Por: Francisco Aristizabal
Transcurría el año de 1991 y George Herbert Walker Bush presidente 41 de los Estados Unidos, Republicano, nominaba para la Corte Suprema de Justicia al Juez de perfil conservador Clarence Thomas, católico, nacido en Georgia y quizás uno de los Estados que le termine entregando en definitiva la reelección al presidente Trump.
Cuando éste fue nominado, de inmediato padeció la persecución por parte de los demócratas, y adivinen quién encabezó en el Congreso “El Tribunal de la Santa Inquisición” contra el Juez, pues ni más ni menos que el famoso “Proyectado Presidente” por los medios de comunicación Joe Biden, sí, aunque cause estupor, fue éste quien, en su calidad de congresista por el Partido Demócrata, utilizó la denuncia que por abuso sexual había interpuesto una abogada de nombre Anita Hill, como argumento fundamental de sus oprobiosos ataques, el mismo Biden que todos hemos visto manoseando niñas. Del caso se hicieron reportajes y películas en Hollywood como Sex and Justice, Unprecedent The 2000 Presidencial Election y Hannity’s The Clarence Thomas Story.
Otro Juez y actual presidente de la Corte Suprema es John Roberts, católico, conservador, nominado y confirmado en el año 2005 a postulación que hiciera también Bush hijo. El Juez Roberts que preside la Corte, trabajó igualmente para éste como su abogado, y pareciera por sus posturas jurídicas anteriores, ser el menos inclinado a tomar partido que en definitiva resuelva para siempre la actual elección presidencial.
Además, pertenece a la Corte Suprema el Juez Samuel Alito, nominado en el año 2006 también por parte de Bush Hijo, católico, conservador, y duramente cuestionado por el Partido Demócrata en el trámite de su ratificación, por supuesto una vez más sin prueba idónea alguna. Biden en su calidad de Senador tomó la vocería en la cacería contra el nominado. Como siempre se trató de invenciones elucubradas de los Demócratas.
En el año 2017, Trump nomina a Neil Gorsuch, conservador, protestante, defensor del Textualismo en la interpretación de la Constitución de los Estados Unidos; nuevamente fue otro togado atacado por los demócratas durante las audiencias de confirmación en el Congreso.
Recordarán que Donald Trump el 9 de julio de 2018 nominó al Juez Michael Kavanaugh, de perfil conservador, a la Corte Suprema de Justicia; historia es que fue confirmado, ello a pesar de una ignominiosa persecución por parte del Partido Demócrata, acusándolo de agresiones sexuales contra mujeres en su adolescencia, estás “Espontáneas víctimas”, todas se retractaron después de su ratificación por el Senado de los Estados Unidos.
También fue pieza clave en el equipo jurídico encabezado por el Juez Ken Starr, que instó en su informe final a que se iniciara y abriera proceso en el Congreso contra Bill Clinton. Además, participó del equipo de abogados de Bush hijo, en el recuento de votos en el Estado de la Florida y que a la postre le entregó la presidencia a su cliente Walker Bush; pertinente recordar que este expresidente tiene una pelea a muerte con Trump aunque ambos sean Republicanos, y que el primero ya felicitó a Biden que es del partido antagonista, sin importarle las sendas denuncias por fraude electoral presentadas por la campaña del candidato de la “Marea roja”, aun cuando nadie más que él sabe que hay que esperar al resultado del litigio electoral pendiente ante las Cortes Estatales y Suprema de Justicia. Recordar su caso en el año 2000 contra Gore.
Por aquellos grandes misterios de la vida, los precitados Jueces hoy miembros de la Corte Suprema fueron perseguidos hasta la saciedad por miembros del Partido Demócrata, especialmente por Joe Biden; se opusieron indulgentemente a su nominación con argucias y maniobras maquiavélicas traídas de los cabellos. Hace unas semanas vimos a Biden oponiéndose a la nominación de la conservadora Ami Coney Barret, nominada también por el Presidente Trump, ella también sufrió fuertes ataques por parte del Partido Demócrata en su camino a la ratificación. Esta vez el nominador que conociendo la importancia de su rápida confirmación en la Corte, escogió a una mujer intachable, madre de 7 hijos, dos de ellos Haitianos de color, adoptados, y una niña de la cual supo desde el vientre sería un ser ESPECIAL, además católica como Biden, y sobre la cual esta vez los amigos de la infamia nada encontraron para dañarle su aspiración. Vueltas que da la vida, Ami, ahora Juez de la Corte Suprema, también hizo parte del equipo legal que asesoró a Bush hijo en el año 2000 y que consiguió para éste la presidencia.
La historia de estas elecciones presidenciales en los Estados Unidos está lejos de estar definida; para el año 2000, se produjo la contienda entre Al Gore, demócrata, economista, de religión Bautista, quien venía de ser vicepresidente en la administración de Bill Clinton, y George Bush hijo. A pesar de haber obtenido mayoría en el voto popular, Gore sucumbió en la elección presidencial, debido al litigio que por los votos electorales que confería el Estado de la Florida se propuso ante la Corte Suprema; al final la votación fue de 5 a 4 a favor de Bush; litigio que inició la mañana siguiente al día de elecciones que fueron el 7 de noviembre de 2000, y que básicamente buscaba que se contaran las boletas tabuladas por máquina. La historia cuenta que a las 8 de la noche del 7 de noviembre del año 2000 en la sede de campaña de Gore, todo el mundo se abrazaba, había alegría desbordante, todos corrían de un lado para otro festejando, y como ahora, fueron los medios quienes “Decretaron el ganador”, hasta que llegó la llamada del Jefe de Campaña, “Hay problemas en la Florida, la diferencia es de menos del 0.5% y la Ley requería un recuento de votos manual; “Gore trató de mantenerse extremadamente calmado. Para ese momento solo estaba sentado en el piso con su cuñado, tratando de encontrarle sentido a todo”, recuerda la fotógrafa. Vueltas que da la vida, por esos días el caso de Elián Gonzáles había afectado seriamente el apoyo de la comunidad Cubana de la Florida al gobierno de Clinton y Gore; recuerden que ningún gobierno fue tan complaciente sino cómplice de la dictadura de Cuba como el de Obama y Biden; lo que a la postre también les costó el pésimo resultado en las presidenciales y congresionales. Al final, 35 días después, el triunfo se lo llevó Bush.
Los demócratas con Biden a la cabeza, llevan décadas acusando a los nominados Jueces a la Corte Suprema de Justicia, de orientación conservadora, como asaltantes sexuales y otros agravios jamás probados. Hoy, esos seis Jueces de la Corte Suprema propuestos por republicanos, aunque sean nueve en total, tres son de orientación demócrata, son absoluta mayoría en la última instancia de revisión judicial de los Estados Unidos, lo que se denomina Corte de cierre y tienen la palabra final sobre quién será el presidente electo.
Para los que cantan y se ufanan de la victoria del “Proyectado Presidente Biden”, argumentos sobran para que se tomen un tintico y guarden la debida compostura. Falta mucha agua por correr y necio sería olvidar el dicho sobre las “VUELTAS QUE DA LA VIDA”.