Por: Argiro Castaño
Comencemos por decir que vengo de la época de la escopeta, el rifle de copas y la cauchera. que tristemente utilizábamos pa matar pajaritos, guacharacas, gurres, conejos y todo lo que se moviera. Gracias a Dios estas prácticas están casi desaparecidas y ahora casi todos respetamos el medio ambiente y los animales.
También vengo de la época donde a la policía simplemente se le respetaba por que representaba la autoridad y punto.
Recuerdo en mi juventud hace por allá 40 años un viernes en medio de unos tragos con mi amigo de toda la vida Iván Darío nos dio por hacernos los graciosos con el policía del pueblo de apellido Villa. Él estaba parado mirando desprevenidamente en la soledad de la media noche en una esquina, nosotros en la otra y con una cuadra de por medio me dio por gritarle “tombo ifueputa” cuando el volteó a mirar y se echó a correr tras de nosotros con semejante ventaja que teniamos ya estábamos en la otra esquina, eso nos pareció muy gracioso y seguimos “Villa: Estás muy viejo pa correr Tómbo ifueputa!
Salíamos corriendo muertos de la risa con el frasco de guaro en la mano, teníamos 19 años y creo que Villa como 50. Al fin el hombre renunció a perseguirnos y se marchó para el comando. Iván y yo terminamos el frasco de guaro mientras reíamos a carcajadas por la hazaña de insultar al policía. Nos fuimos a dormir a eso de las 2 am.
Como a las 8 am sentí que tocaron la puerta de mi casa y los pasos de mi padre que salía a abrirla.
– Don Antonio Buenos días. (escuché que saludaban a mi padre)
– Está Argiro?
-Si señor que sería?
– No, dígale que salga.
Para bien o para mal en estos pueblos hace 40 años todos nos conocíamos por que no pasábamos de 1200 habitantes. Sentí los pasos de mi padre rumbo a la habitación, se me acercó y me dijo: Mijo, Ahí lo necesita LA AUTORIDAD. En ese momento se me descuadró la risa y me puse blanco como un papel.
Que fue lo q hizo pues mijo? me reclamaba mi padre. Nada viejo, cosas de tragos. Me vestí me puse tenis y gorra y salí tras de mi padre que por poco me saca de las guevas. Saludé alegremente al policía Villa: buenos días comandante! comandante? Me subió de grado culicagao? Anoche era un “tombo ifueputa”
Me acompaña joven que va pal calabazo 48 horas. Ya toda mi familia estaba afuera, mi madre, mi padre y mis 8 hermanos. Nadie le dio con un palo a Villa, nadie le dio con el sartén, Nadie gritó Uribe paraco el pueblo está verraco. Nadie!!!
Lo último que escuche fue a mi padre cuando me alejaba con Villa, que me decía: Pa q respete a la AUTORIDAD, CULICAGADO!!!
Caminando rumbo al calabozo le dije: Villa, se acuerda que yo no estaba solo? Me tocó echar al agua a mi amigo Iván. porque con quien putas iba a conversar las 48 horas solo en un calabozo. Usted sabe dónde vive ese amigo suyo? – pues tengo medio idea, le dije. obvio que sabía, si andamos juntos desde que teníamos 5 años. Llegamos a la casa de Iván y comencé a llamarlo:
-Darío! Iván Darío!
-Q pasó mijo?
-Póngase tenis y sudadera.
-Nos vamos a trotar?
-Nada! Nos vamos pal calabozo!
Y así fue. y no fueron 48 sino 72 horas por que era puente y nos soltaron hasta el lunes a las 10 de la noche. Cuando salíamos nos dijo villa: Y se me van derecho pa la casa culicagaos! Si mi comandante! Respondimos en coro y jamás se nos ocurrió hacer esa gracia de nuevo.
