Por: Juan Daniel Giraldo
Lo sucedido en la Cámara de Representantes en el debate de moción de censura no puede sino causarme dolor de patria. Hemos llegado a niveles críticos e inimaginables de la inversión de la realidad, de la distorsión de la escala de valores, y de la conversión de los buenos en malos y viceversa. Pretender la salida de nuestros policías y militares del Salón Elíptico, a sabiendas que son ellos quienes tienen no sólo derecho propio a estar presentes, sino que les recae la enorme responsabilidad de vigilar y preservar la seguridad de todos los presentes en el Capitolio nacional, no sólo desconoce el orden constitucional mínimo, sino que deja un sinsabor en el ejercicio de las libertades y del respeto por la diferencia y la autoridad.
A qué juegan? Recuerden que sus esquemas de seguridad está compuesto Precisamente por ellos: por los mismos policías que repetidamente ustedes acusan de asesinos, bandoleros y corruptos. Ya en repetidas ocasiones han protagonizado ustedes episodios bochornosos de irrespeto a la autoridad u el orden que ustedes mismas representan (y ahora no salgan con la excusa que por ser de oposición no hacen parte de uno de los poderes públicos de un Estado Social de Derecho). Se volvió recurrente en ustedes poner a la fuerza pública en la palestra de los acusados, distorsionando la verdad con video y mensajes editados solo para generar más odio y resentimiento hacia la fuerza, y acusando y señalando de paramilitares y asesinos a todo aquel que no comulgue con las acciones que ustedes y su grupo de amigos cometen. Y lo digo con certeza porque aún recuerdo la acusación mal intencionada e insidiosa que me hicieron en el 2016, cuando abiertamente les reclame por faltar a la ley quinta del congreso, citando sin el menor rigor parlamentario a generales para que civiles sin fuero parlamentario los acusarán, con medios televisados, de asesinos y violadores de derechos humanos. Y de eso represenrante Robledo y no se le olvide, hay suficientes pruebas que no me desmienten.
Y ahora llega la Representante Pizarro, de una forma jocosa y burlesca a decir que ‘descontextualizado el video’ y que ella solo pretendió insinuar que no era necesaria la intervención de la policía. Analizo esta ‘excusa’ desde dos ópticas:
La primera es dar por sentado que la representante Pizarro tiene razón, de ser cierto solo puedo decir que: ‘el pez muere por la boca’. Cuántas veces represenrante Pizarro usted y sus amigos han usado videos editados, mensajes sesgados y tergiversados, denuncia distorsionadas, medias y falsas verdades, que convierten en axiomas puros de dictaduras facistas y socialcomunistas, solo para agredir, desarmar y menoscabar a la Fuerza Pública, especialmente el ESMAD, su más reciente objetivo ( recordando que en el pasado su padre y su tío tenían como objetivo el F2, que era nada más y nada el órgano que los investigaba y ponía en evidencia sus crímenes y dejamenes, pasado guerrillero que ahora usted quiere cambiar para convertirlos en ‘guerreros y defensores de los Derechos Humanos del oprimido pueblo narcotraficante del Cartel De Medellín). No señora Pizarro: usted no puede usar para su beneficio la excusa de la distorsión y la tergiversación, cuando es usted una de las promotoras usuales de esa práctica desleal y cínica que solo atenta contra el buen nombre de las personas de bien.
Ahora la segunda: No representante, no es distorsión alguna, su desprecio y su animadversión por las fuerza la constitucionales de verdad y el orden ha sido reiterativo y demostrado con el paso del tiempo. Que su ancestro criminal y guerrillero (así hayan sido indultados el pasado es cómplice de lo que se es y lo que se piensa) no le permitan entender que usted hace parte de un órgano del Estado, que ese órgano del Estado es la representación democrática del sentir de un pueblo, la obliga no solo a cumplir sino a respetar la ley you estamentos que la representan. No puede ahora venir y en uso del disentimiento y la oposición venir, maltratar y desconocer a quien representa la autoridad. La autoridad es autoridad, este o no de acuerdo con ella; porque Dios no lo quiera, el día en el que ustedes tengan el poder y deban hacer uso de esa autoridad estoy seguro la harán de una forma más que represiva (porque ahí al antojo de su verdad distorsionada, si será legal y demócrata, así asesinen a sangre fría y retengan en campos de concentración neonazis a todo aquel que no piense como ustedes, comenzando por mi.
No quiero entrar en más debates en este momento, pero tener sentados en sus curules a los miembros de la FARC, un acto que al menos para mí aún me genera repudio y consternación, pero que aún así acepto como fiel defensor de la institucionalidad y la carta democrática, y presenciar ese acto de irreverencia, de irrespeto por el otro, de animadversión por el Estado de Derecho y el Orden establecido, no me da sino a pensar que estamos al borde del anarquismo en los Poderes del Estado. Hago un llamado a la civilidad, a la concordancia y al respeto, respeto por la civilidad, por el orden y por la ley, y si hay parlamentarios que no la quieren observar, que asuman las consecuencias penales y disciplinarias respectivas.
Atentamente
JUAN DANIEL GIRALDO