial, una estrategia y un plan de trabajo muy claros y definidos, que permitan afrontar de manera inmediata y contundente la difícil situación fiscal que van a encontrar y a partir de ahí, contar con los recursos para desarrollar el resto de iniciativas de su programa de gobierno. Aquellos pre candidatos que no le dan la relevancia a este tema, que no exponen de manera clara sus propuestas en la materia, muestran su total desenfoque y, en mi opinión, su falta de idoneidad para tan importante cargo.
Nota 1: Se empieza a mencionar por parte del gobierno el tema de un incremento significativo del salario mínimo para el año 2026; hablan de llevarlo hasta $1.800.000 (26.4% de alza), dicho incremento es absolutamente irresponsable con el país, con el futuro de millones de colombianos; un incremento de esa magnitud generaría, primero, una presión inflacionaria desbordada (recordando lo que ha sostenido el Banco de la República en los primeros años del 2025, el elevado incremento del salario mínimo para el 2025 – fijado en diciembre del 2024- por parte del gobierno Petro, fue uno de los principales motores para que la inflación se mantuviera prácticamente inamovible durante este año). Adicionalmente, olvida el gobierno que más del 90% de las empresas colombianas son medianas y pequeñas; una medida de esta índole significaría que miles de estas empresas tuvieran que cerrar, con consecuencias catastróficas en desempleo, en lo social y en una inflación absolutamente desbordada; problemas como los que hoy tiene Venezuela, gracias a Chavez que tomó en su momento medidas similares y populistas.
Nota 2: Otro efecto de las decisiones del gobierno Petro con Ecopetrol, el precio de su acción en Colombia cae un 40%; las utilidades cayeron 76% desde 2022. Pensar que Roa, su presidente, derrocha millones de la empresa en propaganda para tratar de engañar al país y sus accionistas sobre supuestos excelentes resultados de la empresa bajo su gestión; dato mata relato.




