Por El Expediente
Gustavo Petro quiere acabar con la Procuraduria y el contrapeso que representan para poder ejecutivo y para su gobierno. También quiere acabar con la integridad moral de quien hoy ejerce como Procuradora General de la Nación.
Hay varias decisiones de la Procuraduría General de la Nación, hoy en cabeza de Margarita Cabello, que son muy incómodas para el gobierno nacional, el presidente Gustavo Petro y su entorno y proyecto político.
En respuesta, el presidente Gustavo Petro y su gobierno han desatado una ofensiva contra la Procuradora General de la Nación, Margarita Cabello. El ejemplo más reciente de la capacidad de destrucción contra las cabezas de los órganos de control incómodas para el gobierno fue lo ocurrido con el fiscal Francisco Barbosa y la ex vice Fiscal Marta Mancera a quienes les destruyeron su honra y hasta pusieron en peligro su vida con tal de presionar las decisiones a favor del gobierno. El modus operandi es el mismo.
La Procuraduria se ha vuelto una piedra en el zapato para un gobierno que espera no tener ningún contrapeso de parte de los órganos de control: El ministerio público sancionó y destituyó al canciller Alvaro Leiva por el asunto de los pasaportes, al exalcalde Daniel Quintero, y a otros funcionarios de izquierda de la línea del gobierno.
La Procuradora también ha intervenido en varios asuntos con los que el gobierno no está de acuerdo, uno de ellos, cuando le pidió a la fuerza pública que protegiera a los magistrados del palacio de justicia, sitiados por los manifestantes lanzados por el gobierno contra la corte para presionar la elección de Fiscal General.
La última decisión de la Procuraduria que le incomodó al gobierno fue la intervención en el sometimiento de Salvatore Mancuso ante la Jep. La Procuraduria se opuso y el gobierno, en cuerpo ajeno, a través de un frente político de senadores radicales y de un grupo de influencer que además trabajan para las entidades del gobierno, le están contestando sistemáticamente a la Procuradora con el fin de intimidarla y que eche para atrás sus decisiones.
Desde la Casa de Nariño han lanzado la propuesta para eliminar la Procuraduría General de la Nación. La idea del gobierno es que el ministerio público pierda fuerza que no se le atraviese y que quede a un paso de la desaparición del ordenamiento jurídico colombiano.
Uno de los que siempre le responde a la Procuradora cabello es el exembajador en Argentina Camilo Romero, quien forma en la facción más radical de lo que se llama el ‘pacto’ que reúne a todas las facciones de izquierda y a todas sus formas de lucha que hoy están en el poder.
‘¿A quién se favorece si se impide que Mancuso confiese hechos criminales y sus alianzas con la vieja política? Sí, exacto, a los poderosos que buscan ocultar la verdad y no a las víctimas.
Una vez más la Procuraduría demuestra que no le interesa el país ni la gente’ Camilo Romero en su cuenta de Twitter.
Camilo Romero no es el único. El frente de batalla contra la Procuradora cabello lo lidera Ariel Ávila, excompañero de Leon Valencia en todos sus proyectos políticos, desde su desmovilización del ejército de liberación nacional ELN. Daniel Quintero, la congresista Esperanza Hernández y los bodegueros que hoy se desempeñan como funcionarios públicos contratados por el gobierno nacional, también han hecho su aporte en la guerra sucia en contra de la Procuraduría General de la Nación.