Siquiera se murieron los abuelos. Con nosotros también se va la última generación a los que nos enseñaron a trabajar y a respetar. Ahora llegó la generación del todo se puede y a todo tenemos derecho. “La generación sin miedo” se llaman a ellos mismos, una parranda de vagos que están perfectamente idiotizados por los líderes de la izquierda, dicen que Colombia tiene una deuda histórica con ellos y andan acabando con todo cada vez que les da la gana. Y es que el respeto total por la autoridad se perdió durante el gobierno Santos, quien en nombre de la Paz le dio oxígeno a todos los bandidos y líderes de la izquierda. Ahora los indios del Cauca sacan a palo, pata y machete a nuestros soldados, que humillados terminan es llorando.
Gracias al trabajo que ha hecho la izquierda y ahora con complicidad de las cortes, todo el respeto por nuestra policía y ejército se ha perdido.
Tener el control de 180 mil policías y 230 mil soldados es casi imposible. Hay curas buenos y hay curas pedófilos. Así mismo pasa con la fuerza pública que muchas veces cometen abusos y se les va la mano ejerciendo su trabajo. En estos días unos policías asesinaron a un abogado en Bogotá y esto lo aprovechó muy bien Petro, quien comenzó la serie de trinos que terminaron prendiendo un par de ciudades. Y es que la izquierda cada que la policía o el ejército da papaya meten el dedo en la llaga y salen los hashtag: “paren las masacres” “nos están matando” “Duque asesino”. Y esto cala enormemente en la juventud que ingenuamente cae en todo esto sin ver el fondo de las cosas. por ejemplo: que existe una guerra a muerte entre los bandidos por tener en control absoluto del narcotráfico y la minería ilegal, que ahora están unidos paracos, farc, eln, pelusos, clan del golfo, caparros. Y todos esos ifueputas felices traquetiando gracias a las paz que nos dejó ese ifueputa.
Eso sí, pero cuando llega un policía a ejercer autoridad a una comuna y lo reciben a palo, los agarran a piedra y con su misma arma de dotación los matan. Se vuelve una noticia que hace parte del paisaje y nadie quema la ciudad ni agarran a piedra las casas del humilde barrio donde fue asesinado, Mucho menos salen Hashtag diciendo: “ya paren de matar a nuestra policía, gamines ifueputas” lo mismo sucede cuando a mansalva y sobre seguros las “extintas farc” asesinan a 5 o 10 soldados.
Que miedo lo que está pasando en Colombia con las cortes a favor de la izquierda, donde vemos a un tipo como Iván Cepeda al cual se le ha demostrado hasta el cansancio el vil montaje en contra de Uribe y sigue dando órdenes sin que nada le pase.
Ahora los policías van a las marchas sin pistolas. También sin escopetas. Solo les dejaron el bolillo gracias a la orden de la CSJ. Humillados, sin moral y con ganas de salir corriendo, tienen a nuestra fuerza pública, a los que ahora un grupo de gamines, solo con unas piedras los reducen, les dan pata y los humillan! Siquiera se murió mi padre quien me enseñó que a la AUTORIDAD se le respetaba; para que no tuviera que ver la humillación tan grande por la que están pasando ahora.
Ahora el grito de la izquierda es: queremos policía cívica!
Como les parece el despropósito tan ifueputa, en un país tan violento como Colombia, donde un bandido te saca el corazón con una cuchara y después se sienta a almorzar con ella. Te pican con una motosierra. Te dan 10 puñaladas por robarte un celular o una bicicleta. Te pegan un tiro en un semáforo por robarte el bolso. Debe funcionar muy bien una policía cívica solo armada con un bolillo.
Es la triste realidad que llevan a Colombia y sus instituciones los viejos zorros de la izquierda amangualados con las cortes.
También se subieron en el bus los políticos que toda la vida se han chupado los puestos burocráticos del estado, ahora dice el procurador carrillo “hay que acatar las órdenes de las cortes presidente Duque” este es otro que bajo la sombra de Juan Manuel Santos tiene cálculos políticos para el 2022, lo mismo que Cesar Gaviria, Roy Barreras y todos los que andan llevando en hombros las decisiones de las cortes mamertas.
Y así llevaran a la presidencia a un ifueputa populista, quien llevara plumas en su pelo, un taparrabos en el culo, un bastón de mando en la mano y lo sentaran en el trono en la casa de Nariño para que termine con la tarea de acabar con Colombia.
Argiro Castaño