Por: Fernando Torres Mejía
“Como Francia Márquez no me siento cómoda, siendo una mujer negra, yendo a enterrar a la reina que es parte de un reinado que nos guste o no tiene una connotación histórica, con esto que estamos hablando del racismo, del colonialismo, de la esclavitud, entonces eso para mí no es un privilegio”
La prepotencia, el rencor y el resentimiento que le “brota” hasta por los poros, no son inventos de la oposición, y así queda demostrado con sus comentarios que antes de ganar admiración y respeto, por el contrario, proyecta una imagen negativa, producto quizás de la falta de protagonismo en este gobierno, que la conducen a hacer todo tipo de pronunciamientos desafortunados, o que tal “Creo que mi imagen internacional es lo que la gente sabe y reconocen de mí. No es yendo al funeral de la reina Isabel que la gente me va a reconocer. Este país incluso me conoció después de que mucha afuera del país me conociera. A nivel internacional mucha gente sabe quién soy, qué hago, lo que represento”.
Desde que ganó la consulta para su elección como candidato único del Pacto Histórico, el hoy presidente no ocultaba su rechazo porque se querían imponer, tanto así que cambió su tesis y terminó por admitir que necesitaba el apoyo de otros sectores políticos y por eso no quería a Francia Márquez para esa designación, lo que claramente significaba una traición a quien sin duda se la había jugado el todo para apoyarlo.
Al final no le quedó otro remedio que aceptarla, no solo por la división que podría generar dentro de la izquierda, sino porque perdería un importante caudal electoral, ya que sin duda se había convertido en un fenómeno político y que contaba con un gran respaldo a nivel nacional, sobre todo en los sectores más vulnerables y pobres del país.
Hoy el país entero se pregunta ¿dónde está la vicepresidente?, ¿qué funciones tiene?, ¿por qué no se le volvió a ver?.
Pareciera que una vez Petro consiguió su objetivo, decidido “esconderla” en el cuarto de san alejo de palacio, a quien sin duda fue uno de los eslabones más importantes para lograr la presidencia.
Una de las promesas de campaña de la hoy vicepresidente, fue la de crear el ministerio de la mujer y la igualdad, lo que ha despertado fuertes críticas al proyecto debido a que representaría el aumento de la burocracia y el gasto público en al menos $100 mil millones anuales, por otro lado, no se ve ambiente para su creación debido a que para este gobierno hay otras prioridades, como lo son la reforma tributaria, la de brindarles impunidad a los cabecillas de grupos ilegales, entregarles tierras a disidentes, premiar la delincuencia entregándoles $800.000 mensuales a delincuentes, eliminar las EPS, acabar con el petróleo, reforma a las pensiones, y un sinnúmero de proyectos que ya radico y que no ha mostrado interés en apoyar el de Francia Márquez.
Ahora, no es que se quiera juzgar mal, pero ni siquiera se le está teniendo en cuenta para las funciones que como vicepresidente tiene derecho, y, en cambio, se las están encargando a personas que no son funcionarias públicas, como lo ocurrido recientemente con Verónica Alcocer a quien la nombraron embajadora para «viajar por el mundo», y que sin duda se ha “robado” todo el protagonismo que le corresponde por derecho propio a la señora Márquez.
¿Será que Petro es “racista”?, o ¿será que considera que “la nadie” realmente no es “nadie”?, ¿que no tiene la “altura” para codearse con la elite mundial?, o ¿será que le da, o siente pena “ajena”?, o simplemente y como pasa en todos los hogares, ¿se hace lo que Vero dice y punto?, o tal vez ¿por qué la ve más arrogante y prepotente que él y esto le incomoda?, la verdad no veo cuál podría ser la verdadera razón de tratar de “esconder” a la Francia si se ve que no “mata” una mosca y, en cambio, es una mujer “dulce y tierna”.
Sin duda que para Petro se ha convertido en un dolor de cabeza y no se sabe hasta cuándo podrá controlar o mantener esta situación para que no se le vaya a convertir en un problema más grave, que sin duda le podría generar una fractura dentro de su gobierno, si sigue “despreciando” y tratándola a Francia Márquez como «el patito feo del gobierno».