Por: Fernando Torres Mejía
Colombia es un país donde todos los días tenemos hechos que ocupan los titulares de los medios de comunicación y no hemos terminado de comentar uno, cuando sucede otro y otro y vivimos con tantas noticias que a veces se nos pueden pasar algunos sucesos que requieren de nuestra máxima atención.
Por esta época, mientras la gran mayoría de colombianos, están distraídos con las elecciones para la conformación del nuevo congreso y el próximo presidente, avanza lo que sin duda será otro hecho que dará mucho de que hablar y por supuesto lleno de imperfecciones, mentiras y hechos ajustados a la medida, para favorecer a los peores criminales y delincuentes que ha tenido este país por muchos años.
Es que después de invertir más tiempo del previsto, despilfarrar miles de millones en la tal Comisión de la Verdad, presidida por Francisco de Roux, en junio saldrá el tan esperado informe que dará a conocer esta comisión, y que muy seguramente gastaremos otra millonada para lo que será el espectáculo de su presentación.
Una rápida mirada de lo que nos ha costado a los colombianos, la tal Comisión de la Verdad:
Cifras en miles de $
2018: 18.500
2019: 81.480
2020: 92.935
2021: 116.992
TOTAL 309.907
Sin conocer aun ni una coma de dicho informe, sabemos que el mismo no cambiará la realidad de lo que paso, ni tampoco habrá cambio alguno a lo que ya todos sabemos sobre los secuestros, asesinatos, reclutamientos, abortos y toda clase de vejámenes que fueron cometidos por los grupos al margen de la ley y en especial las FARC, que aunque hoy ostenten el nombre de “Comunes”, los colombianos jamás vamos a olvidar quienes en realidad son.
¿Pero para qué servirá ese informe?, para absolutamente nada, porque los integrantes de esta Comisión, acomodarán los hechos para beneficiar a los que han venido cometiendo y seguirán cometiendo crímenes, bajo el pretexto de conseguir una paz que no existió, que no existe y como están las cosas, difícilmente se dará, porque al igual que la JEP, son instituciones que se crearon para los grupos narcoterroristas, y para que los responsables de crímenes de lesa humanidad como los perpetuados por las FARC, continúen gozando de libertad, impunidad y no paguen por las barbaries que cometieron.
No podemos olvidar que cada quien tiene su verdad y esa no se cambiará por nada ni por nadie, igual sabemos que con el “negocio” de la Habana, se pretende lavar la imagen de la guerrilla y por el contrario, enlodar la de nuestras fuerzas militares, y de los que en algún momento se vieron en la necesidad de defenderse ante el abandono, la negligencia y la complicidad de algunos de los gobiernos de turno.
De igual forma, es clara la simpatía del señor Francisco de Roux por los grupos narcoguerrilleros lo cual le resta credibilidad a lo que ese informe nos pretenda “vender” para justificar entre otras cosas, todo el derroche que nos costara su elaboración y presentación, tampoco se nos puede olvidar el origen de esta Comisión, que nace en el marco del acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una “paz estable y duradera”, que NO existe, suscrito entre el Gobierno del innombrable expresidente y las FARC, cuyos objetivos son:
1. Contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido: hoy después de 5 años, las FARC siguen mintiendo como ha sido su proceder durante más de 60 años, sin reconocer y aceptar sus actos criminales.
2. Promover y contribuir al reconocimiento de las víctimas. Esto sigue igual y difícilmente lo vamos a conocer con absoluta claridad
3. Promover la convivencia en los territorios. Cada día la violencia se está recrudeciendo y esos espacios territoriales, se los están disputando a sangre y fuego entre los mismos actores de siempre.
Cuando se pierde la confianza difícilmente se vuelve a recuperar, por eso de antemano advierto de otro de los embelecos que se pactó en el acuerdo de la Habana, que como resultado final, nos darán a conocer, EL INFORME DE LA COMISIÓN DE LA “VERDAD” QUE DE NADA SERVIRÁ.