Por: Alejandro Ramírez.
Y llegó la vacuna contra el COVID! Me pregunto lo que hubiera pasado si ese pronunciamiento se hacía solo una semana atrás. Me refiero de manera clara a las elecciones en los EEUU, donde el partido demócrata y los medios lanzaron fuertes críticas al mandatario estadounidense en materia tan sensible. No podemos dejar de lado que el escrutinio aun continúa, habiendo contabilizado cerca de 148 millones de votos de un total de entre 157 y 165 millones (estimado por Bloomberg), desafiando la estadística y con algunos vicios que creíamos propios de democracias menos maduras.
El presidente de los EEUU ha anunciado demandas en varios Estados. Defiende férreamente su postura política y tratándose de asunto tan importante como la posición de poder de mayor relieve en el mundo, no es un asunto menor; lo hace en contra de la mayoría de la prensa, aún en contra de los jefes de Estado y gobiernos quienes han felicitado al Demócrata Biden. Crecer su votación en cerca de 8 millones de votos en medio de una crisis tan adversa como la que introdujo la pandemia, cobrando mas de 239 mil muertes en los Estados Unidos, es un logro del partido republicano, quien aumentó su participación en el senado, equilibrando su presencia a los antes mayoritarios demócratas y a su vez, cuenta con mas representantes en la Cámara respecto al período que antecede las presentes elecciones.
Analizando la historia de los comicios en los EEUU, semejante proeza solo había sido alcanzada por el también Republicano George Bush Jr., quien logró crecer su votación de 50 millones a 62 millones de votos en 2004, luego de haber sufrido los EEUU un ataque tan miserable como el de las torres gemelas, uno de los hechos que cambió la historia reciente del mundo. Sólo a manera de ejemplo, citaremos que el popular Obama, redujo su votación de 69 millones de votos en 2008 a 65 millones de votos en 2012, aun cuando en su primer gobierno las FFAA de los Estados Unidos dieron de baja al terrorista más buscado del mundo, Osama Bin Ladem.
Cerca de 70 millones de votos son dignos de una robusta defensa judicial, como la anunciada. Con Rudolph Giuliani a la cabeza (el entonces alcalde de Nueva York, quien debió palear el derribo de las torres gemelas) envía un mensaje sobre una estrategia que combina fortalezas políticas y jurídicas. A diferencia de la defensa jurídica de Bush en el año 2000, esta tiene el desafío de presentarse en varios Estados a la vez.
Analizo el retiro del director del pentagono, como una segura consecuencia de la necesidad de asegurar el orden público en distritos cuyos resultados puedan ser revisados. Lo que veremos en los próximos días es una de las defensas electorales más férreas antes vistas, tal como hubiéramos querido cuando Juan Manuel Santos le quitó el triunfo a Zuluaga.
Escuchados los diferentes análisis, me declaro a la expectativa de los resultados de la acción jurídica anunciada por el presidente Trump para defender los comicios, sin querer por ello indicar que vaya a ganar la elección: así como no se puede cantar un gol, cuando el árbitro ha anunciado su intención de revisar la acción en el VAR.