A continuación dare a conocer el montaje realizado por la Revista Semana en contra del Ejercito Nacional y más específicamente contra la inteligencia del mismo, obedece a un plan perfectamente diseñado por el Gral (r) Alberto José Mejía Ferrero. Es un refrito resumido y muy mal hecho. Es una mezcolanza de montajes viejos en los cuales queda demostrada la poca inteligencia y capacidad periodística de Alejandro Santos y Ricardo Calderón, quienes satisfacen sus intereses personales mediante estos pasquines mal llamados investigaciones periodísticas
¿Cuál es la persecución y empeño de destruir al General Nicasio de Jesús Martínez Espinel y de usarlo como elemento para aumentar las ventas de semana? Por la simple razón que el General Martínez una vez asumió como Comandante del Ejército Nacional, trató de desbaratar todo el entramado de corrupción y manipulación en el funcionamiento del mismo, el cual era dirigido por lo que se conoce al interior de la institución como el «princess team», como también, cuando trató de desmontar la obstrucción de sus políticas de mando que afectaban directamente los intereses de Mejía Ferrero, quien de manera sistemática puso en marcha el plan de destrucción y desprestigio de Martínez Espinel.
Para eso dio órdenes de filtración de información sensible que parece verdad pero que también falsa. DIseñó montajes con grabación de reuniones, como la información publicada por la misma Revista Semana en agosto de 2019; filtración de una reunión efectuada en el Comando de la Segunda División, en la cual participaban los Generales Moreno y Villegas, grabación realizada por el Coronel Omar Zapata Herrera quien para la fecha era el Comandante de la Primera Brigada y fue quien la entregó para su difusión. Es de resaltar que este Oficial es muy cercano a Mejía Ferrero.
Dentro de este plan para entorpecer y desprestigiar Generales cayó el General Eduardo Quiroz, quien cuando se desempeñaba como Comandante del Comando de Apoyo de Contrainteligencia, descubrió la organización de inteligencia que operaba en paralelo para Mejía Ferrero y la solución para neutralizarlo y evitar que los delatara fue filtrar informaciones y grabaciones del mismo a la Revista Semana, lo que conllevó a su relevo y posterior investigación, como también muchos otros Generales.
Dentro de esta red de corrupción y empleo con fines criminales aparecen dos oficiales que para nadie es un secreto su manipulación, distorsión y empleo de información reservada obtenida por la inteligencia militar; el Coronel Alberto Ulises “el chacal” Romero Páez quien en la actualidad trabaja en la Dirección Nacional de Inteligencia es el encargado de conseguir las órdenes para las interceptaciones de celulares y darle apariencia de legalidad -utilizando incluso la firma de fiscales que no se enteran que las están usando- para legalizar sus actividades. Este oficial siendo comandante del bloque de búsqueda, fue quien estuvo encargado de realizar las interceptaciones al Presidente Iván Duque y al Senador Álvaro Uribe como también otros dirigentes del Centro Democrático por orden de Mejía Ferrero, donde participaron el Coronel Martín Antonio Arrauth Aguirre muy conocido dentro y fuera de la institución militar, fue quien diseñó y ejecutó el plan de montajes en contra de una gran cantidad de miembros del Ejército y de la sociedad civil que no estaban de acuerdo con Mejía Ferrero, o no participaban de sus actos de corrupción. También le hicieron seguimientos y montajes a los que se convertían en una posible amenaza para los objetivos del «princess team». Este sujeto es el encargado de operar y dirigir toda la organización paralela de Mejía Ferrero desde hace bastante tiempo y lo continúa haciendo. Es quien filtra la información y autoriza su difusión, es el encargo de reclutar nuevos oficiales y suboficiales y los convierte en agentes para sus fines personales y defensa de los intereses de Mejía. Este oficial no fue considerado para ascenso a General por todos estos antecedentes e inició una campaña de desprestigio a la sombra, como retaliación en contra de muchos Generales y Oficiales, pero está próximo a ingresar a la planta de la Dirección Nacional de Inteligencia, donde podría fortalecer su capacidad destructiva.
