La Bestia

Por: Roberto Trobajo

En este Halloween Petro se está mostrando como una bestia más grotesca que aterradora. Solo impresiona a su manada de zombis.
Petro es un animal en vía de extinción, irreversible; a sus 60 años, se ha venido consumiendo en las mismas candelas que enciende, quemándose, y el hedor que suelta espanta a más y más de esos que lo venían acompañando.

Solo quedan junto a él algunos especímenes que les siguen necesitando para tener algo de visibilidad política, utilizándolo para que sus zombis les empujen al congreso.
Esos “escuderos” de Petro, reniegan de él en sus círculos íntimos, pero más temprano que tarde saldrán igual a como acaba de hacer la Robledo, última de muchísimos que se han mamado de sus bestialidades.
Es que los de la “izquierda” le huyen por déspota y los del “centro” lo apartan por tóxico.

Petro, en su desespero por revivir, ahora ataca hasta a los socialistas Liberales, sin tacto porque casi o nada sacara de esos “socialdemócratas” pues el partido Liberal tiene dos casas, la Serpa y la Gaviria, en la primera lo tildan de oportunista tras su “halago” al difunto Horacio Serpa, mientras que los afines a César Gaviria rompen irrevocables con Petro porque les agredió. Los restantes liberales, que son minoría, nada que ver con nadie, y se ven más en el espejo verde.

Samper, ya más Mamut que elefante, es un momificado al que mantienen con el contentillo de coordinar la injerencia comunista en Colombia, y al gordo Samper no le huelen ni un pedo los liberales, todos se alejan de él porque hay abrazos que matan y más de ocho mil razones de morir por culpa de esa lacra inmunda.

Volviendo a la bestia Petro: se ha convertido en un referente, una muestra, de todo lo malo, lo peor, lo que jamás se puede hacer al emprender en la política.

Ya no es un secreto, y sí voces diciéndolo cada vez más alto: que Petro nunca será presidente de Colombia.

La intuición, que jamás me ha fallado, me dice que Petro se quemará en la primera vuelta y con una de las más bajas votaciones.

Petro está siendo aún más despreciado en el ámbito internacional: Trump lo desenmascaró, Biden lo ignora para que no lo asocien con él, los eurodiputados no le paran bolas, Diosdado Cabello y Maduro lo boletiaron, y Cuba…
Lo de Cuba, para Petro es fatal, le dieron asesorías y en la Habana lo atendieron cual majestad, pero por ser tan incendiario y Cuba que insiste en dársela de pacifista, le están sacando el cuerpo a Petro para volver a los juegos cubanos: complicidades con Cepeda, contentar a Samper, cuadrar cosas con el ELN y la FARC.

El régimen cubano está decepcionado con Petro porque les prometió mediar y lograr que el gobierno pagara por médicos y la vacuna. Como Petro nunca pudo cumplirles, botaron la mucha plata que se gastaron en él.

Cuando en el 2022 vuelva a perder, y estrepitosamente, ordenará más violencias, pero no desde el monte (ya está muy cucho y más cobarde) se acuartelará en su casona de Chía y desde ahí mandará a sus huestes… hasta que vea que tampoco lograría nada, y temeroso de caer en una cárcel, huirá hacía París, tildándose de perseguido político para que le den asilo. Terminando sus días, como directivo de la Internacional Progresista, viviendo del mecenas Soros.

Empero, ¡ojo!, no podemos subestimar a la astuta bestia que anda muy herida porque sabe que cada vez son menos los que le “apoyan” y muchísimos más los que nada quieren saber de él; Petro está desesperado y puede provocar bestialidades, genocidios, holocaustos como aquel del Palacio de Justicia.

Petro, aún es muy peligroso, sabiendo del infierno en que vive.

Esperanzas tenemos nosotros, los colombianos de bien, pocos quieren a Petro y después de las presidenciales ¡saldremos de ese bodio!

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