Por: Laura Pinzón
Votar es sin duda una de las funciones democráticas más importantes, pues de ella depende el próximo 29 de mayo el destino de Colombia. Y, aunque muchas son las opciones, es importante saber por quién no votar para no poner en riesgo nuestra democracia: El Pacto Histórico de Gustavo Petro.
Sé que al hacer esta afirmación me dirán (como a diario sucede) “paraca y uribista”, pero no soy ni lo uno ni lo otro, o, seré posiblemente censurada o demandada por los socios de Petro, como ya le ha sucedido a varios colegas. La verdad es que soy una ciudadana que conoce la historia y no es ciega frente a la realidad, pues este partido político lo componen algunas personas que no tienen moral para liderar un país.
Si empezamos por la cabeza, Gustavo Petro, fue un líder de la guerrilla del M-19, los cuales fueron responsables de masacres en el país como la Toma al Palacio de Justicia, que dejó como saldo asesinadas a 98 personas y 11 más desaparecidas. Por otro lado, su fórmula vicepresidencial es Francia Márquez, quien ha participado al lado de la terrorista Primera Línea en lugares como Puerto Rellena y es apoyada públicamente por el grupo armado del ELN, responsable de dejar más de 9.921 víctimas en el país.
Además, tenemos a Gustavo Bolívar, que ha ganado sus méritos por ser director de narconovelas; Roy Barreras, a quien le gusta recibir, como su jefe, maletas con dinero y tiene múltiples escándalos por corrupción; Iván Cepeda que tiene una fijación por el ex presidente Álvaro Uribe y un odio encarnado por los miembros de la Fuerza Pública.
Y, para rematar, la senadora Piedad Córdoba (alias ‘Teodora’) quien tiene relaciones directas con la guerrilla de las Farc, la dictadura de Nicolás Maduro y Álex Saab, además, está acusada de retrasar la liberación de los secuestrados en Colombia, entre otras actuaciones nefastas que actualmente pesan en su contra.
Lo cierto es que los tentáculos del Pacto Histórico son tan peligrosos como las banderas de su partido: Reciben apoyo de los grupos armados, son proaborto, van en contra de la propiedad privada, piden una reestructuración de la Fuerza Pública, defienden el libertinaje y no la libertad, se apoyan en discursos de “minorías” para atacar a las “mayorías”, sus aliados internacionales son “líderes fallidos” y, cientos de terroríficas ideas más, provenientes del peligroso socialismo del siglo XXI. Usted decide por quién votar.