• Política de privacidad
  • Política de cookies
  • Contacto
domingo, noviembre 16, 2025
16 °c
Bogota
El Expediente
  • Iniciar Sesión
  • Inicio
  • Ciudadanas
  • Corrupción
  • Opinión
  • Video
  • Redes
  • DATO El Expediente
Sin resultados
Ver todos los resultados
  • Inicio
  • Ciudadanas
  • Corrupción
  • Opinión
  • Video
  • Redes
  • DATO El Expediente
El Expediente
Sin resultados
Ver todos los resultados
El Expediente
Sin resultados
Ver todos los resultados
Inicio Opinión

“Pinturita” no merece ni la antioqueñidad ni la presidencia

por El Expediente
octubre 14, 2025
en Opinión
Tiempo de leer:3 mins read
0
Colombianos: ¿acaso no se dan cuenta de que la dictadura ya comenzó a marchitar nuestra libertad?
37
COMPARTIDAS
62
VISITAS
Compartir en FacebookCompartir en WhatsappCompartir en TwitterTelegram
                                                             Por: Juan José Gómez

Durante décadas, en los rincones de Antioquia la Grande se repetía con orgullo una frase que hoy merece ser rescatada: “Ser antioqueño es un honor que cuesta”. Aunque algunos la tildaban de soberbia, en realidad evocaba las dificultades que enfrentaban los habitantes de esta tierra montañosa y arisca, especialmente en el valle de Aburrá, cercado por cerros imponentes y aislado por caminos precarios. Ser antioqueño implicaba esfuerzo, tenacidad y dignidad.

Con el tiempo, la minería, la agricultura, la inmigración y luego la industrialización, el comercio y los servicios fueron abriendo camino al progreso. Mucho se le debe al visitador real Juan Antonio Mon y Velarde, a quien con justicia se le ha llamado El Regenerador de Antioquia. Gracias a sus reformas, se sembraron las bases de una región laboriosa, visionaria y orgullosa de su identidad.

Hoy, en pleno siglo XXI, cuando el antiguo territorio se ha fraccionado en departamentos como Caldas, Risaralda, Quindío y zonas del Tolima y Valle del Cauca, agrupados bajo el nombre de “Eje Cafetero”, sigue vigente aquella afirmación: ser antioqueño cuesta. Cuesta en trabajo, en responsabilidad, en compromiso con el bien común. Cuesta en dignidad.

Por eso, resulta intolerable que un personaje como el exalcalde de Medellín, conocido por el remoquete de “Pinturita”, pretenda ahora aspirar a la presidencia de la República. Su paso por la alcaldía fue un desastre: promesas falsas, especialmente dirigidas a los jóvenes; una gestión marcada por la improvisación, el desprecio por la institucionalidad, la incapacidad para escoger colaboradores idóneos y una ambición desmedida por el poder y el dinero. Su desprecio por la verdad y por el interés público no puede ser borrado por una nueva campaña de maquillaje político.

Este individuo, que ha transitado por varias orillas ideológicas —del “tomatismo” al conservadurismo, y luego a un populismo rojo desteñido— representa lo peor del oportunismo político. Su cinismo es tal que, tras haber dejado a Medellín en ruinas, ahora pretende gobernar a todo el país. Y lo hace con alianzas cuestionables, promesas recicladas y una narrativa que insulta la inteligencia de los colombianos.

Algunos dirán que, después del pésimo gobierno de Gustavo Petro, cualquier otro podría aspirar a la Casa de Nariño. Pero no. Colombia no puede seguir eligiendo gobernantes por descarte o resignación. Mucho menos si se trata de alguien que convirtió a Medellín en un laboratorio de improvisación y desinstitucionalización, y que ahora amenaza con replicar ese modelo a escala nacional.

Los antioqueños —y especialmente los medellinenses— deben reaccionar. No por orgullo regional, sino por responsabilidad histórica. Porque ser antioqueño sigue siendo un honor que cuesta. Y ese honor exige rechazar, por todas las vías constitucionales y legales, a quienes han traicionado los valores de esta tierra.

La Patria no puede permitirse otro experimento fallido. Y Antioquia no puede permitir que su nombre sea usado como trampolín por quienes no lo merecen.
============================

(Visitas Totales 32 )
Compartir15EnviarTweet9Compartir
El Expediente

El Expediente

¿Quieres Apoyarnos?


 

Popular

  • Expediente Especial. Si el Objeto 3I/ATLAS no es un Cometa… ¿podría ser una Nave Extraterrestre?

    Expediente Especial. Si el Objeto 3I/ATLAS no es un Cometa… ¿podría ser una Nave Extraterrestre?

    30 Compartidas
    Compartir 12 Tweet 8
  • ¡Javeriana expulsa a residente de Psiquiatría tras años de acoso, estigmatización y censura por foto artística!

    93 Compartidas
    Compartir 37 Tweet 23
  • El Expediente | Entrega XXI | El activo prohibido: cómo Scotiabank terminó sirviendo a un designado OFAC

    15 Compartidas
    Compartir 6 Tweet 4
  • El cambio era volver a Colombia terreno fértil para la financiación de organizaciones criminales?

    51 Compartidas
    Compartir 20 Tweet 13
  • Golpe definitivo a los bienes de los hermanos Castaño Gil

    3702 Compartidas
    Compartir 1481 Tweet 926
Tweets by EIExpedienteCol

Facebook

Recomendado

¿Virus o salvación?

Roy: ¿hablamos de corrupción?

6 años atrás
Calma Presidente, así es la democracia 

El Ministerio de la Igualdad

2 años atrás
El Expediente

Dirección: Carrera 19A # 84 - 29 oficina 502
Teléfono: 3132161175
Contáctenos: info@elexpediente.co

Nuestro compromiso es con la verdad.

Secciones

  • Ciudadanas (49)
  • Corrupción (741)
  • DATO El Expediente (428)
  • Opinión (3.368)
  • Postconflicto (32)
  • Redes (8)

Redes

  • Política de privacidad
  • Política de cookies
  • Contacto

El Expediente Todos los derechos reservados © 2022

¡Bienvenido de nuevo!

Inicie sesión en su cuenta

¿Olvido su contraseña?

Retrieve your password

Ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico para restablecer su contraseña.

Iniciar
Sin resultados
Ver todos los resultados
  • Inicio
  • Ciudadanas
  • Corrupción
  • Opinión
  • Video
  • Redes
  • DATO El Expediente

El Expediente Todos los derechos reservados © 2022

Ir a la versión móvil