Otros datos que confirman el muy complicado panorama económico del país

Por: Duván Idarraga

Cómo ha sido usual, en este gobierno vende la imagen que todo va muy bien, especialmente la economía; incluso, culpa a gobiernos anteriores por todo. Por estos días se han generado gran variedad de datos, en diferentes frentes económicos, que desmienten esa narrativa y que presentan la muy grave realidad económica de Colombia. Veamos algunos de ellos: 
PIB: El DANE publicó el dato para el segundo trimestre del 2025, un muy deficiente 2.1%. Para el gobierno y sus aliados es muy positivo; si se compara con el 1.7% del mismo periodo del 2024, crece 40 puntos básicos; crece y eso es bueno. La gran preocupación se da al comparar con el mismo resultado del segundo trimestre del 2022 (gobierno Duque), cuando el crecimiento fue de 12.2%; es decir, en 3 años de este gobierno el PIB ha caído 1.010 puntos básicos (el 82.8%); absolutamente catastrófico. Más grave, el indicador de seguimiento de la economía del DANE muestra que en agosto del 2025 la economía creció apenas 1.98% anual.
Del dato del PIB al segundo trimestre del 2025 es importante resaltar que la Construcción sigue con una caída del 3.3%, al igual que la Explotación de Minas y Canteras que cae 7.6%; sube Agricultura con 5.3%, Comercio por mayor 4.8%, Actividades Financieras 3.0%, Administración Pública 2.7%. En el dato al mes de agosto, destacar el crecimiento de comercio con 5.8%, Administración Pública 3.2%; mientras que Industria y Construcción caen 0.6%. Preocupa mucho la caída continua de la industria del país, en el 2023 cayó el 2.1%, en el 2024 un 1.8% y en el periodo de enero agosto del 2025, cae 0.1%.
Otro dato que reafirma que la construcción cae gravemente en este gobierno, tiene que ver con la iniciación de obras o unidades de vivienda de interés social. Al hacer una comparación de los 36 primeros meses de cada gobierno, se encuentra que en el periodo 2018 a 2022 (con una base 100), el índice era de 160; en el periodo 2014 a 2018 fue de 128; mientras que en el periodo 2022 a 2025 apenas alcanza 54 (una caída del 66.2% frente al gobierno Duque). Es más que evidente que durante este gobierno, la construcción y en especial la de vivienda de interés social ha caído considerablemente, como resultado de las políticas erráticas en la materia, como la eliminación del programa Mi Casa Ya.
También se conocieron proyecciones de crecimiento económico del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial; el primero, estima para Colombia el 2.42%; mientras que el segundo lo calcula en el 2.5%. Si bien superan el muy deficiente 1.7% del 2024, son expectativas muy bajas para las necesidades de desarrollo del país; peor aún, si tenemos en cuenta que esas mismas entidades estiman que Argentina crecerá el 5.5% en el 2025, mas del doble que nuestro país.
DESEMPLEO: El DANE publicó que la tasa de desempleo bajó en el mes de agosto del 2025 al 8.6%, frente a 9.7% de igual periodo del 2024, cae 110 puntos básicos, como cifra un buen resultado. Debo recordar que hay elementos que ayudan a dicho resultado: Uno, la salida masiva de colombianos, calculada en 1.5 millones durante este gobierno; dos, el incremento de la contratación estatal de más de 500.000 cargos en estos 3 años; tres, el crecimiento de la tasa de informalidad del país, cercana al 60%. Mi inquietud de fondo es, ¿cómo, a pesar de la caída vertiginosa en industria y construcción (especialmente vivienda), que son altas generadores de empleo, puede disminuir el desempleo? Si bien el comercio, que también demanda mucha mano de obra, sube, ¿generó tantos empleos formales para impactar el desempleo?
