Por: Luis Alfredo Ramos
Resta un año largo al gobierno del presidente Duque, un tiempo que será clave para poder evaluar un cuatrenio que se ha visto rodeado de hechos imprevistos, encabezados por el covid 19, una pandemia que ha arrasado con millones de vidas en todo el mundo ( en Colombia con 90.000) y que además derrumbó la economía mundial, causando un desempleo masivo, como también ha sucedido en nuestro país.
Corresponde al gobierno en los meses que resta, disponer de acertadas medidas sociales, económicas y de seguridad, ante los hechos violentos que se han suscitado con ocasión de quienes dicen participar en marchas pacíficas, las cuales han terminado en manifestaciones violentas, en acciones criminales y en acciones terroristas.
El gobierno del Presidente Duque debe responder durante los últimos 430 días de su mandato con medidas dirigidas a superar los bloqueos, lograr el abastecimiento y normalizar la producción nacional y el transporte de bienes e insumos, dentro de una política que garantice el orden y la autoridad.
Sobre la violencia que hemos visto de los sectores radicales de izquierda, promotores del paro y al mismo tiempo promotores de la demagogia y el populismo que está haciendo un inmenso daño al país entero y al gobierno, ya los colombianos hemos entendido hacia donde se dirige, bajo el patrocinio del socialismo del siglo XXI, que busca entronizar la pobreza y el caos con el fin de llevar a nuestro país al nivel de Venezuela, Nicaragua o Cuba, donde todos son pobres, excepto lo tiranos que detentan el poder.
En el último año, el gobierno deberá dar prioridad a las demandas de la población joven, ese 35% del país menor de 35 años, que ha hecho sentir su inconformidad y rebeldía, algo que hay que entender, porque esa inconformidad no es solo para pedir más educación y más posibilidades de empleo. Esa protesta es para gritar que hay que acabar con la corrupción que viene de tiempo atrás y que debe terminar la oscura noche del narcotráfico y de los cultivos ilícitos que tanto daño han hecho a la nación durante las últimas cuatro décadas.
Este último año de gobierno debe ser el año para derrotar la pandemia, pero igualmente debe ser el año para pensar actuar y apoyar las aspiraciones de los colombianos , reivindicaciones que pueden pedirse , sin violencia y sin las manipulaciones de los extremistas, que podrían llevar al país a momentos más críticos.
Y desde luego, corresponderá al gobierno del presidente Duque reorganizar la economía y al mismo tiempo, garantizar el orden público y mostrar la autoridad que le confió el pueblo colombiano para evitar las vandálicas acciones que provienen de la tenebrosa mano del extremismo radical.
Es mucho lo que puede hacer el gobierno del Presidente Duque, en el año que le queda.
LUIS ALFREDO RAMOS BOTERO
Junio 4, 2021