Por: Fernando Torres Mejía
Si de repente nos preguntan, ¿tenemos algo más desvalorizado que un peso?, casi que de inmediato la gran mayoría responderá, Petro, pero no, fíjense que no, hoy por cuenta de la reforma a la IN-justicia, perdón a la justicia, que será presentada al Congreso y que ya está consensuada con la Corte Suprema y por supuesto con la Fiscalía, y que se discutirá en el Congreso, tiene unas perlas que desafortunadamente harán que la “vida” de cualquier Colombiano, quedará valiendo absolutamente nada, así que Petro, la vida y el peso, serán las cosas más desvalorizadas en este país.
Recuerdo que mis abuelos y mis padres me decían “La vida no tiene precio, la vida es algo que ni con todo el dinero del mundo se puede pagar, el valor de la vida es incalculable”, pero vea pues, en Colombia, la vida tendrá precio y se podrá “comercializar” como cualquier objeto que se negocia en el mercado negro, y no solamente la vida, también el abuso sexual de menores.
Es que en el país del Sagrado Corazón recordemos que ya es permitido el aborto hasta los primeros 6 meses de gestación, cuando todos, sin ser médicos ni científicos, sabemos que eso es un vil asesinato, pues a esa edad, ya es un ser humano con todos sus órganos y todas las condiciones para afrontar la vida.
Sumado a lo anterior y por cuenta del nefasto “Acuerdo de Paz” con las Farc, que les perdonó y les cambió las condenas a esos asesinos, la JEP anda desesperada buscando para los familiares de cada una de las víctimas, $30 millones, que les darán como indemnización a cambio de cerrar esos capítulos con cada una de estas, sí, en eso se valoró la vida de cada víctima.
Entonces por cuenta de ese dichoso “Acuerdo de Paz” que fue sin duda el comienzo de la degradación de la vida en Colombia, ya no valemos nada, por cuenta de este, una inmensa mayoría, sobre todo jóvenes, se envalentonaron y dijeron, “si a esos terroristas los premiaron, entonces podemos hacer lo que se nos dé la gana y, por el contrario, nos dan tratamiento de héroes, entonces ¿por qué tendría que respetar a los demás, porque tendría que comportarme bien si así no consigo nada y si me porto mal me va bien?
Por eso y por muchos delitos más, la IN-justicia en este país acordó en su oportunidad lo que comente sobre el aborto, y ahora nos quieren imponer mediante esta nueva reforma, que en adelante se indemnizará a las víctimas a cambio de exoneración de las penas, es decir los asesinos contarán con otra herramienta jurídica para no pagar cárcel.
Me estoy imaginando que cuando se asesine a una persona, la justicia tasará un valor por la víctima y el victimario podrá acercarse a un cajero para hacer una transacción, o tal vez desde la comodidad de su casa y desde su computador hacer la transferencia por el valor que le indique el juez, solo bastará con que le den los datos para hacer la operación bancaria, y porque no, podrá incluso haber víctimas que las consideren tan “desvalorizadas”, que el pago se podrá hacer hasta por Nequi.
La otra “maravillosa” idea que se les ocurrió a estos señores en su reforma a la IN-justicia, es que a los homicidas, secuestradores y abusadores de niños, niñas y adolescentes, se les rebaje la pena hasta en un 50%. No es viable que estemos de acuerdo con una norma que busca la impunidad en tan aberrantes delitos en contra de nuestros menores, por lo que se debe considerar como inaceptable bajo cualquier contexto o bajo cualquier punto de vista, además no sé en qué momento se cambió el “chip” y se pretenda considerar que vida de nuestros niños NO es sagrada.
El texto de la reforma sobre la rebaja de penas por abuso de menores indica “la clave sería negociar para poder ir detrás de toda la organización criminal y desarticularla con mayor facilidad” de verdad eso suena hasta feo y será una ventana más para generar impunidad como ha ocurrido con narcotraficantes, guerrilleros, bandas de fleteo, extorsionistas etc.
Claro que es bueno contar con una justicia restaurativa, pero sin dejar a un lado la punitiva, porque todo el que comete un delito tiene que responder por sus actos y valga la pena aclarar que de los que estamos indicando no son menores.
Que triste como esta sociedad se inclina a lo material y en este caso hacia el “cochino” dinero y no a valorar lo más preciado que tenemos. Las nuevas generaciones cada vez siguen creciendo sin autoridad, no se les puede corregir porque entonces ya se sienten maltratados y los padres cada vez pierden el respeto, vemos la degradación de la sociedad que cada vez nos indica que es casi que imposible que las parejas se animen a tener hijos y no solo en lo moral, lo espiritual, sino también en lo económico, por lo que en un futuro no muy lejano, la vida en Colombia valdrá un Petro.