Deuda Pública: Por donde se mire el resultado es desastroso, lo había comentado en columnas anteriores: El crecimiento desbordado, no solo del saldo, también de la tasa de interés. Algunas cifras publicadas por el analista Diego Montañez muestran que «entre septiembre del 24 y septiembre 25 la deuda bruta de Colombia aumentó 169 billones, el mayor salto anual desde el 2002». Este mismo analista nos muestra una gráfica que nos hace ver que los rendimientos de los bonos soberanos de Colombia, a un plazo de 10 años, llegan al 11.5%, tasa que solamente superada por las de Kenia, Brasil y Nigeria. Por el lado de los TES, la cosa tampoco pinta fácil: A un lapso de 10 años están pagando el 12% y a 5 años el 11.3%, recordando que en febrero del 2024 las tasas estaban en el 10% y el 9%, respectivamente. Se confirma que durante este gobierno se está dando la tormenta perfecta para el desastre en materia de deuda pública: Sube estrepitosamente el saldo y se está pagando mayor tasa de interés. Ello como consecuencia, como lo he mencionado en columnas anteriores, del pésimo manejo de las finanzas públicas y el desbordado crecimiento del déficit fiscal; para acceder a recursos de financiación, Colombia está pagando más tasa de interés porque así lo exigen los inversionistas para compensar el riesgo que observan. 
Déficit fiscal: La principal y mayor causa del desastre económico de este gobierno. Según cifras de Diego Montañez, el déficit fiscal a agosto del 2025 va en el 5.1%, con una proyección del Banco de la República y de Fedesarrollo para diciembre del 2025 con un cierre en el 7.5% del PIB; recordando que la meta del Marco Fiscal del Mediano Plazo, definida por este gobierno, era es del 7.1%. Absolutamente catastrófico; adicionalmente, hay otros investigadores económicos que han calculado que al cierre del 2025 el déficit llegaría al 8%. Cualquiera de estas cifras es superior a la que se obtuvo en la peor época reciente de la economía, los años 2020 y 2021, con la pandemia. 
Los datos anteriores corroboran que la situación económica del país es muy grave. Lo más complicado de este panorama es que cada vez se avanza a un mayor deterioro de las diferencias variables económicas del país; peor, el presidente y su equipo económico del gobierno, siguen sin reaccionar, sin tener una estrategia clara, sin generar acciones que permitan reversar estas tendencias; por el contrario, con decisiones cada vez más complicadas que afectan a los diferentes sectores económicos del país y, por supuesto, a los colombianos en general. 
Nota 1: El gobierno Petro sigue empecinado en destruir cada vez más a ECOPETROL, la principal empresa de los colombianos y la mayor generadora de ingresos para el erario. Por un lado, se conoció el nombramiento de la nueva presidente de Junta Directiva: La señora Ángela María Robledo, que no tiene conocimiento ni experticia en el sector de hidrocarburos; al contrario, con una marcada ideología en contra del mismo. 
Por otro lado, se especula sobre la posibilidad que ECOPETROL venda su activo en la cuenta de Premian en Estados Unidos, donde se genera producción de petróleo bajo el mecanismo del fracking; significaría una caída del 15% en la producción de petróleo; en lo financiero, los recursos que aportan este negocio representan el 14% del EBITDA de la empresa.
Nota 2: En el tercer trimestre del 2025, las utilidades de ECOPETROL caen 46%, de por sí una cifra altamente inquietante; pero no es la más grave, si se compara con el año 2022, cuando llegó Pedro al gobierno, las utilidades han caído un 78%. Por donde se mire, absolutamente catastrófica la gestión de Ricardo Roa y de la Junta Directiva nombrada mayoritariamente por Petro.
Nota 3: Diferentes gobiernos han trabajado en la bancarización de gran parte de los colombianos que no tenían acceso; una de las estrategias lideradas por el Banco de la República es Bre-B, un esquema digital de transacciones a cero costo y que beneficia a la mayoría de los colombianos. Para sorpresa de muchos, el gobierno Petro anunció que está pensando poner una retención de 1.5% (más de 3 veces el 4 x mil) a cada pago digital que realicen por este tipo de herramientas (Bre-b, Nequi, Dale, etcétera). Sin lugar a dudas sería catastrófico para millones de colombianos de las clases menos favorecidas que realizan estas transacciones. Se supone que es el gobierno que piensa en los pobres, que tal que no lo hiciera (bueno, puso impuesto a alimentos, ¿qué se puede esperar?)

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