Cuando el pasado viernes primero de mayo se hizo público el escándalo de las supuestas malas acciones de la inteligencia militar y que el Ministerio de Defensa iba a retirar del servicio activo una serie de Oficiales de Inteligencia Militar, muchos incautos pensaron y se ilusionaron que de verdad de pondría fin a esta organización paralela de uso personal de Mejía Ferrero; por lo cual expectantes, esperaban que se dieran a conocer los nombres de sujetos como el General Mario González Lamprea, los Coroneles Saulo Neira, Mario “matilda” Sarmiento, Pablo Manrique, Diego Vargas, Javier “chomelo” López, quienes son en verdad los encargados de esa organización. Otra ficha clave es el Mayor Andrés “cachorro” Romero, quien en la actualidad es alumno de la Escuela Superior de Guerra. Este sujeto es el guardián de toda la información recolectada por ellos, de igual manera, siendo Comandante del Batallón de Poligrafía desvió recursos para el funcionamiento de esa red; es por eso que los 11 Oficiales que han sido publicitados como ejecutores de ese plan, simplemente fueron utilizados y desechados y serán los que tengan que responder por acciones de otros, quienes seguirán tranquilos abusando del poder y de la inteligencia militar.
El engañado o utilizado es el Ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo por parte del General Eduardo Zapateiro Comandante del Ejército Nacional, quien al exponerle la situación frente a la supuestas interceptaciones y seguimientos ilegales dentro del plan concebido con la Revista Semana por parte de Mejía Ferrero, sacrificó a quienes cayeron en desgracia dentro del «princess team» como es el caso del General Ernesto “chalo” García Luna o quienes fueron utilizados desde un principio como «desechables» o prescindibles dentro de la red de espionaje de Mejía Ferrero, protegiendo y ocultando a los que siempre han estado realizando este trabajo criminal.
En Riesgo; el actual Comandante General de las Fuerzas Militares General Luis Fernando Navarro Jiménez, a quien en la seudo investigación de la Revista Semana, -que realmente es un libreto que incrustaron en inteligencia para luego darlo a conocer- lo quieren hacer parecer como encubridor de los supuestos actos ilegales.
Esto es un campanazo de alerta para él, porque ya Alberto José Mejía Ferrero y su red deben estar alistando y presionado para logar el nombramiento del General Jorge Arturo “el tuerto” Salgado Restrepo en su reemplazo, algo que es un secreto a voces y lo ven como un hecho dentro del Ejercito Nacional. De ocurrir esta tragedia, Mejía Ferrero tendría el control total y absoluto de las Fuerzas Militares, para encubrir sus millonarios desfalcos y delitos en Aviación Ejército y seguir con sus acciones ilegales sin ninguna restricción.
Ganadores: El ganador indiscutible de este montaje es Mejía Ferrero, el Dr Neira secretario de Ministerio quien desde que Juán Manuel Santos fue Ministro y Mejía torcieron cientos de contratos e hicieron licitaciones a medida de contratistas con los que partían dividendos; por lo tanto gana Juan Manuel Santos, quien con este montaje logra mantener y consolidar el control absoluto de la inteligencia del Ejército Nacional, al quedar el General Mario González Lamprea como único oficial de insignia del arma de inteligencia, siendo éste uno los más cercanos a Mejía Ferrero. Esta jugada les da carta blanca para Mejía seguir en el propósito de ser el próximo Ministro de Defensa Nacional, como lo dice él de manera abierta dentro de su círculo del mal conocido como el «princess team» al que desde ya le está ofreciendo posiciones estratégicas para manejo de gastos y contratación.
Perdedores: El gran perdedor es el Ejército Nacional de quien su honor y buen nombre se vé enlodado por la publicación de libreto hecho por Mejía. En un montaje de la Revista Semana para beneficiar los intereses de Mejía Ferrero como también del santismo, porque su aparato de inteligencia está en riesgo de ser intervenido, cuestionado, debilitado y reorganizado. Es un show absurdo, sólo con el deseo de poder de una persona que solamente le ha hecho daño a la institución.
Otros perdedores son la clase política, empresarial, periodistas o cualquier ciudadano del común que a partir del momento queda expuesto a seguir siendo chantajeado, presionado o manipulado con información falsa por el conocido «princess team» que encabeza Mejía Ferrero, como lo ha hecho hasta el momento para logar sus propios intereses y los de su círculo del mal.
Para no olvidar; el escándalo de corrupción en la contratación para la compra de los tapabocas en el Ejército Nacional, siendo pieza clave el Coronel Freddy Baquero Jaimes, protegido de los Generales Eduardo Zapateiro (Comandante del Ejército Nacional) y Juvenal Díaz Mateus (tercero en la línea de aspirantes al cargo de Comandante del Ejército Nacional), quienes tienen intereses personales directos en la adquisición de estos elementos. Este montaje también va a ser utilizado como cortina de humo para ocultar este delito.