¿Un universo paralelo?

Por: Jair Peña Gómez

Desde el siglo XIX el filósofo William James propuso una teoría que aún hoy —para muchos— resulta traída de los cabellos: la teoría del multiverso, que consiste, _grosso modo_, en que junto con nuestro universo coexisten otros universos. Desde entonces algunos académicos, principalmente físicos y matemáticos, se han dedicado a estudiar a profundidad si ese multiverso es probable, es posible, es real o sencillamente es una atractiva idea de ficción que le sirve a Marvel para hacer cientos de películas y miles de millones de dólares.

Hace unos días, Peter Gorham, científico de la NASA, publicó un estudio que reveló que a través de un experimento de detección de rayos cósmicos desarrollado en la Antártida, se hallaron partículas ajenas a nuestro universo, lo cual ha sido un caramelo para charlatanes y teóricos de la conspiración, que afirman sin ningún rubor que eso demuestra irrefutablemente la existencia otros universos.

Al margen de que esto sea físicamente posible o no, sin duda es algo posible en la mente humana. El hombre es un ser libre, y no simplemente libre para elegir, sino que es libre para crear y cambiar el mundo y su propio universo.

Tomemos como ejemplo de esto al presidente Iván Duque, quien le acaba de conceder a la BBC de Londres una entrevista en la que aseguró que si la ley le permitiera participar en las elecciones del próximo domingo (29 de mayo de 2022), sería reelegido porque tiene importantes resultados para mostrar.

Sin duda el mandatario vive en un su propio mundo, en su universo paralelo, pues según la más reciente encuesta de Invamer, el 67% de los colombianos tiene una imagen desfavorable de él y su aprobación es de apenas el 27,5%.
Volviendo a la entrevista, el periodista Stephen Sackur le rebatió a Duque y le recordó que en Colombia las cosas no van bien. «Hay 20 millones de colombianos viviendo en la pobreza, 6 millones de ellos en la extrema pobreza, y la FAO señaló a Colombia como el único país en Sudamérica que sufría de inseguridad alimentaria», le replicó Sackur.

El jefe de Estado se limitó a decir que no le estaba entregando datos sino evidencia y que la FAO no tenía las pruebas suficientes para sustentar lo que había dicho. Manteniéndose así en su realidad.

Ni que decir de sus promesas de campaña, como cuando criticó fuertemente el incremento del IVA del 16% al 19% y dijo que había que reducirlo nuevamente, aunque una vez en el poder no lo hizo, ni en la _Ley de Crecimiento Económico_, ni la _Ley de Inversión Social_, sus dos reformas tributarias.

En lo que respecta a su propuesta de seguridad democrática —que es piedra angular del ideario uribista— tampoco cumplió. No combatió con contundencia las estructuras armadas de las FARC, por el contrario, en su gobierno se fugó Jesús Santrich e Iván Márquez se declaró en rebelión y conformó la Segunda Marquetalia. No obstante, insiste en que cuenta con apoyo popular y que el 7 de agosto entregará una Colombia más segura.

De manera que no hay que volar a la velocidad de la luz al hoyo negro o al agujero de gusano más cercano para un viaje interuniversal, basta con cerrar los ojos y negar la realidad que nos rodea, y si no, que alguien le pregunte a Duque.

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