Ladra Coronell, luego Rodolfo Cabalga

Por: Fernando Álvarez

En Colombia existe un termómetro mediático que sirve para indicar cómo va la cosa política, como diría Vicky Dávila. Cada vez que Daniel Coronell Castañeda se opone a alguien ya se sabe que es porque esa persona está avanzando. Por eso no es raro que hoy haya decidido emprenderla contra el Ingeniero Rodolfo Hernández, ya corre la bola de que sería el único que derrotaría al candidato de la izquierda y la extrema izquierda, Gustavo Petro, en la segunda vuelta presidencial.

El periodista que posa de ser adalid de la moral pública y despotrica a diestra y siniestra de todo el que se le pueda atravesar en su camino y que aún no ha explicado nunca cómo y a cambio de qué recibió dinero del narcotráfico para montar su noticiero NTC, soltó ya su feroz lengua en su columna hablada contra el candidato que se viene encaramando en las encuestas por su discurso anticorrupción. Ladran los perros, Sancho, luego cabalgamos, dijo El Quijote.

No resulta extraño que los periodistas mamertos de todos los pelambres sientan pasos de animal grande con Rodolfo, como lo llaman hasta “los pelados“ porque se ha ganado su cariño al mostrar que no le faltan pantalones para enfrentar a los corruptos. Ya se alistan María Jimena Duzan, quien ya no tiene la menor vergüenza para expresar su apoyo a Petro; Daniel Samper Ospina, que le hace la segunda siempre a su tocayo de los Danieles; Vladdo, que tiene inclinaciones siempre afines a las de Coronell, Yoir Hokermán, que siempre está libreteado por su ídolo, Felix de Bedout, que quedó atrapado en el mismo closet desde que se asoció al lado de Coronell en NTC, con “El Bandi“, Cesar Villegas testaferro del Cartel de Cali y con el narcotraficante extraditado Pastor Perafán; Cecilia Orozco, quien pone la cara cuando Coronell no quiere, en fin toda la ralea de periodistas progresistas que quieren a Petro en el poder, se aprestan a poner sus plumas en contra el ingeniero que los aterra porque no se prestará para mermeladas con los medios, como vienen acostumbrados.

Ya salió Coronell a calificar a Rodolfo Hernández de bufón y truhan y a mostrarlo como un peligro al estilo Fujimori por ser también ingeniero y a compararlo con Bucaram de Ecuador, que fue destituido por loco. Es la forma de tratar de demeritar a un candidato que ha dado muestras de que no le come ni cinco a los medios y menos que pueda ser víctima de los chantajes a los que acostumbran estos cacaos de la prensa. Como si creyera que puede evitar el ascenso de la popularidad del ingeniero Rodolfo Hernández, Coronell recurre a lo de siempre, a vincularlo con el expresidente Alvaro Uribe Veléz, que es su forma de intentar satanizar siempre al que se le antoje. Además, intenta asociarlo con los hijos de Uribe, porque no encuentra otra forma de atajarlo y menos de evitar la hecatombe para su sector, la cada vez más viable posibilidad de que Rodolfo derrote a su candidato mamerto en la segunda vuelta.

Lo muestra como un payaso y como un tirano, pero le queda difícil demostrar que no desempeño una buena gestión como alcalde de Bucaramanga, en donde no cedió a los chantajes ni extorsiones de los concejales, incluso cacheteando y putiando a uno de ellos que trató de arrinconarlo con amenazas.

Trata el Coronell de descalificarlo intelectualmente, “ligero en sus conceptos y pando en su pensamientos“, dice del ingeniero, como si el calumnista no perteneciera a esa estirpe periodística que hace gala de tener un mar de conocimientos con un centímetro de profundidad. Como si Coronell además de adalid de la moral también se considerara letrado o instruido para tener la autoridad de descalificar por nivel de conocimientos.

Al columnista estigmatizador le parece que Petro es profundo, con su teoría del aguacate para reemplazar el petróleo, la de emitir billetes o la de poner aranceles a los productos importados pero considera pedantemente pando a Rodolfo Hernández, que lo único que quiere es dejar claro que no tranzará con los corruptos. Coronell y su recua de periodistas mamertos saben que el ingeniero no les va dar canal gratis como lo hizo Juan Manuel Santos, birlando la ley. Que Rodolfo no les va a dar contratos ni a ellos ni a sus familiares y no va a untar de mermelada a los periodistas y menos a los extorsionistas.

A Rodolfo, con su pandito conocimiento del estado lo que si le cabe en la cabeza es que no necesita ganarse el favor de los medios porque es popular por sí solo, que no se va a dejar manipular y que no va a repartir la torta entre las empresas que tienen algunos periodistas para legalizar trueques de silencio por pauta. El ingeniero sabe que, así como para los comunistas lo bueno es lo que le sirve a la revolución, para los periodistas mamertos lo bueno es lo que les facilita su contratación, su mermelada.

Por eso no le van a dejar la vida tranquila desde sus trincheras mamertas. Por eso de aquí al domingo le lloverán ladrillos periodísticos, le caerán rayos y centellas de parte de la mamertería que cuando hace causa común se descargan como una metralleta, uno a uno, coordinados milimétricamente.

Con Rodolfo la corrupción la verá gris y no se salvan ni los periodistas que demandan al estado para robar “decentemente“, ni los que intrigan para ganarse contratos. Y esos periodistas saben que les iría mejor con Petro. Por eso no se les ve criticando las alianzas con Roy Barreras, o Armando Benedetti, o con Piedad Córdoba. Un candidato mamerto es mejor para que les regale contratos y canales de televisión.

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