Por. Mayor General (RP) William René Salamanca Ramírez
En un mundo cada vez más globalizado, en el que las redes sociales revolucionaron las comunicaciones, eliminaron distancias y pusieron el conocimiento al alcance de todos, el delito también encontró en Internet la mejor autopista para afectar la tranquilidad ciudadana e incluso la seguridad nacional.
Este fenómeno, conocido como ciberdelito, quedó en evidencia el 30 de noviembre de 1988, cuando los expertos en tecnología descubrieron el primer malware o programa maligno de propagación en red, conocido como Gusano de Morris, mediante el cual afectó al diez por ciento de los computadores conectados.
Ante este masivo ciberataque, la Association for Computing Machinery decidió convertir esta fecha en el Día Internacional de la Seguridad de la Información, como mecanismo para que todos los usuarios recordemos la obligación y la necesidad de proteger nuestros computadores y teléfonos móviles del fenómeno del ciberdelito, que crece a niveles preocupantes.
Entre 2005 y 2006, el crimen organizado masificó sus ataques mediante el uso de aplicaciones engañosas. Luego, hacia 2009, suplantó los antivirus, haciéndoles creer a los usuarios que sus aparatos estaban infectados con algún malware y debían instalar un nuevo software para eliminarlos y recuperar la información y, a partir de 2012, comenzó a desarrollar herramientas invasivas mucho más sofisticadas.
En nuestro país, según datos de la multinacional estadounidense de ciberseguridad Fortinet, en los últimos dos años los ciberataques en Colombia se incrementaron en un 300 por ciento, en especial por cuenta del crecimiento exponencial del teletrabajo, a raíz de la pandemia, al registrarse siete billones de intentos, de los cuales 89.000 fueron contundentes, con pérdidas superiores a los 3000 millones de dólares.
A su vez, el informe Tendencias Cibercrimen, elaborado por la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones y la Policía Nacional, entre otras entidades, revela que en 2019 se registraron 30.410 casos, de los cuales tan solo 17.531 fueron denunciados, en su mayoría relacionados con hurtos a cuentas bancarias, seguido de violación de datos personales, acceso abusivo a sistema informático y transferencia no consentida de activos. Las ciudades más afectadas resultaron ser Bogotá, con 5308 casos; Cali, 1190; Medellín, 1186; Barranquilla, 643, y Bucaramanga, 397.
Y en el primer semestre de este año ya se habían registrado 23.000 nuevos casos, con un incremento del 30 por ciento con respecto al mismo periodo de 2020, de acuerdo con los registros de la Fiscalía General de la Nación.
Además de los constantes hurtos de dinero, los delincuentes han tenido como blanco el Departamento Nacional de Estadística (Dane), tal como ocurrió hace dos semanas; la Registraduría Nacional del Estado Civil, en especial durante los procesos electorales, y el Ministerio de Defensa, tendientes a apoderarse de información de seguridad nacional.
Los criminales han utilizado desde virus, los cuales insertan mediante un programa oculto para destruir archivos y hasta el sistema operativo; los Troyanos o programas maliciosos, a través de los cuales efectúan acciones no autorizadas por el usuario; el Smishing, para enviar mensajes con promociones fraudulentas a nuestros teléfonos; hasta el Phisisng, con el que se apoderan de información sensible, como contraseñas y claves de nuestras tarjetas bancarias.
Entendiendo esta problemática, la Policía Nacional creó, en enero de 2011, el Equipo de Respuesta a Incidentes de Seguridad Informática, el cual tiene como fin garantizar las condiciones necesarias para el aseguramiento de la plataforma tecnológica de la institución, como apoyo a la estrategia de ciberseguridad y ciberdefensa de nuestro país.
Desde el Centro Cibernético Policial se desarrollan estrategias, programas y proyectos para la ciberseguridad y la protección de la información y los datos que circulan por el ciberespacio de los colombianos, desarrollando capacidades de detección, prevención, investigación, análisis, correlación, convergencia tecnológica, planes de contingencia específicos y judicialización de las amenazas que afectan la seguridad digital, contribuyendo de esta manera a la lucha contra estas organizaciones criminales.
Con el CAI Virtual y otras estrategias articula sus capacidades, en tiempo real, con el Centro Europeo de Ciberdelincuencia, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, la Fiscalía General de la Nación y la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones.
Además, hay que reconocer que la legislación colombiana se ha ido adaptando a esta fenomenología, al tipificar como delitos el acceso abusivo a un sistema informático, la obstaculización ilegítima a red de telecomunicación, la interceptación de datos, el daño informático, el uso de software malicioso, la violación de datos personales y la suplantación de sitios web para capturar datos personales, entre otros.
Sin embargo, todavía falta mucho por hacer para impedir que la red se siga convirtiendo en un reflejo de lo que viene sucediendo en nuestras calles, donde el accionar de la delincuencia afecta gravemente la convivencia y la tranquilidad ciudadana.
Por eso, combatir con mayor contundencia este flagelo debe convertirse en prioridad nacional, dentro de una nueva Política Integral de Seguridad, con énfasis en convivencia ciudadana y cambio climático, la cual tiene que ocupar un capítulo especial en los programas de gobierno de los candidatos que aspiran a la Presidencia de la República.
Sea esta la oportunidad para hacerles un llamado a todos los usuarios de la red, en especial a nuestros niños, niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres, para que eviten compartir información sensible, como fotografías íntimas, con cibernautas anónimos e incluso con personas conocidas, para así evitar ser víctimas de chantajes y extorsiones. También es importante denunciar a la mayor brevedad cualquier acto que afecte la seguridad propia y de terceros.
En esta fecha dedicada a la tecnología queremos compartir con todos ustedes cinco recomendaciones básicas que hacen los expertos para no caer en manos de la ciberdelincuencia: utilizar contraseñas difíciles en cuanto a su tamaño y que no guarden relación con datos primarios del usuario, como fecha de nacimiento o nombre de la mascota; evitar la utilización del wifi público para el acceso a sitios sensibles, como el correo y la página de su banco; actualizar constantemente el software de sus equipos; evitar las descargas de archivos de manera indiscriminada, en especial de sitios web desconocidos y supuestamente gratuitos, proteger su teléfono celular con un antivirus y seleccionar con cuidado los sitios de navegación.