Por: Roberto Ortiz
En la instalación de las sesiones del Concejo Distrital el pasado 01 de marzo el Alcalde Ospina dio su versión del porqué el Municipio de Cali no es competitivo; dando a entender, que la falta de ejecución de los recursos del plan de desarrollo tiene que ver con la crisis financiera del Municipio en los últimos ocho años.
Según el Alcalde, la culpa de no ser competitivos la tiene el hecho de que Cali perdió su vocación industrial, de que las empresas municipales de Cali hace 14 años no le entrega al verdadero dueño de la empresa que es la ciudadanía ni un peso de utilidades y, por el contrario; registra constantemente perdidas operacionales en sus negocios; además, de la ausencia de un catastro multipropósito y la poca tributación que, según él, tenemos los caleños. Finalizó su sarta de quejas, recordándonos a los caleños que el no pago de sus mega obras tambien ha contribuido al déficit fiscal que tiene la ciudad.
Debo recordarle al Alcalde, que el Municipio de Cali termino en el año 2018 el programa de saneamiento fiscal y financiero suscrito en 2001 con los acreedores, y a partir de allí se venía cumpliendo con los indicadores de desempeño fiscal conforme a ley 617 de 2000, y se incrementó el recaudo propio, cosa que no ocurrió durante la primera administración de los Ospina.
De tal manera, el Municipio logro reducir, salvo el endeudamiento del señor Armitage, el tema de la deuda pública a cifras razonables, lo que permitió que Ospina recibiera el municipio con autonomía financiera y con disposición de mayores recursos para la inversión pública; además, las calificadoras de riesgo le habían otorgado un Triple A por favorable desempeño presupuestal y finanzas fortalecidas.
Pero en el fondo el discurso del Alcalde tenía un propósito que claramente anuncio en su alocución al Honorable Concejo Distrital: Aumentar en el futuro los impuestos y tributaciones de los caleños. Así lo expresó claramente, cuando afirmo que debemos esperar en el Concejo una serie de proyectos de acuerdos de carácter tributario para aliviar las escasas finanzas del ente municipal, entre ellos el ajuste del catastro multipropósito.
Igualmente, anuncio que compraríamos el lote de Cosmocentro pagando el 80% del predio a diez años, es decir, aumentando el endeudamiento más allá de los 650 mil millones que tramitaron la mayoría de los concejales de Cali en la vigencia pasada.
Debo decir, que no dijo el señor alcalde en su discurso de instalación de las sesiones del Concejo Distrital una sola palabra para explicar que el déficit fiscal tiene que ver tambien con el derroche de recursos de esta administración en la feria virtual y el alumbrado navideño, ni mucho menos hablo, de los recursos invertidos por cerca de 12 mil millones en el Estadio Pascual Guerrero, al que en su administración pasada se le invirtió cerca de 100 mil millones de pesos.
Tan poco hizo alusión a su falta de controles y de diseño de una gerencia de EMCALI que apunte a controlar las interminables perdidas en agua y acueducto, y al de sangre del componente de Telecomunicaciones que generan cerca de 120 mil millones de pérdidas por año.
No culpo de la crisis financiera al exceso de contratos de prestación de servicios del cual se nutren las actividades políticas de la ciudad, ni mucho menos la corrupción y el detrimento patrimonial por decisiones que han tenido funcionarios en su pasada administración y por la cual han sido llamados a juicio por la fiscalía general de la nación.
Señor Ospina. Le quiero reiterar, tal y como lo hice en su momento mediante constancia en el concejo municipal, que el presupuesto del actual plan de desarrollo presenta un déficit cercano a los 8 billones de pesos, recursos que usted, siempre ha manifestado, dependen de la ayuda solidaria de entidades como las empresas industriales y comerciales por valor de 2.5 billones, de ayudas del gobierno nacional por 1 billón de pesos, de recurso de gestión internacional de 2.5 billones, lo que constituyen meras ilusiones y deseos porque nada de eso es viable en la realidad financiera; son las cuentas de la lechera. De igual manera, usted proyecto el recaudo para financiar su plan de desarrollo con unos ingresos propios cerca de 11.5 billones de pesos en el cuatrienio, que no se corresponden con la capacidad de tributación actual de los caleños.
Así que le anuncio a la ciudadanía caleña, que esperamos una gran cantidad de proyectos de impuestos y contribuciones que prepara la administración Municipal para ahorcar más el menguado bolsillo de los contribuyentes en las próximas sesiones del Concejo Distrital. Desde ya, puede usted señor Alcalde contar con mi voto negativo, pues no aprobare ningún proyecto de acuerdo que endeude más a los caleños.
ANEXO: La fábula, las cuentas de la lechera.
“Se utiliza cuando alguien empieza a imaginar cosas o hacer grandes planes de futuro basados en imaginaciones de cosas que van a suceder que son solo fantasías”.